Literatura

A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, de Manuel Chavez Nogales

España es un país hermoso, lo es por muchísimas razones que no entraré a enumerar, es innecesario, pues son razones más que obvias que hacen que se pueda afirmar, con contundencia y total tranquilidad, que España es de los mejores países del mundo, por no decir el mejor. Pero politicamente hablando, España es un país maldito. Y aunque estos cuarenta años de democracia han dado el mayor y mejor peridodo de tranquilidad y estabilidad que España jamás antes había tenido en su historia, este país sigue siendo un quilombo cuando hablamos de política. Las dos Españas, como tantas y tantas veces he oído nombrar. Y es que, si bien es cierto que en muchos países vemos cómo la sociedad está crispada y bastante polariazada (claro ejemplo de ello lo vemos en Estados Unidos o Reino Unido, mismamente), en España esto siempre ha sido así, incluso en sus años de mayor sosiego social y político. Cuando uno saca a relucir sus posturas políticas, ya muchos comienzan a señalar, a estigmatizar, a cancelar al prójimo porque ha dicho esto o aquello, o piensa de determinada manera, o vota a este o aquel partido político. Y ya ni os cuento si se te ocurre hablar de política en Twitter. De hecho es que España, políticamente, siempre ha sido una pela de Twitter constante. Eres de los buenos si piensas de una manera y eres de los malos si pienas de otra. Tanto es así que en este país, los personas de cierta fama o relevancia, tipo actores, deportistas de élite, escritores, artistas de todo cuño, en contadas ocasiones hablan de política y, si lo hacen, es de forma extremadamente correcta y ambigua, porque saben que como saquen a relucir realmente sus ideas, ya comienza la persecución. Sucede tanto en la izquierda como en la derecha, pero más aún en la izquierda, pues en este país tenemos a la derecha más rancia y carpetovetónica de Europa, pero también a la izquierda más sermoneadora, moralista, sectaria y cainita que existe. La izquierda maneja la opinión pública, y no sólo en este país, así que cuidado con discrepar, aunque sea de la manera más superficial posible, con algo en concreto de toda la propaganda izquierdista actual, pues automáticamente te incluirán en el bando de los malos malísimos, de los fascistas. Sí, en la derecha también pasa, no tardarán en ponerte la etiqueta de gilipogre o socialista hipócrita si dices esto o aquello, pero, todo hay que decirlo, nada comparado con el enesañamiento y persecución que existe desde las izquierdas contra todo aquel que muestra discrepancia. Esto sucede tanto en el plano político como en el mediático, incluso más en este último, donde el hooliganismo está a la orden del día. No hay periodistas, hay ultras fanatizados. Siempre he dicho que España adolece de dos grandes tumores, por un lado tenemos a la clase política, que más mala e incompetente no podría ser y, por otro lado, los medios de comunicación, todos vendidos. Raro es encontrarte a un político que no tenga como principal objetivo enchufarse al erario público y vivir cual parásito sin aportar nada a la sociedad, bueno sí, crispación, es lo único que aportan. Como raro también es encontrarte a un periodista que, sin bufanda al cuello cual hincha de fútbol, no te mastique y escupa la información con un claro sesgo político y sectario.

Hablar de la Guerra Civil de manera objetiva y aséptica. Misión imposible

¡Pues la cosa está como para hablar de la Guerra Civil! La izquierda siempre impone su relato, lo hace con cada capítulo de la historia. Su relato es el único válido y, quien lo contradiga, es un facha revisionista. Y la derecha de este país, que como he dicho, más rancia no puede ser, le sucede tres cuartos de lo mismo, aunque suele pasar un poco más de este tema en concreto, me refiero a la Guerra Civil española. A sangre y fuego siempre ha sido un libro incómodo, tanto para los que sienten simpatía por un bando u otro, me refiero a esos dos bandos que se enfrentaron en aquella lucha fratricida que fue la Guerra Civil española. Es por eso que durante tantos años, tanto el libro como su autor, han estado relegados al más absoluto olvido. Pero internet siempre hace su magia y, gracias a las redes sociales, este libro, a pesar de haber sido escrito en mitad de la contienda, en 1937, jamás ha tenido tanto éxito como en estos últimos años. Diría que, más concretamente, ha sido en este último lustro cuando este libro está en boca de todos. Y no sabéis cuánto me alegro. Manuel Chaves Nogales fue un periodista y escrito español que, a pesar de no estar afiliado al PSOE de la época, bien se posicionaba con los socialistas y apoyó en todo momento al Gobierno de la República. Así que imaginaos lo tremendamente incómodo que es para las izquierdas de este país saber que este escritor de izquierdas rompe por completo con el relato imperante de buenos contra malos. Ese que siempre desde las izquierdas se ha intentado hacernos creer, ¡y ojito con decir lo contrario! Nunca este escritor ha estado en boca de nadie de las izquierdas de este país, como tampoco en la derecha. Chaves Nogales con este libro nos hace ver dos cosas. La primera es que parte con el relato de buenos contra malos, de esa idea simplista que viene a decirnos que la Guerra Civil española era una guerra entre los buenos, los amantes de la libertad y la democracia, contra lo malos, todos unos fascistas anti demócratas. Y la segunda, es que consigue avergonzarnos a todos por hacernos ver que, a día de hoy, todavía es imposible en este país tratar este capítulo de nuestra historia de forma objetiva y aséptica.

