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Comienza el Mundial de fútbol de RUSIA 2018

Supongo que será porque es uno de los mayores acontecimientos deportivos y porque se celebra cada cuatro años, porque creo que jamás se me ocurriría dejar de hacer cualquiera de las cosas que me encanta hacer en mi tiempo libre para ver un Egipto-Uruguay o un Rusia-Arabia Saudita. Pero es lo que tiene el Mundial cada cuatro años, que este tipo de partidos pasan de convertirse en insignificantes para mí a desear verlos acomodado en el sofá rodeado de patatas, chuches y refrescos. Para mí el Mundial tiene ese no se qué que qué sé yo que me encanta. Cada Mundial lo recibo con los brazos abiertos, como ocurre con la Eurocopa. Y la nostalgia, amigos míos, como siempre en mi vida, tiene mucho que ver. Recuerdo mi primera Copa del Mundo: la de USA 94 que ganó Brasil ante Italia. Comenzó en junio de 1994 y yo acababa de hacer mi primera comunión, tenía 8 añitos. Me acuerdo perfectamente lo que me impactó ver a Luís Enrique con la nariz partida por el codazo de Tassotti. El 9 de julio de ese año, en el estadio de Foxboro, en Massachusetts, el colegiado Sándor Puhl, no pitó ni penalti ni expulsión, lo que puso a Luís Enrique como un miura. El dorsal 21 del equipo español increpaba al árbitro que hacía oídos sordos. El cabreo del asturiano era titánico, y todos nos quedábamos pasmados al verle con el rostro lleno de ira y de sangre y con la camiseta blanca (la segunda equipación) totalmente manchada. A mí me impactó, como a todos. Es de esas imágenes históricas que nos deja el fútbol que nadie jamás olvidará. Para mí aquél Mundial fue toda una experiencia la mar de molona. Verano, mucho tiempo libre, la valiosa compañía de mi hermana Desi, culpable de que me pirre el fútbol, y una Copa del Mundo que acababa de empezar. Ver los partidos de la competición en el porche de casa, sacando la tele afuera y cenando al aire libre viendo a la Selección Española jugar, sí, si para un adulto eso es todo un gustazo, para un niño ya os podéis imaginar. Además, corrían los años 90, la mejor década, con un encanto inigualable.

Cuatro años después comenzaba la Copa del Mundo de Francia 98 y ahí estábamos nuevamente mi hermana y yo pegados a la tele. Si el Mundial de 94 lo recordaré por el codazo a Luís Enrique, el Mundial celebrado en Francia en 1998 lo asocio al videojuego FIFA 98: Road to World Cup 98 de la primerita Play Station. ¡La de horas que pasamos jugando a ese videojuego! El juego, además de ser un vicio, presentaba una batería de canciones que todo niño y adolescente conocía a la perfección, sobre todo ese tema de Blur titulado Song 2 (Woo Hoo), que fue utilizada como la intro del FIFA 98. Pero no era la única, creo que la canción preferida de todas las que traía este videojuego era la de Chumbawamba, Tubthumping, una canción totalmente adictiva. Por la mañana jugábamos los partidos de aquél día, aunque luego éstos acababan con un resultado totalmente distinto. Principalmente porque mi hermana solía reventarme a goles en el FIFA. Entre el juego de Play Station y el Mundial, largas horas frente al televisor sin duda. Aquel Mundial lo ganó la anfitriona, la Selección Francesa lo hizo realmente de maravilla y más en esa Final contra Brasil. Zizú daba una clase magistral en cada partido. Qué barbaridad…

