Revolutions Saints [2015] Instantáneamente, disco del año
La banda está formada por el guitarrista Doug Aldrich (Whitesnake, Dio), el baterista Deen Castronovo (Journey, Ozzy Osbourne, Bad English, Cacophony) y el bajista Jack Blades (Night Ranger, Damn Yankees). Así que nada malo podría salir de ella. Y efectivamente, para mí el disco presentado por esta nueva formación, un auténtico supergrupo, es el más indicado a ser el disco del año en su género.
Los incondicionales de esta música sabemos perfectamente lo que un disco como este supone para nosotros. Caemos completamente rendidos cuando escuchamos canciones de este calado. Quizás a estas alturas para muchos esta música ya esté muy manida, de fórmula sencilla, que nada nuevo puede aportar. Son cosas que leo de vez en cuando por parte de esos que entienden mucho de música. Los mismos que no se han escuchado un disco de Led Zeppelin en su vida y van diciendo que tal o cual grupo del underground más profundo son lo mejor que han escuchado en sus vidas. Yo no puedo estar más en desacuerdo. La música es pasión, y ésta no entiende de límites. Como la vida misma. Crear de la nada una canción tan henchida de energía, vivacidad, sonoridad y gigantesca melodía, no es fácil. Concebir de la nada canciones que logren llevar a una persona del hastío al entusiasmo, es toda una proeza.
Las canciones que contiene este disco son un auténtico arranque, puro apasionamiento. Era de esperar y más teniendo en cuenta la de tablas que tienen sus componentes y la de ganas que hay que tener para, a estas alturas de la película, estar tan motivados por engendrar una nueva banda y comenzar un nuevo camino en la música. Para mí es admirable que estos tipos tengan la misma ansia por seguir haciendo esta música, su música, tras tantos y tantos años. Mantener el espíritu joven lo llaman. Como he dicho, este disco de Revoutions Saints tiene todos los papeles para convertirse en el disco del año, si no lo es ya, aunque aún queda mucho de este 2015. Por si fuera poco, en él colaboran artistas como Neal Schon, guitarrista líder de la mítica banda Journey y Arnel Pinea, su actual vocalista desde hace ya unos años.
Comienza este gran proyecto con Back On My Trail, todo un derroche de fuerza para empezar con el disco. Un disco que es de esos que no decaen, en el que todos sus temas mantienen el nivel de las anteriores. Para mí, desde la primera escucha, pasó a convertirse en todo un estandarte del Hard Rock más melódico, ya que dentro de este estilo, discos de este calibre ya salen bien pocos. Turn Back Time es sin duda el plato fuerte (me gusta llamar así a las mejores canciones de un disco). Hacía mucho tiempo que no quedaba tan seducido por una canción. Su melodía es trepidante y el estribillo pegajoso a más no poder. No te la quitas de la cabeza. Es de esos temas que escuchas en modo replay sin cansarte.
You’re Not Alone, donde a las voces aparece Arnel Pineda es un magnifico medio tiempo, y no es el único en este disco. Bendita vehemencia. Una canción para enmarcar. Las guitarras cobran mucho protagonismo en Locked Out Of Paradise, suenan de escándalo y siempre acompañadas de una melodía de gran nivel. Con Way To The Sun (en esta ocasión junto a Neal Schon) tenemos otro medio tiempo enriquecedor, de corte más moderno pero sin perder esos aires clásicos. Todos son temas sobresalientes, pero el siguiente corte es de los más formidables. Me refiero a Dream On, y escuchándola es imposible no acordarse de los Journey actuales. Esta canción es Journey 100%, y no es de extrañar estando el señor Castronovo presente, la influencia es inevitable.
Difícil encontrar un disco con tanto medio tiempo de calidad. Don’t Walk Away roza la perfección. Es sin duda alguna la que más romanticismo demuestra. Decir que la voz de Deen Castronovo me parece realmente idílica para este estilo de música. Una voz a medida. Le sigue otro tema de la misma medida, Here Forever, de mayor fuerza y melodía. Siento si me repito, pero me encandila la condición de estas canciones. Todas de gran encaje. Esto es lo que se dice, un auténtico discazo.
De vueltas con el Hard Rock más clásico, tenemos Strangers To This Life y Better World. Con esta última de nuevo sientes como si escucharas a los mejores Journey sobre todo en esas estrofas que preceden al estribillo. De un corte más moderno es How To Mend A Broken Heart, y sobre todo más cañero, donde las guitarras se agudizan y la batería se vuelve más pesada. Y de nuevo, un señor estribillo. El disco como comprobaréis, no decae. Es pura energía.
Y por si alguien puede pensar por un instante al leer esta reseña que soy un tanto exagerado a la hora de describir estas canciones, le invito que escuche In The Name Of The Father. Venga. ¿Os parezco exagerado aún? ¡A mí me faltan las palabras para lograr referirme y, además brevemente, a este tipo de canciones!
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