El coronavirus ha venido para enseñarnos

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La gente acudiendo en masa a los supermercados como si no fuera haber un mañana, cargando los carros de la compra exageradamente y abasteciéndose egoístamente de productos de primera necesidad. ¿Qué cojones es eso de comprar tanto papel higiénico? ¿Acaso provoca cagaleras el coronavirus? Lo mismo sucede con productos de aseo personal. Vivimos en una sociedad atestada de idiotas. ¿De qué sirve que tú estés tan bien aseado si los demás no lo están? En ese caso sí que habría mayor riesgo de contagio. Hay que ser más responsable con los demás. Pero esto se vuelve más hilarante o más bien delirante, mejor dicho, cuando uno sabe que el Gobierno central, las distintas Comunidades Autónomas y muchas de las empresas más conocidas de este país, han comunicado que no hay ni habrá problema alguno de abastecimiento. Entonces, ¿por qué esta locura de ir al supermercado a arrasar con todo? Por las redes uno puede varios vídeos bastante bochornosos de cómo la gente se está comportando cuando va a hacer la compra. ¿Dónde está el civismo y la solidaridad? Luego está la cantidad de gente, sabiendo lo del parón de dos semanas en nuestros centros de trabajo y el Estado de Alerta que ayer anunció el Presidente del Gobierno, se están tomando estos días como unas vacaciones, miles de personas venidas del epicentro del virus, como es Madrid, a puesto rumbo a ciudades costeras, a zonas donde el Covid-19 no estaba haciendo estragos. Reconozco que al conocer esto, que por otro lado era lo esperado, tengo cierta lucha interna, porque puedo entender al padre o madre de familia que, viendo la cantidad de contagios que están sufriendo regiones como Madrid o Cataluña, y más después de haber escuchado a Pedro Sánchez decir que probablemente pasemos de 4000 a 10000 contagiados en estos días, tengan el impulso de alejarse para salvaguardar a los suyos. Pero no puedo evitar pensar que es también harto irresponsable acudir en masa a lugares donde la infección apenas se ha dejado notar. Los síntomas del coronavirus aparecen entre los cuatro y seis días de haber sufrido el contagio, por lo que, ¿cuánta gente que desconoce estar contagiada ha puesto rumbo a lugares como Murcia, Alicante, Málaga o Cádiz? También están esos que a pesar de saber que el virus se está cebando poco a poco con la población, han estado haciendo vida normal, como si nada, llenando las terrazas de bares y restaurantes, parques y centros comerciales. Y ya que hablo del Gobierno de mi país, irresponsable también me pareció que no se atrevieran a desembocar la macro manifestación del 8-M. Era más importante el postureo feminista que tantos votos da, que la salud de todas esas mujeres y del resto de la ciudadanía. Ojo, que aviso desde ya, que nada tengo en contra del feminismo ni nada que lo rodea, pero en este momento tan delicado, eso fue un centro de propagación más que otra cosa. Lo mismo tengo que decir de cualquier otra concentración de personas, como el mitin de Vistalegre de VOX, etcétera. Si días anteriores al 8-M ya se habían cancelado conciertos y otros espectáculos, por el amor de Dios…
Pero sería injusto no acordarme y tener unas palabras de agradecimiento para todos los trabajadores del sector sanitario, celadores, personal de limpieza, enfermeros, médicos, y sector comercial, más concretamente, todas esas personas que están trabajando y aguantando con la paciencia más infinita en los supermercados de este país. A todos ellos, gracias, por darnos ejemplo de valentía, responsabilidad y serenidad. Muchísimas gracias.
































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