Esta entrada fue publicada el 19 noviembre, 2015 por Álvaro Rojas. Se archivó dentro de Personal .
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Qué mirada tan dulce, parece querer hablar…. Yo tenía dos perros, Amelia y Colín. Se murió uno un martes y el otro un miércoles. Fue dolorosísimo, como si ambos presintieran la muerte del otro. Desde entonces no he conseguido volver a tener otro. Me siento como si les traicionar. Ahora creo que estoy preparada para volver a sentir esa ternura familiar que te regala un perro, sin condiciones.
19 noviembre, 2015 en 9:49
Hola Natalia. Muchas gracias por pasar y comentar, y más en esta entrada, pues lo agradezco el doble. Conmociona leer lo de Amelia y Colín. Quizás sea eso, que presentían su partida, y se acompañaron el tiempo que pudieron el uno al otro. Falla era una perrita excepcional, en estos últimos días ya estaba malita, ayer ya no podía más. Está siendo muy triste. Es doloroso. Aún la veo por la casa, por cada rincón. Ahora me invaden los recuerdos. Pero he de consolarme sabiendo que han sido más de quince años de juegos, risas, alegría, cariño. Ha tenido una vida plena. Siempre hemos sabido agradecer toda su fidelidad, en todo momento le hemos devuelto todo su cariño. Ha sido una relación duradera y muy bonita. Sobre todo en estos últimos años.
Un abrazo Natalia. Y gracias.
19 noviembre, 2015 en 11:16
Cuanto lo siento… se lo que es ese amor incondicional recíproco con nuestros hijitos de 4 patas.
19 noviembre, 2015 en 12:21
Oohh, qué pena me da!!.. Por eso hay que disfrutar a tope de su compañía mientras estén con nosotros 🙂 Seguro estará jugueteando por el cielo montada en una esponjosa y nívea nube.. Ánimo y gracias por compartir este hermoso recuerdo.. Abrazos infinitos de luz, Álvaro 😀
19 noviembre, 2015 en 12:28
@ Edevora
Gracias por tu comentario Edevora. Tú lo has dicho, amor incondicional, sincero. Son lo más bonito que tenemos en este mundo.
Un abrazo y gracias.
@ MAMEN
Gracias a ti, MAMEN por pasar y comentar. Me queda la satisfacción de haber disfrutado de su compañía durante tantos años, y me complacerá siempre saber lo feliz que era con nosotros. Nunca la vamos a olvidar. Siempre estará en nuestro recuerdo, en nuestros corazones.
Otro infinito abrazo para ti 😉
19 noviembre, 2015 en 13:07
Te he leido con lagrimas en los ojos. Tenga una YorkShire de 15 años y aunque está muy bien, son 15 ya.
A veces la miro y me inunda una profunda tristeza por lo rápido que se han pasado los años desde que llego a nuestras vidas.
Siento de corazón que Falla haya partido y siento también no tener palabras de consuelo.
Un cordial saludo.
19 noviembre, 2015 en 17:34
Eso es muy, muy triste, es una tristeza rara…me ha pasado y te entiendo.
19 noviembre, 2015 en 23:18
Te acompaño en el sentimiento, Alvaro. Siempre he tenido perros y se lo que se siente cuando nos dejan… siempre nos quedará su recuerdo y los buenos momentos pasados en su compañia, ¡son seres maravilosos!.
Un abrazo y ánimo
20 noviembre, 2015 en 9:25
@ Jose Luís Rivero
Hola Jose. Gracias por tu comentario, y más en estos duros momentos. Déjame decirte que el hecho de que un perro llegue a esa edad, 15 años (a Falla le faltaban dos meses para cumplir los 16), es un auténtica bendición. Muchos dueños firmarían por que sus mascotas duraran tantos años. Y si encima, todos esos aos están colmados de felicidad, alegría, cariño y una compañía inigualable, creo que poco más se podría pedir. Tu querida Yorkshire está disfrutando de una vida plena.
Un fuerte abrazo, Jose.
