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Analizando Skyfall, el nuevo single de Helloween


Pocas bandas dentro de la escena metalera despiertan tanta expectación como Helloween
. Llevo siguiendo los pasos de esta banda desde que tenía dieciséis años y, aunque no me sorprende, siempre reparo en lo mucho que remueve a la gente este grupo y más aún tras conocer la noticia de que están preparando material nuevo. Recuerdo con cariño como, en los antiguos foros de internet, te encontrabas con que los post dedicados al nuevo disco de Helloween contenían cientos de mensajes y páginas. Ahora vemos que sucede lo mismo en las redes sociales. Por otro lado, digo que no me sorprende porque Helloween es una de las bandas más importantes del Heavy Metal y me atrevería a decir, la más querida. Pero si Helloween siempre ha despertado ese afán en la gente, agitando la escena metalera con cada nuevo disco, imaginad estos nuevos Helloween. Y es que desde 2017 estamos ante una nueva banda, los siete músicos que ahora componen Helloween han hecho que la banda, a estas alturas, tras treinta y cinco años en activo, se vea impulsada a otro nivel. Tras el regreso de Kiske y Hansen al grupo, todo se intensifica, la espectación, las expectativas, y ellos lo saben. Por eso han saco un single como Skyfall, una canción que desde la primera escucha, sabes que entra en el top 10 de los mejores temas da las calabazas. La canción fue publicada el pasado día 2 de abril, han pasado nueve días desde entonces y no sé cuántas veces la habré escuchado ya. Todos los días, desde que me despierto, me pongo la canción y la disfruto varias veces a lo largo del día. Desde As Long As I Fall no me enamoraba un single de Helloween, y fijaos lo que ha llovido desde entonces, porque esa canción fue el single de presentación del disco Gambling With The Devil, publicado en 2007. Skyfall refleja esta nueva versión de la banda. Helloween ha tenido distintas formaciones a lo largo de su historia y esta es una nueva. ¿Quizás la definitiva? ¿Durará mucho esta nueva formación? Bueno, esto ya es otro tema, ahora sólo quiero hablaros de esta nueva canción que tanto está dando que hablar estos días. Como ya se nos advirtió, Skyfall tiene dos versiones, la versión de siete minutos que es la que ha sido utilizada para rodar un videoclip y lanzarlo como single para este nuevo disco homónimo que verá la luz el próximo 18 de junio, y una segunda versión donde no sólo varía su duración, sino que la sucesión en las voces y la manera en la que suenan es totalmente diferente a la primera.

Con la primera escucha ya te das cuenta que estás ante una canción que, instantáneamente, se cuela en el top 10 de los mejores temas de la banda, no exagero y sé que es mucho decir, pues el extenso catálogo de temazos que tiene Helloween pocas bandas lo tiene. Es una canción que está a la altura de las circunstancias y cumple con lo que se espera de esta nueva formación. Skyfall suena a los Helloween clásicos, y no sólo me refiero a la era Keeper, sino a la primerísima, cuando Kai era el vocalista. Este nuevo single es un homenaje a todas las etapas del grupo, pues por momentos también suena a los Helloween más actuales. Parece tarea bastante difícil poder condensar treinta y cinco años de historia en una sola canción de siete minutos, pero hablamos de Helloween, los reyes del metal más melódico, los creadores del Power Metal, y quien tuvo retuvo. La canción es un asombro en todos sus sentidos, incluso desde que comenzó a componerse. Lo digo porque la canción está compuesta íntegramente por Kai Hansen y, como todos sabemos, a nivel compositivo Hansen lleva estancado muchos años. A pesar de dejarnos temas bastante notables, desde el No World Order de Gamma Ray (2001) Kai Hansen no ha vuelto a componer a ese nivel. Desde hace quince años es habitual oír decir que Hansen se repite más que el ajo en sus composiciones. Pero parece ser que verse envuelto de nuevo en Helloween con sus antiguos compañeros le ha hecho recobrar esa chispa. Skyfall es la única canción compuesta por Ka Hansen en este álbum homónimo y, desde luego, escuchándola, uno no puede sentirse más satisfecho con el tito Kai. Si bien es cierto que Pumpkins United es un tema bueno y eficaz, no es óbice decir que es un tema compuesto sobre la marcha, a las prisas, pues era la manera de presentar y engalanar la gira reunión de Helloween hace unos años, pero uno obviamente espera mucho más a nivel compositivo y más estando tanto talento junto reunido en el estudio. Así que, durante todo este tiempo, no he esperado escuchar un tema tipo Halloween o I Want Out, eso es a estas alturas imposible, pero sí he esperado un tema como Skyfall. Ningún fan de Helloween y del Metal en general puede sentirse decepcionado con esta nueva canción.

