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AVANTASIA en Madrid. El mejor concierto al que he asistido en toda mi vida

Toby, Atkins y Kiske. Como podéis comprobar, viví el concierto muy de cerca

Toby, Atkins y Kiske. Como podéis comprobar, viví el concierto muy de cerca

Llevo desde los catorce años asistiendo a conciertos y estoy a punto de cumplir treinta. Son muchos años yendo a conciertos y jamás me había sentido como el domingo pasado viendo el show de AVANTASIA en Madrid. Tres horas y cuarto de concierto y trece estrellas del Rock encima del escenario. Cuando digo que es el mejor concierto al que he asistido en mi vida no lo digo sólo por lo bien que sonaba el directo, las voces, los instrumentos o por lo mucho que me gustaban las canciones, lo digo por la energía que trasmitía cada uno de los artistas que formaban semejante plantel. No se comportaban como meros invitados, sino como lo que son, una pandilla de amigos que henchidos de ilusión y ganas se juntan para tocar buena música. Toda esa energía que trasmitían se fusionaba con la ilusión del que va a asistir a un concierto deseando que empiece. La química entre esos artistas y los que allí nos encontrábamos, era única. Uno no podía esperar menos sabiendo que se daban cita a tantos artistas de renombre en la escena Rock/Heavy. Ah, y antes que se me pueda olvidar, semejante concierto a un módico precio de 40 euros. Nada, pero que nada mal. Llevo enamorado de AVANTASIA desde el lejano año 2001 que disfrutaba vehementemente de aquella ópera prima, The Metal Opera Part.I, su alter ego fuera de EdGuy. Desde que tenía catorce años no he dejado nunca de escuchar el primer disco de AVANTASIA, es de los discos más significativos para mí, un imprescindible en mi vida. Con el paso de los años ese ambicioso proyecto que veía la luz a principios de la década pasada se iba convirtiendo poco a poco en todo un emblema del Metal actual hasta convertirse en lo que es hoy, un transatlántico del Heavy Metal, el espectáculo más esperado por todos los fieles de esta música, al menos en Europa. Durante todos estos años Tobias Sammet ha demostrado lo que muchos ya pensábamos hace quince años, que él es un genio de la música y que él es el futuro de esta música. Esto mismo tuve la suerte de decírselo en persona en el verano de 2006, cuando disfrutaba del Metalway de Jerez.

El concierto fue impresionante, insuperable. Los músicos y los cantantes congeniaban con el público como si nos conociéramos de toda la vida. A las ganas y energía de estos artistas, sumémosle las canciones que se sucedían una a otra y lo bien que sonaban en directo. Hablo ahora de los temas que componen el mundo de AVANTASIA, dejando un poco bastante olvidado la segunda parte de su Metal Opera, el setlist estaba compuesto de temas desbordantes, desde su primer trabajo hasta los últimos, haciendo en éstos más hincapié y dejando las canciones más emblemáticas de los clásicos para la recta final. Cada canción era recibida con mayor ímpetu que la anterior, porque cada uno de los temas que sonaban eran una ola que crecía más y más. Temazo tras temazo, temazo tras temazo. Los que conocemos bien la discografía de Sammet con AVANTASIA sabemos de sobra que este proyecto está repleto de canciones hímnicas, de estribillos poderosos y melodías que no se te quitan de la cabeza. Yo personalmente tomé la opción de no saber qué setlist venían trayendo, quería que la sorpresa fuera mayúscula y sentirme más apasionado al escuchar los primeros acordes de cada canción. No es la primera vez que lo hago y, si eres un asiduo de los conciertos, créeme, es un subidón.