@ FlorProfusa
Hola, y bienvenida seas FlorProfusa. Es muy duro estar todos estos años a su vera y ahora no verla corretear por el pasillo. Es muy triste ver su cuenco lleno de comida, su correa para pasear…Todo está lleno de recuerdos, de sentimientos.
Gracias por tu comentario.
@ leodelatorre
Hola compañero. Muchas gracias por pasarte de nuevo por Anhelarium y por tus palabras de ánimo. No sólo son seres maravillosos, sino que son los seres más maravillosos de la Tierra. Indiscutiblemente. Siempre me impresionará comprobar la ilimitada capacidad de amor que demuestran.
Nuevamente, gracias a todos por vuestros comentarios.
Buen fin de semana a todos 😉
20 noviembre, 2015 en 16:41
Lo siento mucho, tío, se les quiere un montón. Te entiendo porque la mía lleva cojeando desde el martes y tenía fiebre, y no sabes que lloreras en el veterinario rezando por qué no fuera nada una artritis séptica por moquillo y se me fuera el animal… Al final se ha quedado en un absceso, pero entre en pánico y ahora me siento culpable de no haber estado a la altura como dueñ y veterinaria.
Tienes que quedarte con eso, con lo que hiciste por ella y la calidad de vida que tuvo que es lo que al final del camino importa.
21 noviembre, 2015 en 11:32
Y perdón la pésima redacción y los palabros que sobran pero es que la tablet me auto escribe sin que se lo pida
21 noviembre, 2015 en 11:32
¡Jaja, no problem! Estoy muy agradecido por tu visita 😉
21 noviembre, 2015 en 11:35
Gracias cielo. Espero que tu perrita esté mucho mejor y no vuelva a pasarle eso. Y no te sientas mal, estoy seguro que contigo tiene todo lo que necesita. No te martirices. Gracias por tu comentario Tere, te mando un beso enorme, que tengas un buen fin de semana.
21 noviembre, 2015 en 11:34
Qué penita me dan estas cosas. Los animales son muy buena gente, como decían en Dersu Uzala. Es muy bonito el recuerdo que le has dedicado a tu Falla. ¡Ánimo!
23 noviembre, 2015 en 13:44
Gracias Mus. Un fuerte abrazo.
23 noviembre, 2015 en 14:34
Que preciosa!! Cariñosa, juguetona..ahora puede serlo con toda la energía del primer día, donde esté es feliz!💟💟💟💟💟💟💟
9 diciembre, 2015 en 3:13
Gracias por tu comentario Carmen. Allá donde esté, estará muy feliz. Sólo espero, esperamos, poder reencontrarnos con ella. Las ganas de besarla y abrazarla jamás se irán.
Un beso y gracias nuevamente.
28 diciembre, 2015 en 20:58
¡Qué mirada tan tierna la de Falla… Irradia amor, dulzura e inocencia! Hermosos e innumerables recuerdos de ella en tu memoria, donde sigue y seguirá viviendo a pesar de su partida!
Qué triste y duro que ya no esté a tu lado, pero como dices, debe estar correteando entre nubes y persiguiendo estrellas, juguetona como una de ellas… 🙂 🙂
¡Algo tarde me he enterado, pero te mando un cálido y fuerte abrazo, mi amigo! 😉
13 enero, 2016 en 0:18
Ah… Y se me aguaron los ojos al leer tu texto… 😦
13 enero, 2016 en 0:19
Recibo tu abrazo, querida Lusalo. Es duro, ahora estamos mejor, pero es ver una foto suya y se me encoge el alma. Voy a compartir con vosotros algo que no he dicho a nadie. Pero a veces, extiendo mi brazo e imagino que la sigo acariciando. Sé que está ahí.
Besos, linda 😉
13 enero, 2016 en 10:47
Seguro que si se convirtió en una de esas estrellas que mencionas Álvaro. Las mascotas se vuelven parte de la familia de uno, así que cuando hay que verlas partir siempre duele la pérdida e igual cala el vacío.
17 noviembre, 2018 en 1:12