«Y tanto o más miedo tenía de la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de la Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas». Manuel Chaves Nogales

Recordemos que para analizar un capítulo en concreto de la historia hay que meterse de lleno en el contexto que le rodea. No vale analizar el pasado con los ojos del presente, eso que tanto se hace en estos últimos años. Como decía hace unos años Arturo Pérez Reverte en una conferencia, pintar de malo al chaval falangista de diecisiete años que en pleno año de 1934 va repartiendo sus panfletos por los barrios obreros de Madrid y, al mismo tiempo, angelicalizar al comunista que venía haciendo lo mismo, es un error. ¿Qué culpa tendrá el chaval enamorado de las ideas joseantonianas de lo que años después provocaría el fascismo de Hitler? O, ¿qué culpa tendría el chaval comunista enamorado de las ideas marxistas de lo que haría Stalin posteriormente? Meternos de lleno en el contexto hace que tengamos que observar que ambas ideologías, en aquellos días, estaban en la más absoluta vanguardia. El fascismo y el comunismo, en los años veinte y treinta del siglo pasado, no tenían en aquellos días la prensa que luego tendrían. Pero tampoco podemos reducir la guerra española en fascistas contra comunistas. Ya lo decía Clara Campoamor, tantos liberales hay en el bando nacional, como totalitarios hay entre los frentepopulistas. Como también decía que, ganara el bando que ganara, tras la victoria, ninguno ofrecería gobierno democrático alguno. Esta abogada, escritora y política, todo hay que recordar, muy lejos estaba de pertenecer a cualquier ideología o bando fascista o derechista.

«La causa de la libertad entonces en España no había quien la defendiera»Manuel Chaves Nogales

Chaves Nogales, tras ver que el gobierno republicano abandonaba Madrid, decidió exiliarse a París. Consiguió hacerlo bien entrado el año de 1937, en los momentos más crudos de la contienda. Manuel Chaves Nogales se encontró en primera linea de batalla y, como buen reportero, quiso recoger entre sus escritos lo que en aquellos días vio. Testigo fiel del que es el capítulo más triste de nuestra historia, este periodista sevillano, sintiéndose a salvo ya en Francia, decidió contar a través de nueve relatos todo lo que en España acontecía por aquellos días. Estos nueve relatos son: ¡Masacre, masacre!, La gesta de los caballistas, Y a lo lejos, una lucecita, La columna de hierro, El tesoro de Briesca, Los guerreros marroquíes, Viva la muerte, Bigornia y Consejo obrero. Todos ellos son relatos extraídos de hechos verídicos según contaba el propio autor.

Parece que en España corren ciertos vientos de cambio, al menos en cuanto a tratar este asunto de la Guerra Civil y, eso es, en cierto modo, un alivio. Porque, junto al hecho de que este libro, tras tantos años, haya alcanzado el éxito que nunca tuvo y sus páginas zapateen con popularidad en nuestros días, hay que sumarle que por primera vez en la historia de nuestro cine, se ha hecho una película sobre la Guerra Civil española de manera objetiva. Hablo de la película Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar. Los españoles hemos tenido que esperar hasta finales de 2019 para poder disfrutar de una película patria que trate este asunto sin posicionarse descaradamente, sin sesgo político alguno, como ha sido costumbre desde el minuto uno en nuestro cine. Porque, ya me diréis, qué películas españolas sin contar la de Amenábar, tratan con objetividad la Guerra Civil. Os recuerdo un dato, los españoles, para conocer en profundidad y sin partidismos los entresijos de la guerra, hemos tenido que acudir a autores extranjeros como son el británico Paul Preston o el norteamericano Stanley G. Payne. Es triste que para adentrarse en la Guerra Civil española, las mejores fuentes a las que acudir no sean de aquí, que tengan que venir eruditos extranjeros a contarnos la historia de nuestra país. Así están las cosas en España.

