Mau Loa
Llevo pocos meses muy volcado en el Surf. Desde el pasado mes de marzo, concretamente. No sé cómo no hice esto antes. Cuando era pequeño disfrutaba, como muchos niños de la época, de mi boogie. Incansable, nunca quería salir del agua, y me recuerdo siempre mirando, ansioso, porque vinieran más olas. Tonto de mí, no volví a practicar Bodyboard. La adolescencia que vino después hizo que se me nublara el seso con muchas tonterías, demasiadas. Tonto de mí por no haber mantenido encendida esa pasión por seguir surcando olas. Y más tonto aún habiendo sido desde siempre un incondicional de la playa. Claro. Más delito tiene aún cuando la playa, mi querida playa, siempre ha sido uno de los más importantes escenarios de mi vida. Las imágenes de aquél niño que jugaba a cabalgar las olas con su corcho siempre me han acompañado, muchas veces llegaban a mi mente y dejaban en mí esa sensación de nostalgia. Ya bien entrado en mis veinte años, y desde lo más profundo de mi, sentía una inquietud, necesitaba algo, anhelaba algo, y en mi mente, alguien llamaba a la puerta desde el recuerdo. Algo querría con tanta insistencia. Era aquél niño, que sonriente, con ese brillo en los ojos que sólo un niño alberga en su mirada, me decía las ganas que tenía de volver a montar a lomos de una tabla. Y aquí estoy, a mis veinticinco años, mirando al mar, a punto de meterme en el agua, y volver a ser aquél precoz surfista que con tanto ahínco se metía al agua.
Mau loa significa para siempre en hawaiano, y esto lo escribí al poco de llegar a la playa. Sentí la necesidad de escribirlo y no dudé en sacar mi pequeño cuaderno de notas que suele siempre acompañarme. No suelo surfear por las tardes, y tendré que hacerlo más, porque la sensación de estar encima de la tabla, mientras esperaba la ansiada ola, manteniendo la mirada fija al horizonte y viendo cómo el Sol se retira lentamente…es un momento místico, una sensación pura como ninguna otra. Es lo más cerca que me he sentido de Dios.
Álvaro tu ya sabes surfear igual que Kelly Slater?
19 julio, 2011 en 20:35
jajaja qué mamón, ¡sabes que no! 😀 Pero cada vez se me da mejor ¿eh? Es cuestión de tiempo 😉
19 julio, 2011 en 20:45
Que bonito lo q has escrito guaperas! Tengo muchas ganas de estar allí y que me enseñes a surfear, aunque sólo haría el ridículo padre. Me alegro que estes disfrutando tanto de este deporte, se ve que te ha cambiado la vida y para bien, como no podría ser de otra manera. Sin haberlo probado estoy segura que es el deporta más vivificante de los que hay. A surfear mucho Álvaro!!
Te mando muchos besos surfero!!
26 julio, 2011 en 15:53
¡Sandra! Muchas gracias por tu comentario. ¿Sabes? A cambio de enseñarte a surfear, tendrás que hacer de fotógrafa un ratito. No tengo a nadie que me eche fotos mientras surfeo y me encantaría tener alguna instantánea surcando alguna ola. Y te puedo asegurar que el Surf ha cambiado mucho mi vida, y me hace vivir y sentir aún con más amor e intensidad la playa, entrar en mayor conexión con un lugar así, tan placentero y reconfortante para mí. Mi paraíso.
¡Ya falta menos para que te vea este verano! ¡Besos y más besos!
26 julio, 2011 en 16:07