El gran Bob Catley

El gran Bob Catley

Antes de detallar la que fue una velada para el recuerdo, quiero dedicarle esta humilde crónica a mi amigo Néstor, que vino desde Ferrol para disfrutar juntos de este grandísimo concierto y con el que me lo pasé en grande,  es todo un señor del Norte, y a mi querida Jazmín, por desear haber estado conmigo esa noche, pero que lo estará más adelante en muchos conciertos más, de eso no hay duda. Michael Kiske es la voz del Power Metal y una de las voces más prodigiosas. Qué barbaridad. Esto me daría para mucho de qué hablar, porque bien es cierto que su vuelta a los escenarios es de hace unos pocos años y su voz no ha sufrido largas giras durante décadas, conservando así una voz que recuerda por momentos a la de aquél Kiske de dieciocho años que con su enorme melena y llamativos pantalones iba de gira por medio mundo presentando los Keepers. ¿Qué hubiera pasado si no le hubieran expulsado de Helloween? ¿Y si durante tantos años no hubiera renegado del Metal? ¿Dejó perder tanto talento? Esto es harina de otro costal, y aquí vengo a hablaros del excelente concierto de AVANTASIA. Pero lo siento, para muchos, este tipo ha sido el cantante de muestra adolescencia. Y es por eso que tras deciros que con Michael Kiske todos lo flipamos en colores, sin desmerecer a ninguno de los que en ese escenario daban lo mejor de sí, tengo que deciros que Jorn Lande fue el amo de la noche. No me lo esperaba, nunca había visto a Jorn Lande en directo y me dejó impresionado. Todos tuvieron su protagonismo, Tobias Sammet supo ser un buen anfitrión y supo tejer la función de manera que cada uno de ellos se luciera como mejor sabe. Pero, Jorn Lande y Michael Kiske fueron los dos colosos de la noche, y si no que venga alguien y me lo discuta.

Tobias Sammet estaba pletórico, su rostro siempre sonriente exhibía satisfacción, parecía sentirse como un padre orgulloso de ver triunfar a su hijo. Ya son siete discos, señor Tobias, siete discos de AVANTASIA y todos de una calidad casi inalcanzable para la mayoría de artistas y grupos de este estilo. Muchos tenemos que esperarnos a que salga lo nuevo de AVANTASIA para poder gozar de canciones con semejante fuerza y melodías. Durante aquella noche, Tobias sonreía, miraba al público con gestos de sincero agradecimiento, siempre amable, pero también era muy visible la admiración con la que Toby se dirigía a sus invitados, cómo los miraba y cómo les hacía participar dándoles su merecido lugar en el escenario. El genio de Tobias Sammet disfrutaba en el escenario de la compañía de artistas que fueron y son sus ídolos, como el entrañable Bob Catley, Eric Martin o Michael Kiske. Se sentía privilegiado por ver hasta dónde ha llegado lo que comenzó siendo un disco de colaboraciones hace casi veinte años, y lo que es ahora. Y seguramente también se sintiera asombrado, desde luego bien lo parecía, tanto como nosotros, al ver toda esa la magia que se creaba en el ambiente. Yo particularmente jamás había visto algo así en un concierto, nunca había visto tanta comunión entre los músicos y el público. Tobias sabía que eso no se veía todos los días. Además, Sammet cantó muy bien, aguantó esas tres horas y cuarto sin que se le fuera la voz, cosa que ya le ha pasado en ocasiones anteriores, pues en directo su voz no es la de antes. Yo ya le he visto cuatro veces y ésta ha sido la mejor noche que le he visto.

Herbie, Lande y Eric

Herbie, Lande y Eric

Las puertas del recinto se abrieron quince minutos antes de lo previsto, a las siete menos cuarto, pero a las ocho menos un minuto, cuando la sala estaba ya repleta de gente, las luces se apagaron y dio comienzo un concierto que nunca olvidaremos. Era la segunda función en La Riviera, la noche anterior habían reventado el aforo de la sala y la anterior habían hecho lo mismo en Barcelona. Tres noches seguidas de trabajo, más de nueve horas de concierto en tres noches seguidas. Mi temor era que se les notara el cansancio, y qué memo fui al pensar eso, porque a las ocho de la tarde sonó Mystery of a Blood Red Rose y de ahí en adelante, no cerraría la boca durante todo el concierto. Me tuvieron más de tres horas embobado, emocionado, efusivo e infatigable, si por mí hubiera sido, nada más terminar el concierto les habría pedido que lo comenzaran de nuevo, eso era sensacional. Tras interpretar la canción con la que se presentaron a Eurovision, comenzó el segundo tema de la noche, Ghostlights, junto a Michael Kiske. Al verle salir al escenario, con sus típicas poses y esa voz única, la gente se volvió eufórica. Yo era la primera vez que veía a Kiske en directo y fue una toda una experiencia para mí. Y llegados a este punto no puedo olvidarme de los grandes músicos como Sascha Paeth, guitarrista y productor que durante todo el concierto se mostró sonriente y con toda profesionalidad llevó el peso de musical del concierto junto a Oliver Hartmann, haciéndonos disfrutar con sus magníficos solos de guitarra. Comenzó Invoke the Machine y era tiempo para el gran Atkins, líder de la banda Pretty Maids. Sigo a esta banda desde hace años pero nunca he tenido la oportunidad de verles en directo. Y ahí estaba el señor Ronnie Atkins, como si fuera su primer concierto, totalmente entregado. Tal era su actitud que se llevó todos mis vítores, me encantó cada vez que salía al escenario. La actitud de un viejo rockero por el que no pasan los años. Mientras, debo hacer mención a la bellísima Amanda Somerville, pues, aunque luego tendrían mayor protagonismo, durante todo el concierto se dedicó, junto a Herbie Langhans, a hacer los coros de las canciones en la parte posterior izquierda del escenario. Amanda no paró de sonreír y de mover su preciosa melena rubia. Su presencia daba más brillantez y notoriedad a este espectáculo.