Es sólo empezar y ya se te pone el vello de punta al escuchar a Kiske en esos tonos tan melódicos. Durante medio minuto suena suave y armoniosa para acto seguido, darle caña con un Michael Kiske en tonos altos, lo que más nos gusta de su manera de cantar. El protagonismo recae sobre él en los primeros minutos para compartirlo al poco tiempo con Kai Hansen. Esto tiene su significado, porque el principal reclamo de esta reunión y de esta nueva formación es ver a Kiske y Hansen al frente de Helloween, es por eso que hasta la mitad de la canción no escuchamos a Deris. La canción suena espectacular, rápida, enérgica, fresca, las tres guitarras se compactan de manera increíble, y dan paso a unas estrofas donde disfrutamos de las distintas tonalidades que ofrece la gran voz de Kiske, uno de los más míticos y mejores vocalistas del Metal. A continuación, el estribillo suena enérgico, melódico y alegre. Tras él, comienza un pasaje instrumental de lo más elaborado, comienza así una fase un tanto progresiva, con un leve toque setentero en su inicio donde ya aparece en escena la voz de Kai Hansen y las guitarras se afilan, sonando sensacional. La canción es una sucesión de momentos totalmente épicos y uno de ellos es cuando entra en escena Andi Deris en claro homenaje a Megadeth con su Hangar 18. Instrumentalmente el tema es impecable, se nota que todos han querido lucirse porque hasta el bajo de Markus Grosskopf adquiere protagonismo en distintas partes del mismo, quedando durante unos segundos en primerísimo plano, algo que no es tan común en Helloween como sí sucede con Steve Harris en Iron Maiden. En cuanto a Dani a los parches, decir que, y siendo quisquillosos, uno se alegra de escuchar un sonido diferente en la caja. Durante los últimos discos de la banda, la caja de Dani sonaba demasiado enlatada, pero recordemos que para la grabación de este nuevo disco, además de grabar de manera analógica, como antaño, el baterista Dani Löble utiliza la antigua batería del fallecido Ingo Schwichtenberg, por lo que la percusión suena de maravilla. Tras la aparición de Deris, las guitarras y el bajo vuelven a lucirse de lo lindo par dar paso a otra pequela fase progresiva que abre la voz de Kai Hansen. El único pero que algunos han puesto a esta canción es que intenta compactar demasiado un tema que en su concepción tiene una duración de trece minutos, algo que ya pasó con el tema Halloween en 1988 cuando quisieron lanzarlo como single de presentación de su Keeper Of The Seven Keys. Part I. Yo personalmente también tenía esa sensación al principio porque he de confesaros que, si bien esta canción no me defraudó en la primera escucha, sí que se me hizo rara, porque sí, amigos, es algo rara. Fue ya a partir de la quinta o sexta escucha cuando comencé a paladearla mejor y a enamorarme de ella. Yo creo que todos nos quedamos algo desconcertados al principio, nadie se esperaba un tema así de complejo. Finalizando Skyfall, la canción se vuelve suave, suena mas sedosa, escuchamos una guitarra acústica, pero todo sigue sonando igual de súper melódico. En el último minuto, se reparten el protagonismo Deris y Kiske, éste regresando a los tonos altos y Deris haciendo unos coros espectaculares. Interviene Hansen a la voz, y de nuevo Kiske en esos tonos altos y Deris a los coros. Hasta en los últimos segundos de la canción se respira epicidad. A lo largo de la misma nos dan toda una lección de música. Por cómo intervienen los instrumentos y cómo se van presentando las voces.

