Una historia verdadera – David Lynch [1999] Ojalá todo el cine fuera así
La mejor road movie que he visto
Maravillosa e imprescindible película de David Lynch. El que fuera director de la archiconocida serie de culto Twin Peaks o la fascinante Carretera Perdida, sorprendió a todos en 1999 con la es para mí una mis películas favoritas, una de esas pelis imprescindibles que no puedes dejar escapar. Si no has visto The Straight Story, créeme, estás ante una gran película que no te dejará indiferente, una autentica obra maestra del séptimo arte.
Una historia verdadera es una película sencilla, pero profundamente conmovedora. Esta película acaba y comienza con estrellas, y no me extraña, pues es esta película es una de esas estrellas que siempre brillarán en la historia del cine. David Lynch, un director de cine al que le oídas o le amas, se alejó de esa atmósfera turbia tan característica de sus películas y con esta cinta cerró una década prodigiosa, unos años que tanto dieron al mundo de la música, el cine y la televisión. Con esta película, el señor Lynch puso el broche final a una década de grandes cambios, innovación y mucho ingenio. Para tal ocasión, el afamado director quiso dar la bienvenida el nuevo milenio dirigiendo una película sincera, y sobre todo, muy humana.
El cine siempre podrá contar grandes historias
Se nos presenta a Alvin Straight (Richard Farnsworth), un señor mayor que vive en Iowa con su hija discapacitada (Sissy Spacek), uno de tantos ancianos, ya achacosos, con sus defectos y virtudes, y que realiza un gran viaje para poder ver a su hermano, al que le ha dado recientemente un infarto y con el que lleva más de diez años sin verse. Alvin, al que se le tiene un gran cariño en el pueblo, es empecina y bajo el asombro de todos, decide embarcarse en un largo y peculiar viaje que le llevara a salir del Estado en el que vive, y lo hará en el único medio que puede permitirse, viajará montado en una máquina cortacésped.
Esta emotiva historia se desarrolla de manera sencilla, nos muestra los paisajes característicos de la América profunda, con esos maizales inmensos, esos bosques y prados, esas carreteras rectas que parecen no tener fin. Alvin realizará un viaje insólito por la manera en la que éste le hace frente, un largo camino que cambiará su vida y la de todos aquellos con los que se cruza y comparten conversación con él. El papel de Richard Farnsworth es sobresaliente, da vida a un personaje que le viene como anillo al dedo. Richard con su actuación, deja escenas cercanas, y sus palabras encuentran un atajo directo a tu corazón. Porque entre otras cosas, esa película nos hace ver una vez más, que una persona mayor siempre tiene muchas cosas que contar, y por eso Alvin no vaciló y en su remolque cargó dos sillas, una para él, y otra para aquella persona que quisiera compartir algunos minutos con él. Y así fue, amigos míos, Alvin encontró en su viaje a ciertas personas con las que compartir testimonios, anécdotas, experiencias. Estas personas se toparon con un anciano y una meta que cumplir, un viejo hombre que les daba una profunda lección de vida.
Para los melómanos como yo, sabemos apreciar y sobre todo agradecer, que una música tan sorprendente acompañe esta entrañable historia, tan única y tan apasionante. La música es perfecta y ayuda a empatizar con el personaje y la historia que a éste le rodea. La banda sonora viene de la mano de Angelo Badalamenti, que ya trabajó poniéndole música a otras obras de David Lynch y que en esta ocasión, crea una música que genera un ambiente de soledad, idóneo para esta película.
Alvin hará un viaje de 500 kilómetros, y debido a que lo hará en una máquina cortacésped, decide engancharle un remolque y comprar provisiones, en las que no podía faltar varios litros de agua, 60 litros de gasolina, y muchas salchichas de hígado, sus preferidas. Una auténtica road movie llena de ilusión, esfuerzo y valentía.
Totalmente de acuerdo. Emotiva a más no poder y tremendamente real y cercano, algo extraño viniendo de Lynch que siempre destaca por su universo particular.
17 febrero, 2014 en 19:08
¡Hola xeneizes! Bienvenido y muchas gracias por comentar 😉
Esta película, junto con Nebraska, actualmente en el cine, son las más emotivas road movies que he visto jamás. Y cuando hablo del género «road movies» sé de lo que hablo, puesto que me encantan las pelis cuya temática principal es realziar un viaje por carretera.
Te recomiendo mucho que veas Nebraska. De hecho, en breve le dedicaré una entrada de blog 🙂
¡Un saludo, y gracias nuevamente!
17 febrero, 2014 en 19:50