La bella Amanda Somerville

La bella Amanda Somerville

Y ahora, junto a Atkins y Kiske en el escenario, Tobias Sammet presentó Unchain the Light, otro de los grandes temas de su último trabajo Ghostlights. El principio de esta canción me viene genial para hablaros ahora de un par de músicos que se llevaron la admiración de todos los allí presentes por su entrega y buen rollo durante el show, y me refiero al teclista Miro Rosenberg, que sentado junto a Herbie y Amanda, inundaba nuestros oídos de melodías y se mostraba siempre simpático, como simpático y bastante loco es Felix Bohnke a los parches. Batería de EdGuy desde 1998, lo es también en AVANTASIA y tuvo momentos bastante graciosos a lo largo del show. Nosotros estábamos en cuarta fila, justo delante de la batería y nos hartamos de doble bombo. Comenzaba acto seguido el que sería uno de los momentos más agradables del concierto, ver aparecer por el escenario al señor Catley (Magnum) interpretando ahora el tema A Restless Heart and Obsidian Skies. Con 68 años ahí estaba Bob, con esa elegancia casi decimonónica y con esa voz tan peculiar, interpretando uno de los temas más bonitos de AVANTASIA junto a Tobias Sammet. Lloré, os lo confieso, en este momento, sobre todo justo al estribillo, lloré. Y tras este idílico momento, comenzaron los acordes de The Great Mystery y juntos volvieron a dejarnos el corazón como un puño. Impresionante. Creedme, es difícil escribir al detalle lo que uno podía sentir en ese momento.  Si ya me encontraba cerca del escenario, como el que no quiere la cosa me iba acercando más, ambicioso, quise sentir más de cerca lo que jamás olvidaría. La actitud del señor Catley a sus casi setenta años era excelente, y ya quisiéramos muchos llegar a esa edad así.

Y a continuación, otro momentazo de la noche, comienza a sonar The Scarecrow y entra en escena el que sería el jefazo mayor durante toda la noche, el gran Jorn Lande. Repito que no pretendo desmerecer a los demás, pues sería imposible a la par de estúpido por mi parte, pero Jorn Lande nos guardó a todos en su bolsillo e hizo lo que quiso. Este hombre hacía que cada vez que pisara el escenario no quisieras apartar la vista de él, pues a cada instante le ponía una entrega y una pasión descomunal. Y con toda esa energía, dieron paso a otro plato fuerte, Lucifer. En esta ocasión la voz rasgada de Lande se cubría de todo sentimiento para dar comienzo a una canción que luego se torna rápida y contundente. Uno de los mejores temas del último disco. A continuación uno de los tantos momentos cómicos del show. Oliver Hartman intentaba darle lecciones de acordes a Sammet a lo que éste se mostraba arrogante como sabiéndolo hacer todo. Tras ello, Oliver ya no sólo se lució con las cuerdas, sino que también lo hizo como cantante, ahora con el tema The Watchmakers’ Dream, perteneciente al penúltimo trabajo, The Mistery Of Time. Tras esto, juntos dieron paso al que fue otro de los momentos más emotivos para mí. Las luces se apagaron, una pequeña luz iluminaba la escalera central situada en el escenario, y ahí estaba, uno de mis cantantes favoritos, Eric Martin (Mr.Big) dando comienzo a What’s Left of Me una de las canciones más bonitas de AVANTASIA, perteneciente al mismo disco que la anterior. Era la segunda vez que disfrutaba de la voz de Martin en directo, pero esta ocasión era algo más especial, era una noche muy especial, demasiado única. Ver a tantos grandes cantantes juntos. Qué maravilla, amigos míos. La inigualable y extraordinaria voz de Eric retumbaba en nosotros para luego aparecer Sammet y encumbrar aún más esta preciosa canción.