En cuanto a la letra. Para mí, contiene un mensaje bonito. Sí os fijáis, va mucho más allá de una historia sobre un alien que se pierde por el espacio y acaba en un planeta desconocido donde lo aprisionan para inspeccionarlo. Para mí el mensaje de esta canción va más allá. Muy resumidamente, me alude a cuando uno lo pierde todo, está frustrado, triste, perdido, y hay gente que no te comprenderá, que no empatizará con lo que te pasa. De ahí que «Caí del cielo, así que no me preguntes, porque me siento tan mal«. Pero siempre se sale adelante, siempre hay alguien que te echa una mano. Resiliencia, supervivencia, plantarle cara a la vida. Las letras de Helloween son siempre evocadoras, tiene una prosa que invita tanto al ánimo como a la reflexión. Ya, respecto al videoclip, bueno, el vídeo está genial y más aún si tenemos en cuenta que Helloween se caracteriza por tener unos videoclips bastante cutres salvo excepciones como el de Halloween, el de Are You Metal?, o la versión de Dr.Stein que hicieron en 2010. Pasa lo mismo con las portadas de sus últimos discos y esa manía de presentar dibujos en 3D tan horrorosas. Las portadas de sus dos últimos trabajos, Straight Out of Hell (2013) y My God-given Right (2015) parecen la portada cutre de un videojuego para ordenador de los años 90. Así que la sorpresa de toparnos con una portada como la de este nuevo álbum ha sido bestial. Pero ya os hablaré más de la portada cuando reseñe en Anhelarium el disco que pronto está al caer. No os podéis hacer una idea de las ganas que tengo de poder escucharlo entero.

Meses antes de que saliera a la venta el single, ya encargué por Nuclear Blast dos vinilos del mismo, dos ediciones distintas donde, en una de ellas, viene otro tema del nuevo disco. El otro tema que contiene el single se titula Indestructible. Es un tema fantástico que suena más a la etapa actual del grupo y bastante a Unisonic. Pero como os podéis imaginar, ya desgranaré este nuevo trabajo en su debido momento. ¡Ya falta poco! ¡Estoy que no me aguanto! ¡Qué larga se nos va a hacer la espera!

¡Larga vida a Helloween!


La Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021). Una película para hacer justicia

La película ha sido un rotundo éxito y está cosechando una crítica excelente por parte de prensa y público, las únicas impresiones negativas que he leído hasta el momento han sido referentes a ciertos detalles técnicos, como su duración y que el director renunciase al formato panorámico. Antes de comenzar a desgranar esta película, me gustaría dar mi opinión respecto a esto. En referencia a la ausencia de formato panorámico, el propio director ya lo explicó: quería un formato cuadrado para resaltar a los personajes y no al paisaje. Y es que, son ya muchos años donde hemos normalizado lo panorámico, tanto que, a mucha gente se le hace raro disfrutar de una película como antaño. Lo mismo ocurre con la imagen en blanco y negro, hace medio siglo era lo habitual y ahora se nos hace raro ver una película actual de esa manera. Igual pasa con el HD. Recuerdo perfectamente lo raro que se hacía hace unos veinte años ver películas en tan altísima calidad. Para mí, que Snyder haya elegido el formato 1.33:1 para presentarnos su versión de La Liga de la Justicia no hace más que potenciarla aún más, hacerla más interesante, porque ya sabemos todos que en DC lo primordial son los personajes, quedando lo fastuoso en un segundo plano. Ya, respecto a la duración, os tengo que confesar que, cuando he leído a bastante gente quejarse de las casi cuatro horas que dura la película, me produce cierta crispación de lo ridículo que me parece. Me explico. En primer lugar, estamos ante una cinta muy esperada, que lleva mucho tiempo generando una expectación sin igual, a lo que hay que añadir la particularidad de que tiene detrás una triste historia, recordemos que Snyder tuvo que apartarse del proyecto por la trágica muerte de su hija Autumn, teniendo que hacerse cargo del mismo otro director que le dio un enfoque totalmente distinto. Y, segundo, si bien es cierto que dura más que la clásica Ben-Hur, esos que se quejan de su duración son los primeros que luego se vanaglorian y pregonan a los cuatro vientos que se han tragado la primera temporada de no sé qué serie en una tarde o que se han tragado horas y horas de esta otra, o que han hecho una maratón durante toda una noche viéndose tal saga de películas. ¿Ahora, so memos, os vais a quejar de que esta película dure cuatro horas? No seáis más ridículos, por favor.