Este libro de Manuel Chaves Nogales, creedme, es un libro que todo español tendría que tener en su estantería. 


A la venta mi primer libro, Santa Catalina. Versos de arena y sal

No tengo la intención de ganar dinero con los libros que pueda publicar, ni mucho menos la pretensión de ganarme la vida con esto, y más cuando un servidor no es ningún Arturo Pérez Reverte que vaya a publicar un inmediato best seller. Estoy muy contento con la edición física del libro, todo ha quedado muy bonito, mejor incluso de lo que esperaba, pero el precio final del mismo no me termina de convencer. El libro, más el IVA y los gastos de envío supera los sesenta euros y me parece algo caro. Estoy muy descontento por eso. Es por eso que aquellas personas que tengan verdadero interés por disfrutarlo, tan sólo tienen que decírmelo y con mucho gusto les enviaré el libro en formato PDF. Con otras personas, a mis más allegadas, tengo la intención de regalarles el libro en su edición física y por supuesto, con una buena dedicatoria. Ahora bien, quienes por voluntad propia y con pleno convencimiento quieran comprarlo, es evidente que lo valoraré muchísimo. Para mi próximo libro quizás busque publicar con otra editorial. También es cierto que el libro tiene el precio que tienen porque estamos ante un libro de fotografía, con páginas especiales para ello y que en total suman 74 páginas. Igualmente, quiero agradecer a la editorial Blurb la atención puesta, el buen servicio y la gran calidad del producto.

Para quienes no sepan de esta historia, les contaré que mi intención era publicar este libro al cumplir los treinta años. Pero cuando llegó el momento de cumplir esa edad, tan sólo era una idea en mi cabeza, por diversos motivos esa idea nunca se materializaba y fue con el paso de los años cuando poco a poco le fui dando forma. Luego, junto a otros problemas y, no voy a negarlo, la inseguridad de publicar un libro y ponerlo a la venta cuando soy un don nadie, hizo que postergara más la finalización de este libro. Pero en los meses de confinamiento me puse con lo poco que me quedaba para terminarlo y este es el resultado.

Los que me conocéis y los que sois asiduos a Anhelarium, sabéis lo importante que es para mí la playa de Santa Catalina, para mi es más que una playa y sobre ella he escrito varias veces en mi blog. Esta playa ha sido y será siempre el escenario de mi vida, y por eso quise homenajear este precioso lugar de la mejor manera que podía, publicando no sólo las fotos que de ella, durante algunos años tomé, sino también los distintos poemas que sobre su arena escribí.

No es gran cosa, no es nada que merezca reconocimiento y, aunque a veces titubeaba sobre publicarlo o no, siempre me hizo mucha ilusión la idea de hacerlo, de tener en este formato aquello que con tanto cariño y esmero hice. Deberíais haber visto mi cara mientras pasaba sus páginas nada más sacar el libro de la caja, todas las conozco de memoria, pero al mismo tiempo era como si las descubriera por primera vez. El libro está a la venta a través de la web de la editorial Blurb y aquí abajo os dejo el enlace.

Gracias, amigos míos, y disfrutad mucho de este verano.

Pincha en la imagen para llegar a la página de Blurb donde podrás realizar tu compra