Sascha y Oliver

Sascha y Oliver

Sutilmente se dio paso al que sería otro clímax de la noche, The Wicked Symphony, canción que congregó a Oliver Hartmann, Jorn Lande, Amanda Somerville, Herbie Langhans y Eric Martin (en esta ocasión sin Tobias Sammet) y que hizo las delicias de todos los allí presentes. Era turno ahora para Draconian Love, uno de los nuevos temas del último disco y que a las primeras escuchas recuerdo que no me convenció. Luego le tomé el gusto y sobre todo, me acabé enamorando de la voz de Herbie, que hasta la fecha, me era totalmente desconocido. Su momento en el concierto me sirvió para, cómo no, volver a deleitarme pero también, para conocer a otro artista más. Herbie Langhans y su portentosa voz me ha llevado a conocer un grupo que se me había escapado por completo, Sinbreed, que recientemente han presentado nuevo disco, Master Creator. Volvería el orgasmo colectivo en esta ocasión con Farewell interpretado ahora por Amanda Somerville de la mano de Michael Kiske y Tobias Sammet. Poco puedo deciros de esta canción que no sepáis ya, solo que en directo te deja el vello de punta desde el primer segundo hasta que acaba. Alucinante. Como alucinante fue el siguiente tema, Stargazers, mi preferido de Angel of Babylon y que contó con la participación en el escenario de Kiske, Atkins, Lande y Hartmann y que fue de los más grandes y mejores momentos de la noche, porque justo después, llegarían con Shelter from the Rain con Kiske y Catley a las voces. Como podéis comprobar, son grandísimos temas que se suceden uno a otro, haciendo que la euforia no cesara ni por un instante. Como ya comentara en mi reseña del Ghostlights no hace mucho, AVANTASIA es de esas pocas máquinas generadoras de majestuosos e inigualables temas, de esos que muchos grupos darían lo que fuera por tener en sus discos, una máquina que se mueve por el accionar de una manivela sujeta por el que es el personaje más perspicaz y extrovertido de este mundillo del Rock/Heavy a día de hoy, Tobias Sammet. 

Tras la epicidad y la veleidad de Shelter from the Rain, le llega el turno a The Story Ain’t Over donde vemos a Catley en el escenario interpretando uno de mis temas favoritos de los últimos discos de AVANTASIA. Tras dos horas de concierto, aún estaba algo lejos de acabar, y Let the Storm Descend Upon You, el que por unanimidad es el mejor tema del último disco, comenzaba. Lande y Ronnie Atkins elevaron este tema a mayor categoría con su interpretación en directo y fue otro de esos momentos cumbres de la noche. Y siendo el jefe Lande de nuevo el protagonista, que además, entre canción y canción, se dirigía a nosotros con amables palabras, nos regocijamos con el que es mi tema favorito, Promised Land. Todos los temas sonaron estupendamente pero este fue el que más, lástima que este concierto no esté gravado en DVD con alta calidad porque fue verdaderamente exultante. Esta actuación fue el preludio de otro de los platos fuertes de la noche, Reach Out for the Light, con un Michael Kiske entregadísimo, haciendo alarde de su chorro de voz y mostrando a todos por qué él es y será la voz del Power Metal. Tras esta canción hubo una pequeña pausa donde Tobias bromeaba con el público sobre la manera de cantar de Kiske. Y acto seguido, la canción que da título a este proyecto,  la canción que nos hizo enloquecer en nuestra adolescencia, la que más nos hizo soñar y vibrar, Avantasia. Entre mis recuerdos, aún me veo con total nitidez, siendo aquel adolescente que con temas como este se adentraba en una senda que me conduciría a un frondoso bosque del que jamás querría salir, un pequeño paraíso musical llamado Heavy Metal. Tobias Sammet, entre otros, tiene la grata culpa de provocar en mí esta pasión interminable de querer disfrutar mientras viva de este estilo de música.