Para el Mundial de Corea y Japón en 2002 ya era un adolescente. Y la imagen que tengo asociada son dos: la del profesor llevando la tele a clase para ver a la Selección Española, y eso molaba un puñao, porque era la primera vez y la única que en mi vida como estudiante un profesor metía una tele en clase para ver el fútbol. Parecerá una tontería, pero era algo que me impactó de veras. La otra imagen fue la del robo descarado que supuso ese Mundial para nuestra Selección. Recuerdo como si fuera ayer aquel gol anulado a Morientes a pase de mi paisano Joaquín en el España-Corea. Los colegiados de ese partido fueron el egipcio Gamal Al-Ghandour, acompañado por el ugandés Tomusange y el trinitense Ragoonath, todos ellos con nula experiencia en partidos internacionales y en el caso de Al-Ghandour, un tipo con una poca vergüenza a la altura del campeonato. Eran continuas las faltas no pitadas y los goles injustamente anulados, todas fueron acciones que perjudicaron al equipo español. Lamentable. Todo un país indignado para que encima, años después se descubrieran las pruebas de que los partidos se amañaron en favor de los anfitriones. El Mundial de la vergüenza. Brasil se disputó la Final de este Mundial con Alemania y la selección carioca se proclamó pentacampeona. Tendríamos que esperar hasta el 2010 para ver por primera vez a nuestra Selección hacerse con el título. Fue desde luego algo hermoso lo que vivimos ante los holandeses aquella noche en la que Andrés Iniesta, con su gol en el minuto 116 nos hizo campeones del Mundo ante la atenta mirada de millones y millones de personas. Por supuesto, aquellos días recogí lo vivido en esta antigua entrada de blog. Pincha en el enlace si quieres recordar algo bonito : )

No quiero hacer un recorrido de todos los mundiales que he vivido hasta la fecha. Tan sólo he querido tirar de bonitos recuerdos para dejar en evidencia de alguna manera lo que significa para mí la llegada de un Mundial de fútbol. El Mundial para mi es ilusión, anhelo, alegría, deportivismo y una excusa perfecta para pasar buenos ratos rodeado de tu gente. Este jueves comienza y todos los partidos, absolutamente todos, se retransmitirán en abierto tanto en Canal Cuatro como en Tele5. España se la jugará contra Portugal este viernes a las 20:00. Espero y deseo que este Mundial nos deje recuerdos bonitos y a ser posible, que volvamos a ser campeones. Sería maravilloso y marcaría aun más esta nueva etapa en mi vida que apenas acaba de comenzar. Pero esto es cosa para otra entrada de blog.

¿Y tú? ¿Te gusta el Mundial? ¿Qué buenos recuerdos tienes de La Copa del Mundo? 


¡Gareth Bale nos trae La13!

Fuente: Antena3. com

Fuente: Antena3.com

Anoche Gareth Bale fue el protagonista de otra noche histórica para el Real Madrid, otra noche de gloria, otra noche de fiesta para la familia madridista. Nadie daba un duro por Karim Benzemá ni por Gareth Bale, los dos tenían el cartel de transferibles. Ni la prensa, ni la afición, ni si quiera los directivos del Real Madrid apostaban por ellos dos. Su rendimiento a lo largo de esta temporada ha sido insuficiente. Karim no puede ser el delantero centro del Madrid y marcar sólo seis goles. Ese no es el delantero centro que necesita un equipo como el Madrid. Karim no puede vivir de hacer una o dos buenas jugadas al año. Es un futbolista que desde hace muchos años presenta una irregularidad que al madridismo ya ha hartado. Con Bale no sucede lo mismo. Las veces que ha jugado no lo ha hecho bien, pero eso se ha debido a sus lesiones y a los pocos minutos que Zidane le ha dado. Pero anoche Gareth Bale demostró que estando a su mejor nivel, es imparable. Y así ha sido, tras jugar a un buen nivel en los últimos partidos de Liga, tanto que hasta abrió el debate de si debía ser él o Isco el titular en la Final de Kiev. Isco, también tocado por una leve lesión, era objeto de especulación entre la prensa y la afición. Bale ante el Celta y el Villareal lo hizo sensacional, por eso los madridistas, muchos de ellos, apostaban por que el galés fuese titular. Yo entre ellos. También en estos días previos a la final hubo otra opinión generalizada: Karim debía estar en el banquillo. Nada de eso sucedió. Anoche Zidane apostó una vez más por la BBC para el ataque y reforzó el medio del campo con Isco.

