Gracias por tanto, gracias por todo. Te quiero papá
Te has ido, pero ahora te siento más dentro de mí que nunca, papá. Siempre tan coqueto, con ese porte tan distinguido y elegante, así es como te recordaré. Como recuerdo este día como si fuera ayer, y ya han pasado seis años. Días previos a Semana Santa entramos en tu querida Prioral, donde se exhibían los pasos que tanto te gustaban. Entre este dolor insoportable de saber que nuestras rutinas diarias terminaron, me queda la satisfacción de haberte sabido agradecer siempre todo lo que has hecho por mí y que no he necesitado estas noches de cuidados en el hospital para que te sientas atendido y querido. Siempre has estado rodeado de tus hijos. Hiciste de nosotros todo tu mundo y de ahí este desconsuelo que me amarga, que me hace llorar de rabia a cada rato. Y lo peor es que sé que, con el tiempo, el dolor por no tenerte como hasta ahora se hará mayor. Es ley de vida, dicen, pero uno nunca está preparado para perder a un padre, y menos uno como tú, que has hecho de padre y madre al mismo tiempo. Son muchas las cosas que extrañaré de ti, como tu atenta mirada o la manera en que me echabas los brazos para que me acercara y te diera un beso, pero ahora, a cambio, estarás presente en todo lo que haga. Te quiero papá. Seguimos caminando juntos. Descansa en paz.
MANUEL ROJAS RAPOSO
2 de noviembre de 1935 – 3 de julio de 2021
Lia cumple 7 añazos : )
Recientemente se marcharon mis amigos de Madrid, han estado aquí pasando unos días como cada verano y Luís me ha vuelto a decir que qué lástima que la gata no sea cariñosa, y yo me tenía que reír. Luís adora a Lia, le encanta, y le encantaría disfrutar, como a muchos, de sus mimos. Es verdad, esta gata sólo es cariñosa conmigo, no es el típico gato que está como la falsa moneda, de mano en mano. He conocido a gatitos que aunque no te conozcan de nada, se dejan coger, acariciar, achuchar. Lia no es así, Lia es súper cariñosa, pero solo conmigo. Lia desconfía de las manos ajenas y no soporta que nadie más que yo la colme a mimos. Eso sí, Lia juega con todo el mundo y a todo el mundo se acerca. Que no sea cariñosa con los demás no quiere decir que se asuste o que se muestre miedosa, y mucho menos ella nunca se quedará medio escondida en un rincón si tengo invitados en casa. ¡Para nada! Ella tiene que estar siempre en medio, como el jueves. Sea quien sea quien entre en casa, y sean cuántos sean, ella se tiene que hacer de notar. Y si le das juego, ten por seguro que ahí la tendrás, incasable, jugando contigo en todo momento. No voy a negaros que me gustaría que fuese con los demás lo tremendamente mimosa que es conmigo, me conformaría con que fuera la mitad de cariñosa. Así los demás podrían hacerse una idea de lo que verdaderamente es estar con Lia, de lo que es tener su compañía día tras día. Pero por otro lado, esto hace que valore aún más el cariño que sólo a mí me da. Eso me demuestra que no es así conmigo por interés, porque comida y juego cualquiera puede darle. Cualquier persona que entre en mi vida puede ponerle de comer y jugar muchas horas con ella, pero jamás se mostrará tan cercana y tierna como lo es conmigo. Una de las dudas que tengo es si en algún momento Lia se puede mostrar como es conmigo con otra persona, pensando, por ejemplo, en el día que conviva con una pareja. Desde que tengo a Lia no he tenido una relación de noviazgo con una chica de manera estable y duradera. Y sabiendo como es ella con los demás, me asalta la curiosidad de saber si Lia podría ser como es conmigo, o al menos parecido, con una chica que conviviera conmigo mucho tiempo. Con mi hermana, por ejemplo, que la conoce de hace años, si se deja manosear más, pero como no la ve a diario, sino muy de vez en cuando, pues no termina de coger la suficiente confianza que se ve, ella necesita.
Esta gatita acaba de cumplir este verano siete años, y yo sólo deseo que sean muchos más, porque tenerla como compañera, pasar mis días con ella, es de lo mejor que hay en mi vida. Bendito fue el día que decidí adoptarla, de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, no me cansaré de decirlo.
Lo último que se ha dicho