Sascha y Michael Kiske

Sascha y Michael Kiske

Los últimos pases eran para Twisted Mind, mi tema favorito del álbum The Sacrecrow, interpretado por Eric Martin y Atkins. Disfrute como un poseso, creedme. Escuchar esta canción con Eric Martin fue para mí algo bestial. No dejaba de dar botes y cantar a grito pelao el estribillo. Tras esta enorme canción, Eric se quedó unos minutos bromeando con Toby, diciéndole que la música de éste estaba muy bien, unos temas cojonudos, pero todos hablaban de dragones, y…¡Ninguno hablaba de sexo! ¿Por qué no hay sexo en tus canciones, Toby? ¡Enorme, Eric! Y así es como se dio paso a Dying for an Angel, canción que otrora cantara Klaus Meine (Scorpions) y que ahora, en mi opinión, mejoraba con la voz de Eric Martin. Su versión la hizo aún más preciosa dejándonos a todos atónitos. A mí al que más.

Cuando ya llevábamos tres horas de concierto, se plantó Sammet en mitad del escenario para cantar Lost In Space, también, otro de los mejores y más demandados temas de AVANTASIA y que personalmente me trae unos muy bonitos y buenos recuerdos. Aprovechó Tobias ese momento para presentar al elenco de artistas que lo acompañaban. Tras ello, la manera de finalizar un show así tendría que ser por todo lo alto y Tobias no supo elegir mejor cómo hacerlo. Estuvo de lo más acertado haciendo que todos se subieran al escenario para cantar juntos un Sign of the Cross y The Seven Angels, ambas canciones entremezcladas como si de una sola se tratase. Cuando los trece artistas se subieron juntos a cantar Sign Of The Cross no hubo en la sala un corazón que no latiera con fuerza, pero cuando sonó el estribillo de The Seven Angels interpretado por 13 estrellas del Rock, no hubo una sola alma allí presente que no se dejara llevar a la locura.

Escuchando The Seven Angels como jamás lo habría imaginado

Escuchando The Seven Angels como jamás lo habría imaginado

¡Un concierto apoteósico! Hasta la fecha, el mejor concierto al que he ido en mi vida.


Avantasia – Ghostlights [2016] El proyecto más ambicioso de Tobias Sammet

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Tuve la enorme fortuna de poder disfrutar de este disco poco antes de Navidad. Me sentía un privilegiado porque por causas que obviamente no detallaré, sin esperarlo, me topé con esta dicha, la de ser de las pocas personas que por aquellos días podía escuchar ya el nuevo disco de Avantasia, probablemente el que más expectación ha despertado. El disco aún no ha salido a la venta, se publica el próximo día 29 de enero. De ahí que me sintiera un privilegiado. Yo lo pude disfrutar durante todas las Navidades, no paraba de escucharlo. Tras muchas escuchas completas, creedme si os digo que todos los días me lo seguía poniendo, a veces lo volvía a escuchar entero y otras iba directamente a los temas de este Ghostlights que más me han entusiasmado. Cambié los villancicos por este Ghostlights durante todas las fiestas navideñas. Con su música me despedí del 2015 y también le di la bienvenida a este 2016 que sólo acaba de comenzar.

Lejos de aquellos Avantasia de marcado carácter Power Metal y como viene siendo habitual desde The Scarecrow, Tobias Sammet vuelve a presentarnos un trabajo desbordado de grandes temas donde ya el Power Metal tiene menos estrella y protagonismo que antes, dejando más galantería al Hard Rock de buenas dosis AOR y a un Metal sinfónico que en mi opinión, no lo es tanto, galopando igualmente por otros recodos como el Pop más electrónico y el Rock más clásico del que siempre ha bebido el señor Sammet. A riesgo de que me tachen de purista o de nostálgico, no puedo dejar de ser crítico hasta con aquello que más me apasiona, lo he dicho muchas veces, y ahora en esta ocasión, con la música de Toby, no podía ser menos. Me enloquece Avantasia, adoro el camino que ha recorrido Tobias Sammet con lo que empezó siendo un proyecto más entre colegas y amigos, como tantos otros se han hecho, y que se ha consolidado como la marca más renombrada del Heavy actual. Los músicos evolucionan y su arte lo hace con ellos. En 2008 me sorprendió muchísimo el giro que le dio Sammet a Avantasia y lejos de defraudarme, me entusiasmó, pues me sentía hechizado por esos melódicos temas como Lost In Space o Twisted Mind. Celebro siempre que un artista presente cosas nuevas y encandile al público respetable. Un músico, como un mago, debe siempre sorprender a la gente. Y Sammet nos ha embelesado muchas veces con su música, tanto en su banda madre, EdGuy, como en Avantasia. Pero he aquí la nota discordante a este gran Ghostlights, no sorprende más allá de sus excelentes estribillos. Mantiene el gran nivel que los Avantasia de años anteriores, pero no deja de ser más de lo mismo. Una recopilación de heterogéneas canciones, muy buenas canciones, destinadas a satisfacer a los que nos deleitamos con este tipo de música. Que no es poco, oiga. A fin de cuentas, disfrutar de la música es lo que más importa.