Y qué cosas. Los dos futbolistas más señalados, más cuestionados y hasta despreciados, son los que nos han regalado una nueva Copa de Europa. Anoche el gato francés demostró ser un pillo del área, nos contentó a todos con sus goles en la semifinal contra el Bayern, pero nadie se esperaba el partidazo que hizo ayer en Kiev. Pero Bale…el galés. ¡Madre mía! ¡Para este se le fichó! Son jugadores que marcan la diferencia. Escribí al finales del verano pasado sobre Gareth Bale y su complicada situación en el equipo blanco. O espabilaba, o se vería fuera del Madrid. Nunca hemos visto al Gareth Bale del Tottenham, en parte por que no juega en la misma posición que jugaba en los Spurs. Si bien es cierto que la primera temporada de Bale en el Madrid fue muy buena, dándonos con sus magníficos goles la Copa del Rey ante el Barça en la Final de 2014 (Barta, ¿te acuerdas?), y La Décima en Lisboa, los años siguientes han sido algo mediocres. Las lesiones, la poca continuidad, la falta de confianza. Todo hacía que Bale no estuviera ni física ni mentalmente al cien por cien. Hasta anoche. Una increíble chilena, mucho más complicada que la de Cristiano Ronaldo frente a la Juventus pero estéticamente no tan bella, nos dejó a medio mundo con la boca abierta. Por si fuera poco que con ese gol acariciáramos nuevamente el título más deseado por los clubes, al rato nos volvía a deleitar con una de sus especialidades: un misil desde la banda derecha, un balón propulsado por su zurda que fue imparable para el portero del Liverpool, Karius, qué menuda noche para el pobre chaval. Sus errores cometidos lo dejarán estigmatizado de por vida.

Fuente: MundoDeportivo.com

Fuente: MundoDeportivo.com

El costarricense fue nuevamente protagonista anoche. Sus paradones, a lo largo de toda la competición, son los que también nos han llevado a ganar La Decimotercera Copa de Europa. No necesitamos a ningún portero este verano. Lo llevo diciendo años, Keylor Navas es el portero que necesitaba y necesita el Real Madrid y espero que siga con nosotros unos años más. Lo mismo digo de Kiko Casilla, gran portero para jugar la Copa del Rey. Deben quedarse, sin duda.

Volviendo a Bale…¿Qué queréis que os diga? Su fichaje me maravilló. Ya he comentado en Anhelarium que a este jugador lo seguía desde que comenzaba a despuntar en el Tottenham. Hacía mucho tiempo que un fichaje del Real Madrid no me ilusionaba tanto. Me daba pena verle fuera, me daba pena su situación. Me decepcionaba su desidia, las pocas ganas con las que se le veía. Pero en parte le entendía, es duro ver que no las lesiones te lastran y el tiempo que te dan no es el suficiente para demostrar tu valía. Y anoche el galés demostró lo que vale, demostró nuevamente lo que es: uno de los mejores delanteros del mundo, un gran artillero que deja goles trascendentes, pues es un futbolista que sale en los momentos importantes, un futbolista que hace historia, e historia ha hecho con el Real Madrid. ¿Se quedará? Creo que el crédito perdido anoche lo recuperó de golpe y porrazo. Debe quedarse, se lo merece. Zidane debe contar con él, ahora que vuelve a estar mejor que nunca, para afrontar la próxima temporada. Recoerdemos que en esta temporada que acaba de finalizar, Bale pasó cinco semanas de baja. Creo que se quedará, tiene que quedarse y comenzar la próxima temporada totalmente recuperado. Con él el Madrid sale ganando, y de qué manera. Si no es así, si el galés se nos marcha y regresa a la Premier, sólo me queda darle las gracias, estar eternamente agradecido por habernos dado, con sus golazos, dos Champions.

De Cristiano Ronaldo no voy a decir nada más que, como no fue protagonista durante el partido, lo quise ser tras él. No se le vio, estuvo desaparecido, pero ha sido decisivo en este campeonato, es un grandísimo futbolista y es importantísimo para el Madrid. Pero su ego le puede, y justo al ganar una nueva Copa de Europa no puedes ponerte a insinuar que te vas y que te estás despidiendo. Un error por el que pidió disculpas a los pocos minutos, pero de nada sirvió, la magia, en parte, la había partido. Se habla cuando se tiene que hablar, y anoche sólo había que ser feliz y disfrutar. Si CR7 decido irse: GRACIAS Cristiano. El Madrid era grande antes de tu llegada y lo seguirá siendo tras marcharte. Pero Cristiano sabe que pierde más el que el Madrid si decide irse. Sabe que en ningún otro club podrá ganar tantos títulos, que en ningún otro club podrá seguir agrandando su leyenda. Cristiano tiene las mismas Champions que el Fútbol Club Barcelona en toda su historia, si quiere tener más, igual que si quiere seguir ganando el Balón de Oro, sabe de sobra que debe quedarse.