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A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, de Manuel Chavez Nogales

España es un país hermoso, lo es por muchísimas razones que no entraré a enumerar, es innecesario, pues son razones más que obvias que hacen que se pueda afirmar, con contundencia y total tranquilidad, que España es de los mejores países del mundo, por no decir el mejor. Pero politicamente hablando, España es un país maldito. Y aunque estos cuarenta años de democracia han dado el mayor y mejor peridodo de tranquilidad y estabilidad que España jamás antes había tenido en su historia, este país sigue siendo un quilombo cuando hablamos de política. Las dos Españas, como tantas y tantas veces he oído nombrar. Y es que, si bien es cierto que en muchos países vemos cómo la sociedad está crispada y bastante polariazada (claro ejemplo de ello lo vemos en Estados Unidos o Reino Unido, mismamente), en España esto siempre ha sido así, incluso en sus años de mayor sosiego social y político. Cuando uno saca a relucir sus posturas políticas, ya muchos comienzan a señalar, a estigmatizar, a cancelar al prójimo porque ha dicho esto o aquello, o piensa de determinada manera, o vota a este o aquel partido político. Y ya ni os cuento si se te ocurre hablar de política en Twitter. De hecho es que España, políticamente, siempre ha sido una pela de Twitter constante. Eres de los buenos si piensas de una manera y eres de los malos si pienas de otra. Tanto es así que en este país, los personas de cierta fama o relevancia, tipo actores, deportistas de élite, escritores, artistas de todo cuño, en contadas ocasiones hablan de política y, si lo hacen, es de forma extremadamente correcta y ambigua, porque saben que como saquen a relucir realmente sus ideas, ya comienza la persecución. Sucede tanto en la izquierda como en la derecha, pero más aún en la izquierda, pues en este país tenemos a la derecha más rancia y carpetovetónica de Europa, pero también a la izquierda más sermoneadora, moralista, sectaria y cainita que existe. La izquierda maneja la opinión pública, y no sólo en este país, así que cuidado con discrepar, aunque sea de la manera más superficial posible, con algo en concreto de toda la propaganda izquierdista actual, pues automáticamente te incluirán en el bando de los malos malísimos, de los fascistas. Sí, en la derecha también pasa, no tardarán en ponerte la etiqueta de gilipogre o socialista hipócrita si dices esto o aquello, pero, todo hay que decirlo, nada comparado con el enesañamiento y persecución que existe desde las izquierdas contra todo aquel que muestra discrepancia. Esto sucede tanto en el plano político como en el mediático, incluso más en este último, donde el hooliganismo está a la orden del día. No hay periodistas, hay ultras fanatizados. Siempre he dicho que España adolece de dos grandes tumores, por un lado tenemos a la clase política, que más mala e incompetente no podría ser y, por otro lado, los medios de comunicación, todos vendidos. Raro es encontrarte a un político que no tenga como principal objetivo enchufarse al erario público y vivir cual parásito sin aportar nada a la sociedad, bueno sí, crispación, es lo único que aportan. Como raro también es encontrarte a un periodista que, sin bufanda al cuello cual hincha de fútbol, no te mastique y escupa la información con un claro sesgo político y sectario.

Hablar de la Guerra Civil de manera objetiva y aséptica. Misión imposible

¡Pues la cosa está como para hablar de la Guerra Civil! La izquierda siempre impone su relato, lo hace con cada capítulo de la historia. Su relato es el único válido y, quien lo contradiga, es un facha revisionista. Y la derecha de este país, que como he dicho, más rancia no puede ser, le sucede tres cuartos de lo mismo, aunque suele pasar un poco más de este tema en concreto, me refiero a la Guerra Civil española. A sangre y fuego siempre ha sido un libro incómodo, tanto para los que sienten simpatía por un bando u otro, me refiero a esos dos bandos que se enfrentaron en aquella lucha fratricida que fue la Guerra Civil española. Es por eso que durante tantos años, tanto el libro como su autor, han estado relegados al más absoluto olvido. Pero internet siempre hace su magia y, gracias a las redes sociales, este libro, a pesar de haber sido escrito en mitad de la contienda, en 1937, jamás ha tenido tanto éxito como en estos últimos años. Diría que, más concretamente, ha sido en este último lustro cuando este libro está en boca de todos. Y no sabéis cuánto me alegro. Manuel Chaves Nogales fue un periodista y escrito español que, a pesar de no estar afiliado al PSOE de la época, bien se posicionaba con los socialistas y apoyó en todo momento al Gobierno de la República. Así que imaginaos lo tremendamente incómodo que es para las izquierdas de este país saber que este escritor de izquierdas rompe por completo con el relato imperante de buenos contra malos. Ese que siempre desde las izquierdas se ha intentado hacernos creer, ¡y ojito con decir lo contrario! Nunca este escritor ha estado en boca de nadie de las izquierdas de este país, como tampoco en la derecha. Chaves Nogales con este libro nos hace ver dos cosas. La primera es que parte con el relato de buenos contra malos, de esa idea simplista que viene a decirnos que la Guerra Civil española era una guerra entre los buenos, los amantes de la libertad y la democracia, contra lo malos, todos unos fascistas anti demócratas. Y la segunda, es que consigue avergonzarnos a todos por hacernos ver que, a día de hoy, todavía es imposible en este país tratar este capítulo de nuestra historia de forma objetiva y aséptica.