La falta de autenticidad, eso es lo que ha perdido Avantasia. Cuando se me pasa la borrachera de escuchar sus nuevos temas y me pierdo en el recuerdo, contemplo cómo a principios de la década del dos mil se creó una Metal Opera que derramaba un talento como ninguno, donde se dio forma a un proyecto de empaque, donde la música compartía protagonismo con una historia de fantasía que a muchos nos provocó que nos emborracháramos aún más con aquellos Avantasia. Los siguientes trabajos de Avantasia, desde que Sammet se alejara de aquellos compases de Serpents In Paradise o The Looking Glass, han sido y son una gran fuente de excelentes y admirables temas, pero esa personalidad se difuminó en el aire hace tiempo. Y no digo esto sólo por despegarse Tobias del Power Metal. Si ya sabemos todos que es difícil innovar en un género musical, más aún en un subgénero como el Power Metal (aunque soy de los que piensa que este estilo aún puede dar mucho más). Me refiero a todo lo que envolvía esos dos primeros discos, su excelente producción, ese vínculo armonioso en la historia en que se presentaban esos antiguos temas protagonizados por un tal Lugaid Vandroiy y Gabriel Laymann, entre otros.

Avantasia – The Metal Opera Pt.1 [2001]
Mastodon – Once More ‘Round The Sun [2014]
El inicio de un proyecto crucial para el Metal
Genial regreso de los del Atlanta

Pero creo que me estoy liando demasiado y lo que toca ahora es reseñar brevemente los temas de este Ghostlights, un disco que no deja a nadie indiferente y que musicalmente es de lo más potente. El año 2016 entra por la puerta grande y encima de la mesa, como carta de presentación, nos deja este gran trabajo que comienza con Mystery Of A Blood Red Rose, un tema de buen Hard Rock cantado en su totalidad por Tobias Sammet que recuerda vagamente a ese Meat Loaf y que está acompañado de unos buenos coros. El tema da paso a Let The Storm Descend Upon You, donde ya nos topamos con los primeros invitados, Jorn Lande y Ronnie Atkins. Es uno de los mejores temas del disco y es el que más recuerda a esos viejos Avantasia. Todo en este tema es un prodigio. Sus estrofas, puentes y sobre todo, ese estribillo. Una verdadera delicia. Uno de los rockeros más gamberros y queridos por todos es Dee Snider, líder de Twisted Sister y que hace aparición en el siguiente tema, The Haunting. El tema es oscuro, siniestro, Snider se enfunda el mejor traje de Alice Cooper y nos regala toda una gran interpretación aportándole su gracia particular. La aparición de Sammet en este tema es la que más me gusta, encaja a la perfección, todo lo contrario a lo que ocurre en Ghostlights, tema que canta con Michael Kiske. Pero justo antes, tenemos a otro invitado, el gran Geoff Tate (Queensryche). A mí el tema no me termina de enamorar si bien se deja escuchar muy bien. Pero resulta algo lento y da la sensación de no estar mejor aprovechado, y más teniendo al lado una voz como la de Tate. Y como decía, llegamos al tema en el que Sammet bien podría haberle dejado el protagonismo a Michael Kiske. En el tema que da nombre al nuevo álbum, escuchamos al Kiske de los Keepers, cantando en tonos altos y abusando de esos agudos que tanto nos gusta de él. Me desentona bastante la voz de Sammet en este tema, pues si ya de por sí es quizás el mejor del disco, si hubiera sido tarea sola de Michael Kiske, estamos entonces ante el temazo del año.

