ALIEN, el octavo pasajero [1979]
No sé que ha tenido siempre este bicho que es el que más miedo me ha dado de todos los monstruos del cine. Siento fascinación por Alien. Cada cierto tiempo me veo la saga completa. Cuando hablo de la saga me refiero a la saga original, no hablo ni de Prometheus (2012) ni de Alien: Covenant (2017). La primera, un despropósito; la segunda, aún sigo digiriéndola. Y ya ni hablemos de Alien vs. Predator (2004) y su secuela, un crossover para el entretenimiento barato, demasiado estúpido. Alien es la obra maestra de Ridley Scott, por lo que siempre será recordado. Ya sé que este director tiene en su haber grandes obras como Gladiator (2000) o Blade Runner (1982), pero su nombre siempre estará ligado a Alien, siempre se hablará de él como el director de Alien. En 1979 Alien marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción y de terror y por supuesto, una enrome franquicia que ha dado cómics, libros, videojuegos y todo tipo de merchandising. Alien es de las películas más reconocidas del género, una de las más transcendentales. Alien, el octavo pasajero, es de las películas que mejor envejece, han pasado más de treinta años de su estreno y no ha perdido ni una hebra de calidad. Sus secuelas, esas que componen la que todos conocemos como la saga original, son joyas del séptimo arte. Cada una de esas secuelas fue dirigida, además, por excelentes directores de cine. Alien, el regreso (1986) fue dirigida ni más ni menos que por James Cameron (Titanic, Avatar); Alien 3 (1992), por David Fincher (Seven, El club de la lucha). Ya en 1997, para Alien Resurección, sería Jean-Pierre Jeunet (La ciudad de los niños perdidos, Amelie) el encargado de dirigir la última de las clásicas. Pero yo me quiero centrar en la madre de todas ellas, en Alien, el octavo pasajero, porque muchas películas han seguido los pases de esta cinta, pero pocas han conseguido transmitir la angustia y la intensidad de ésta.
Oscuridad, terror y belleza
Esta película cuenta la historia de la nave Nostromo, una nave de carga que recorre un largo viaje y en el que sus tripulantes están sumidos en un sueño criogénico. MADRE, como así llaman al ordenador central de la nave, tras detectar una extraña transmisión procedente de un planeta cercano y aparentemente deshabitado, procede ha despertar a los siete tripulantes de la nave. Así, los navegantes espaciales decidirán acercarse al planeta para comprobar e investigar la procedencia de dicha transmisión. Dallas, el capitán de la nave, comunica al resto de la tripulación que MADRE ha dirigido a Nostromo al desconocido planeta porque ha interpretado la señal interceptada como una alerta de socorro. Una vez que la película nos ha presentado los roles de todos y cada uno de los tripulantes, éstos de disponen a aterrizar en el extraño planeta para comprobar lo sucedido y desvelar el inquietante misterio. Cuando el capitán Dallas y su equipo aterrizan en el inhóspito planeta, accederán al lugar donde se originó la transmisión. Allí se encontrarán con una nave alienígena que parece haber sido abandonada mucho tiempo atrás. Mientras tanto, la teniente Ripley ordena a MADRE que realice una descodificación de la extraña transmisión obtenida para su interpretación y es ahí donde descubrirá que el mensaje no era una alerta de socorro, sino de advertencia. Uno de los oficiales, Kane, descubre en la nave que han abordado una sala llena de lo que parecen ser huevos en incubación. Uno de ellos se abre y una extraña y viscosa criatura se adhiere a su casco de forma violenta, derritiendo su visor y aferrándose a su rostro. Kane es llevado de urgencias a Nostromo. Allí, uno de los tripulantes, un androide llamado Ash, intentará liberar a Kane de semejante engendro. Cuando parecía imposible desaferrar a ese extraño ser del rostro del oficial, éste cae aparentemente muerto. Kane despierta ileso, la nave Nostromo pone de nuevo rumbo a la Tierra. Pero Kane comienza a convulsionar y una extraña criatura sale de su interior reventándole la caja torácica. Y es aquí donde comienza una tragedia galáctica que no se olvidará jamás.
Los oscuros pasillos y rincones de Nostromo forman un escenario claustrofóbico y amenazador. La pequeña y violenta criatura tiene innumerables formas de esconderse a placer de los tripulantes que ahora se muestran inquietos y asustados. La teniente Ripley comienza a mostrar sus dotes de mando y determinación y es donde poco a comienza a obtener el protagonismo. Desde el inicio de esta cinta vemos como los planos y secuencias están medidos al detalle. La música, encargada a Jerry Goldsmith, pone sutil y paulatinamente énfasis a cada momento. La nave Nostromo presenta cierto aire disco (como no podría ser de otra manera en pleno años setenta) para dar paso a un ambiente gótico y tenebroso, convirtiendo la nave en el mayor de los pasajes del terror. Como bien rezaba el cartel con el que se promocionaba esta película: «En el espacio, nadie puede oír tus gritos».