«Y tanto o más miedo tenía de la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de la Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas». Manuel Chaves Nogales

Recordemos que para analizar un capítulo en concreto de la historia hay que meterse de lleno en el contexto que le rodea. No vale analizar el pasado con los ojos del presente, eso que tanto se hace en estos últimos años. Como decía hace unos años Arturo Pérez Reverte en una conferencia, pintar de malo al chaval falangista de diecisiete años que en pleno año de 1934 va repartiendo sus panfletos por los barrios obreros de Madrid y, al mismo tiempo, angelicalizar al comunista que venía haciendo lo mismo, es un error. ¿Qué culpa tendrá el chaval enamorado de las ideas joseantonianas de lo que años después provocaría el fascismo de Hitler? O, ¿qué culpa tendría el chaval comunista enamorado de las ideas marxistas de lo que haría Stalin posteriormente? Meternos de lleno en el contexto hace que tengamos que observar que ambas ideologías, en aquellos días, estaban en la más absoluta vanguardia. El fascismo y el comunismo, en los años veinte y treinta del siglo pasado, no tenían en aquellos días la prensa que luego tendrían. Pero tampoco podemos reducir la guerra española en fascistas contra comunistas. Ya lo decía Clara Campoamor, tantos liberales hay en el bando nacional, como totalitarios hay entre los frentepopulistas. Como también decía que, ganara el bando que ganara, tras la victoria, ninguno ofrecería gobierno democrático alguno. Esta abogada, escritora y política, todo hay que recordar, muy lejos estaba de pertenecer a cualquier ideología o bando fascista o derechista.

«La causa de la libertad entonces en España no había quien la defendiera»Manuel Chaves Nogales

Chaves Nogales, tras ver que el gobierno republicano abandonaba Madrid, decidió exiliarse a París. Consiguió hacerlo bien entrado el año de 1937, en los momentos más crudos de la contienda. Manuel Chaves Nogales se encontró en primera linea de batalla y, como buen reportero, quiso recoger entre sus escritos lo que en aquellos días vio. Testigo fiel del que es el capítulo más triste de nuestra historia, este periodista sevillano, sintiéndose a salvo ya en Francia, decidió contar a través de nueve relatos todo lo que en España acontecía por aquellos días. Estos nueve relatos son: ¡Masacre, masacre!, La gesta de los caballistas, Y a lo lejos, una lucecita, La columna de hierro, El tesoro de Briesca, Los guerreros marroquíes, Viva la muerte, Bigornia y Consejo obrero. Todos ellos son relatos extraídos de hechos verídicos según contaba el propio autor.

Parece que en España corren ciertos vientos de cambio, al menos en cuanto a tratar este asunto de la Guerra Civil y, eso es, en cierto modo, un alivio. Porque, junto al hecho de que este libro, tras tantos años, haya alcanzado el éxito que nunca tuvo y sus páginas zapateen con popularidad en nuestros días, hay que sumarle que por primera vez en la historia de nuestro cine, se ha hecho una película sobre la Guerra Civil española de manera objetiva. Hablo de la película Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar. Los españoles hemos tenido que esperar hasta finales de 2019 para poder disfrutar de una película patria que trate este asunto sin posicionarse descaradamente, sin sesgo político alguno, como ha sido costumbre desde el minuto uno en nuestro cine. Porque, ya me diréis, qué películas españolas sin contar la de Amenábar, tratan con objetividad la Guerra Civil. Os recuerdo un dato, los españoles, para conocer en profundidad y sin partidismos los entresijos de la guerra, hemos tenido que acudir a autores extranjeros como son el británico Paul Preston o el norteamericano Stanley G. Payne. Es triste que para adentrarse en la Guerra Civil española, las mejores fuentes a las que acudir no sean de aquí, que tengan que venir eruditos extranjeros a contarnos la historia de nuestra país. Así están las cosas en España.

Este libro de Manuel Chaves Nogales, creedme, es un libro que todo español tendría que tener en su estantería.