Días antes del la la Gran Final de Kiev, fuimos campeones de Europa con nuestro equipo de Baloncesto! (¡Dončić, Dončić!), ¡estamos en la Gloria! No hay duda. Estoy loco de contento. Los dos equipos se coronan en Europa juntos. Mi queridísimo Real Madrid, por tercera vez consecutiva, es campeón de la Copa de Europa. ¡Real Madrid 3 – Liverpool 1! ¡Cuatro Champions en cinco años! Sólo el Madrid puede acercarse a sus propios récords. En décadas pasadas ya el Madrid ganó cinco seguidas. Quién sabe si pueden rebatir su propia marca. Ojalá así sea. De todos modos:

¡SOMOS CAMPEONES, SOMOS HISTORIA, LA HISTORIA DEL FÚTBOL LA HACE EL REAL MADRID!

¡HALA MADRID SIEMPRE, AMIGOS MÍOS!

No entiendo cómo aún hay gente que no es del Real Madrid. Las alegrías que nos da este equipo con pocas cosas son comparables. Gracias por tantos y tantos años de alegría e ilusión. 


¡Desde chiquitito!

Primavera de 1992. Ahí estaba yo con mi equipación del Real Madrid. Bueno, equipación…Ese escudo, además de parecer que lo había bordado una manca, era más falso que los penaltis a favor del Barça, o que el doctorado en termodinámica de Kiko Rivera. ¡O más falso que los besitos que te da tu suegra! Pero yo era feliz de mostrar mi madridismo. Lo que nunca entenderé es por qué estaba yo tan doblao en esa foto, que parece que me había hincado una botella de Fino Quinta yo solito. Pero yo no podía ser más feliz de mostrar mi madridismo. Las calzonas desde luego me las colocaba cual torero, hasta los sobacos, aunque, ¿y esas piernas? Con esas piernas que tenía tan escuchimizadas poco fútbol iba yo a mostrar. Me iba a desmontar más rápido que una pieza de Lego, ¡ni Prosinecki oiga! Pero qué feliz estaba de mostrar mi madridismo. Por aquél entonces no tenía ni idea de cuántos títulos tenía el Real Madrid ni del prestigio que ostentaba, pero sí sabía deciros de memoria la alineación de aquél Madrid de Buyo, Zamorano, Míchel, Hierro…

Hoy, a mis 31 años, disfruto de ver jugar al Madrid como cuando era pequeñito. Sigo llorando de emoción cuando veo a los blancos levantar un título, como también lloro de rabia cuando soy testigo de sus derrotas, de esas que duelen, aunque por suerte, de esas hay pocas. En estos últimos años los madridistas hemos podido emborracharnos de alegría al ver a nuestro equipo levantar tres Copas de Europa, las dos últimas seguidas. El Real Madrid es el club con más copas europeas, doce. Fue el único en ganarla en cinco ocasiones consecutivas (1955-56, 1956-57, 1957-58, 1958-59, 1959-60) y ya en el formato actual de la Champions League, es el único equipo en conquistar el título dos años consecutivos (2015-16, 2016-17). Llevamos unos años donde el Real Madrid sigue marcando a fuego su sello en la historia del deporte. Qué afortunado somos de vivir momentos tan únicos. Me vuelve loco ver jugar a mi Madrid, y qué os voy a contar cuando lo veo hacer historia. Historia que tú hiciste, historia por hacer… Ni si quiera sabría deciros por qué me hice del Real Madrid. Quizás me viera influenciado por la gran cantidad de madridistas que hay en mi querida ciudad, pero sinceramente, no lo siento así. Sí recuerdo el sentirme enamorado de ver a los jugadores lucir el color blanco como nadie, me encantaba imaginarme jugar al fútbol ante la atenta y vehemente mirada de miles de personas que no paran de animar. Aún hoy, cuando cierro los ojos antes de quedarme dormido, me gusta imaginarme vestido de corto jugando en el Santiago Bernabéu, marcando goles y celebrándolos con la afición. Sigo siendo ese niño que, sin tener hechuras de futbolista, sigue soñando que es uno de ellos.

¡HALA MADRID SIEMPRE, AMIGOS MÍOS!