Sexto tema del disco, Draconian Love y nuevo invitado, Herbie Langhans (Seventh Avenue). Un tema sorprendente por lo diferente que suena, por esa mezcla de voces, el contraste perfecto entre la voz grave de Herbie y la de Sammet. Aquí sí, Sammet vuelve a perfilar una gran colaboración con un invitado. Volvemos a degustar otro plato fuerte de este Ghostlights, Master Of The Pendulum. Posee un riff espectacular y unos coros magníficos. Marko Hietala (Delain, Nightwish) es el invitado en este gran tema y con él gozamos junto a Sammet de uno de los mejores cortes del álbum. Es turno de Isle Of Evermore, donde escuchamos a la preciosa Sharon Den Adel (Within Temptation). Sammet canta esta balada junto a la dulce voz de Sharon en un tema suavemente melódico y elegante. El paréntesis melancólico llega a su fin con Babylon Vampyres, otro de los grandes temas de este nuevo trabajo de Avantasia. A mí me encanta, es ideal para los conciertos por la energía y buen rollo que transmite. Un tema de puro Hard Rock que cuenta con Robert Mason (Warrant) y con Oliver Hartmann y Bruce Kulick a las guitarras. Desde luego el disco no decae, pues de seguido llega Lucifer, donde disfrutamos del mejor Lande, que como ocurre con Michael Kiske, se ha convertido en colaborador habitual en los discos de Avantasia. Comienza acompasado cual medio tiempo, con un elegante piano protagonista de la excelente interpretación de Lande, para dar paso a una contundente batería. El tema es fantástico. Llegamos al final del disco con Unchain The Light, que pasa a ser otra de las joyas de la corona. Los invitados para este grandísimo tema no podrían dar mejor la talla. Hablamos de Ronnie Atkins de Pretty Maids y de nuevo, la voz de aquellos Helloween de los años ochenta, Michael Kiske. Con Unchain The Light volvemos a disfrutar de todo un himno en la saga Avantasia.

Este Ghostlights no podría acabar de otra manera que por todo lo alto. Por ello volvemos a contentarnos con el gran Bob Catley (Magnum). En A Restless Heart And Obsidian Skies, tenemos un tema a medio tiempo, de corte más progresivo que igualmente posee unos coros y estribillos enérgicos y sensacionales.

Quizás esos discos de Avantasia no regresen nunca más, pero ahí están, enmarcando una época irrepetible para el Power Metal con ese halo de integridad y grandeza. Ahora, toca disfrutar de discos concebidos para otros menesteres, pues Avantasia se ha convertido en el transatlántico de los conciertos en el Heavy Metal. Avantasia ha pasado de ser un excelente proyecto del Power Metal más elegante a ser una máquina de grandes temas y la plataforma ideal para recorrer medio mundo, haciendo que este proyecto musical sea ahora la ambición de los promotores de conciertos.


AvantasiaThe Metal Opera Pt.1 [2001]

Acababa de cumplir los dieciséis años y me encantaba pasar las horas escuchando esta fantástica música, acababa de descubrir todo un mundo nuevo, algo que me fascinaba como nada lo había hecho. En esos días, la accesibilidad a este tipo de música no era tan sencilla como ahora. La facilidad con la que desde hace años podemos tener acceso a información de cualquier banda y al contenido directo de todos sus discos en tan sólo unos minutos, no existía en julio de 2001, fecha en la que se publicó este magnífico álbum. Gracias a conocidas revistas como la Heavy Rock, que a día de hoy se sigue publicando, y a lo poco que podíamos conseguir en el Internet de aquella época, nos las apañábamos la mar de bien. Si el Internet de ahora pasara a ser como era antes, aunque fuese por unos días, muchos nos jalaríamos de los pelos en más de una ocasión. Pero en aquellas tardes teníamos todo lo que necesitábamos, nos sentíamos plenos. Era verano, éramos muy jóvenes, buenos amigos, y música como ésta se encargaba de amenizar esas tardes y largas noches, el mejor y más excitante y actual Heavy Metal nos hacía vibrar como nunca. Avantasia, The Metal Opera Pt.1 fue de los primeros discos que consiguió atraparme al instante, provocando que en mí se despertara el metalero que todos llevamos dentro.

Tobias Sammet, con su enorme talento y brillante creatividad, daba un giro de tuerca a este grandioso género, y desde 1999, durante la gira del Theater Of Salvation, cuarto disco de su banda, EdGuy, comenzó a idear cómo crear una Opera Metal, un proyecto conceptual, completamente sinfónico y épico. Y así fue como en 2001, editó esta primera parte de Avantasia, el disco que sorprendería y enamoraría a millones de personas en todo el mundo.