American Gods, de Neil Gaiman

Neil Gaiman es uno de mis autores de cómics favoritos, pero también es uno de mis autores literarios favoritos. Me embarqué en su mundo de fantasía hace ya algunos años con su Obra Maestra, The Sandman, uno de los cómics de culto más importantes y venerados. Tengo pendiente hablar de ese cómic en Anhelarium, pero es de tantas cosas de las que quiero hablar que en ocasiones me siento algo desbordado. Pero pronto llegará el día en que Sadman tenga su sentido homenaje en esta página. Como decía, Neil Gaiman también es uno de mis literatos favorito. De hecho es, junto a Patrick Rothfuss, mi escritor favorito. Y no es solamente por la manera de narrar que estos dos autores me tienen tan embelesado con sus obras, es por cómo muestran lo que quieren mostrar. Explicarlo no es tarea fácil. Pero si tengo que definirlo en una frase, Neil Gaiman y Patrick Rothfuss no exponen algo, sino que te lo muestran. No te describen una tarta de queso, te la hacen probar. La saboreas. Y te das cuenta de que es la tarta de queso más deliciosa que puedes degustar. La manera que tienen de relatar está desbordada de matices, es delicada, muy astuta, y por supuesto, la palabra original se les queda bien pequeña. Hay personas que nacieron para contar historias. Hay escritores que nacieron para ser escritores. Es el caso de estos dos grandes del la literatura moderna. Si no los conoces, ya estás tardando.

Pero vamos a lo que vamos. American Gods es uno de los libros para adultos más reputados de Neil Gaiman. Este autor británico es de lo más polifacético. De ser autor de cómics a dirigir episodios de Dr.Who?, a pintar cuadros y a escribir libros, guiones, y cuentos para niños. Su novela para adultos, American Gods, fue publicada en 2001 y fue galardonada al año siguiente con el Premio Hugo, el premio Premio Nébula, el Premio Locus y el Bram Stoker, todos a la mejor novela.  Casi nada. También fue nominado al Premio BSFA (en inglés British Science Fiction Asociación).

American Gods narra la historia de Sombra, que justo al salir de la cárcel, conoce casi por casualidad al Señor Wednesday. Un tipo extraño al que se encuentra poro todos lados y que le acaba proponiendo a nuestro protagonista que trabaje para él, que sea su guardaespaldas, su chico de los recados. Sombra, que no tiene nada ni a dónde ir, aceptara y viajará a lo largo y ancho de todo Estados Unidos con este tipo que se hace llamar Sr. Wednesday. Estamos ante un roadbook en el que acompañaremos al protagonista y su extraño nuevo jefe a conocer varios sitios de Norteamérica que como bien indica el autor, existen de verdad, como Rock City. Lugares que el lector puede realmente visitar si decide viajar hasta USA. En su viaje, Sombra conocerá a gente más extraña aún que le irá presentando el Sr.Wednesday, personas que guardan algo en común y que ocultan mucho más aún. Y es que Sombra, que vio cómo al salir de la cárcel se derrumbaban todos sus planes, se ve envuelto en una guerra de dioses. Sí, Sombra se ve sin comerlo ni beberlo, en mitad de un campo de batalla entre los antiguos dioses y los nuevos. Los antiguos dioses se ven desprotegidos, olvidados por aquellos que los crearon, no tienen la fuerza de antaño, la gente ya no cree en ellos y ahora por si fuera poco, se ven amenazados por los nuevos dioses, esos que rebosan de tecnología y 2.0.

La obra está cargada de personajes que rebotan entre el folklore americano y mitología escandinava, todo ello avezado por una rica y esculpida fantasía que sólo puede tener forma si son lo dedos de Gaiman los es se mueven. Algunos de los personajes que vemos en American Gods provienen de otra obras del autor. Como el viejo Nancy, personaje de otra de sus obras literarias, Los Hijos de Anansi, libro que actualmente estoy disfrutando. O como es también el caso de la niña mendiga que describe y su perro, que son Delirio y Barnabás, personajes de The Sandman. Gaiman pretende introducirte siempre en su particular mundo de fantasía, y siempre lo consigue.

Sin pretender desvelar más de la obra, pues mi intención siempre que reseño un libro es presentarlo como merece y dar mi opinión sobre él de manera que sea suficiente para que tú, querido lector, quieras tenerlo entre tus manos, tengo que decir lo mucho que me ha gustado la manera en que Gaiman consiguió tejer la relación que nuestro protagonista, Sombra, tiene con cada uno de los  dioses que conoce a lo largo de su viaje. Cómo éstos dialogan con él y cómo Sombra, siempre con algo de perplejidad, reacciona y conversa con ellos intentando siempre mantener la cordura. La última edición de American Gods incluye un pasaje hasta ahora excluido por el autor. Se trata de una pequeña conversación entre Sombra y Jesucristo. Si bien esperaba mucho más de esa escena eliminada, igualmente no deja de ser curiosa. Pero lo que sí que no esperaba, es que este libro fuera tan bueno, entretenido y más adictivo por cada página que pasas. Recomendadísimo.