Para esta primera entrega de Avantasia, consiguió reunir a un elenco de artistas que a cualquier amante de esta música deja atónito. Músicos de la talla de Kai Hansen (Gamma Ray), Timo Tolkki (Stratovarius), André Matos (Symfonia, ex-Shaaman, ex-Angra), Michael Kiske (Unisonic, Place Vendome, ex-Helloween),  Sharon den Adel (Within Temptation), Markus Grosskopf (Helloween), Henjo Richter (Gamma Ray), Alex Holzwarth (Rhapsody of Fire), David DeFeis (Virgin Steel) y Oliver Hartman entre otros. A todos ellos que aportaban su voz en este disco, se les asignó un personaje ficticio correspondiente a la historia inventada, un mundo fantástico en el que Tobias Sammet explota su faceta más creativa. El nombre de este proyecto es una mezcla de dos palabras: Ávalon y Fantasía y en palabras de Tobi, describe un mundo más allá de la imaginación humana.

Tras una breve intro, comienza uno de los mejores temas del álbum, Reach Out For The Light, para muchos, el más notorio del disco, aunque yo discrepo, pues The Tower es para mi gusto, el plato fuerte de este trabajo. En este primer tema nos encontramos a Sammet compartiendo protagonismo con Michael Kiske, el que es sin duda una de las mejores voces del Heavy Metal, una voz mil veces imitada y nunca igualada, con un registro único y de lo más personal. El tema es puro Power Metal, rápido, trepidante y con un estribillo potente y melódico. Le sigue otro desbordante tema, Serpents In Paradise, una canción no tan aguda y rápida como la anterior, donde ahora es turno de David DeFeis. A diferencia de la anterior, en esta se puede apreciar aún más la tremenda calidad de estos músicos, pues la guitarra y la batería suenan de infarto, y no es de extrañar sabiendo que tras las cuerdas está Henjo Richter y a los parches Holzwarth, baterista de Rhapsody of Fire. Recuerdo perfectamente que esta fue de las primeras que más me atrapó de este disco, la atmosfera que creaba a mi alrededor me fascinaba, me sentía envuelto por esta música.

Comienza Breaking Away, y escuchando unos rápidos teclados, volvemos a escuchar la voz de Kiske junto a la de Tobias Sammet. Otro tema rápido, en donde resuena a toda potencia el doble bombo de Holzwarth. En este disco podemos apreciar al detalle los distintos tipos de ingredientes que se han utilizado para componer esta primera parte de Avantasia. Podemos comprobar que el Power Metal es el estilo imperante, pero algunos temas se acercan al rincón más progresivo e incluso al Folk Metal, como es el caso del siguiente tema, Farewell, donde podemos deleitarnos con la preciosa y dulce voz de la cantante de Within Temptation, Sharon den Adel. Unos ilustres coros y una magnifica lírica hacen de este tema algo exquisito para los odios.

The Glory of Rome me pareció desde el primer momento un tema extraordinario. Aquí la voz de Oliver acompaña a Sammet y juntos forman un auténtico homenaje al más puro Power Metal. A continuación, el tema insignia de este fantástico mundo creado por Tobias Sammet, un tema que da nombre a este proyecto liderado por este joven compositor alemán y que se ha convertido en todo un himno del Heavy Metal más moderno, Avantasia. Acompañado nuevamente por Michael Kiske, el cual aparece, como era de esperar, en los temas más relevantes, nos regalaban una verdadera joya, que para los adolescentes de la época, nos entusiasmaba a cada instante, porque escucharla nos hacía temblar de la emoción. Y es a día de hoy, amigos míos, a mis veintisiete años, cuando la sigo escuchando con la misma intensidad que en aquellos días.

Acariciando el final de este viaje por Avantasia, aún tenemos tiempo de disfrutar de los dos últimos cañonazos que quedan. Sign Of The Cross es otra talentosa composición, donde André Matos, Rob Rock, y Oliver Hartman, ponen sus voces a un tema acompasado por la notoria calidad de Henjo a las cuerdas, regalándonos un fascinante solo de guitarra. The Tower es el último de los temas de este disco, donde al prestar atención notamos como Timo Tolkki, guitarrista y fundador de Stratovarius, no ejerce precisamente como instrumentista en este tema, sino como vocalista, rentando con su colaboración el que para muchos es el mejor corte de este trabajo, adorando con unos coros portentosos y creando una canción de casi diez minutos de duración. No me puedo olvidar una vez más de la tremenda voz de Michael Kiske en este tema, que de nuevo nos vuelve a impresionar, como siempre.

No fue este el primer disco que escuché ni del cual me enamoré, ese disco me lo reservo para una próxima entrada de blog, pero esta primera parte de Avantasia sí que fue de los primeros que disfruté y que hizo que jamás se me pasara por la cabeza apartarme de esta música tan vehemente.