El octavo pasajero
El pequeño Alien, ese que anda correteando por la nave, es el octavo pasajero, al que nadie a invitado a bordo. El pequeño ser sufrirá ciertas transformaciones que ni el mismísimo Frank Kafka hubiera imaginado. La metamórfosis del bicho es espectacular y lo que lo hace más brillante es que no se usan efectos digitales en esta película. Hablamos de una cinta rodada en 1979 y de ahí el atractivo que jamás conseguirán las películas de hoy día. Los monstruos y estrafalarios personajes de las películas de aquellos días eran maquetas o disfraces que se conseguían a base de horas de concienzudo esfuerzo. De un sangriento cangrejo pasaba a una suerte de escarabajo repugnante para convertirse finalmente en un ser bípedo, imponentemente alto y fuerte, con una especie de armadura irrompible, tan oscuro como un agujero negro, de un aspecto que no podría ser más amenazador y espeluznante, y con unas mandíbulas que por si fuera poco, escupían ácido corrosivo. Un ser inmune, un ser invencible.
El bicho, por excelencia. Uno de los inconos del cine de terror más impactantes y reconocibles. El monstruo que más miedo me ha dado de todos. Llegué a tener pesadillas con él. Recuerdo cómo un primo mío me regaló de pequeño un póster enorme que regalaba Pepsi con motivo del estreno de la tercera película, Alien 3, en 1992. En él se veía a este monstruo a tamaño original, de esos pósters que se pegan detrás de la puerta de tu habitación o en una de los armarios. No recuerdo qué hice con él, si lo tiré o lo regalé, pero jamás lo coloqué en mi habitación. Este bicho tan letal no cesará en su empeño de matar a todo ser viviente que se cruce en su camino. De la forma más mortífera, irá acabando con toda la tripulación. Perseguirá de manera incansable a la teniente Ripley y no sólo en esta película. Ay! La teniente Ripley…
Sigourney Weaver
El bicho se pasa toda la película soltando babas, escupiendo ácido y persiguiendo a una Sigourney Weaver ensagrentada, sudorosa y en braguitas, que corretea por toda la Nostrodomo. Puede parecer soez o simplista esto que acabo de escribir, pero tan sólo es la imagen que tengo grabada a fuego en la cabeza cuando pienso en esta película. Las escenas de Weaver y el Alien son las que más me marcaron y las que primero se me vienen a la mente. Son las dos piezas inquebrantables, insustituibles y que más perdurarán en el universo Alien. Como si de una versión alternativa de La bella y la bestia se tratase, Ripley y Alien son en esta cinta la pareja de un baile violento y sangriento. Sólo ella es capaz de hacerle frente a un monstruo de tal calibre, Ripley nunca dejará de ser una de las más admiradas heroínas del celuloide. Su periplo con Alien será la columna vertebral de toda la saga. La actuación de Weaver en la película es una de las más logradas de su carrera cinematográfica. Si Ridley Scott será siempre el director de Alien, Sigourney es y será siempre la actriz de Alien. Cuántas veces habré oido decir eso de: Sí, esa que hizo la peli de Alien, cuando alguien se quiere referir a la actriz. Todos los actores que dan vida a los miembros de la tripulación dan la talla, transmiten intensidad y realismo en la pantalla. Todos, sin excepción, Dallas (Tom Skerritt), el oficial científico Ash (Ian Holm), Brett (Harry Dean Stanton) y Parker (Yaphet Kotto), Kane (John Hurt) y Lambert (Veronica Cartwright). Pero el coraje, la valentía, el papel femenino por excelencia, es el de Ripley, Sigourney Weaver. Sin alardes, tan sólo con el arrojo de una mujer cabreada, Ripley se enfrenta a Alien. Es tal la determinación y entereza de Ripley, que a su lado Alien no parece tan imbatible.
Alien, el octavo pasajero, es una película para disfrutar viéndola varias veces. Como esa botella del mejor vino que puede durar meses en tu pequeña bodega y que sólo sacas en ocasiones especiales. Esta película es para apreciar todos sus detalles. Su atmósfera opresiva, la interpretación de sus actores, la música, su fotografía, el ingenio de un director en estado de gracia, y la calidad de una actriz irrepetible como es la señorita Weaver, sin olvidarnos, ¡cómo podríamos!, del terror que infunda esta especie de quimera del espacio. Una obra maestra del séptimo arte. Yo, seguiré cada cierto tiempo disfrutando de esta saga como vengo haciendo desde hace años. Una noche que no tengas plan alguno, y no quieras salir de casa, ya sabes qué hacer.
Gran Articulo! alien en una de esas sagas cuyo lore me fascina pero que va sin rumbo fijo en su version cinematografica ( por suerte esta Dark Horse para salvar el culo con sus comics)
una pelicula cuya maxima es tener en tension al espectador en todo momento y sentir la misma claustrofobia que sus personajes en una nave con vida propia en la cual cualquier sonido o reflejo de luz asuste lo mismo que la criatura
personalmente soy mas de su secuela, en la cual james cameron se centro un poco mas en la accion pero es igualmente disfrutable y con unos actores que lo bordan, sobre todo bishop, pero mi preferida sin duda es vasquez con su inseparable M56 Smartgun
Sobre prometheus y Covenant… la primera mierda infecta, asi de claro no se salva mucho de ella, de la segunda si hay algunas cosas interesantes como el Neomorfo y sus variantes
16 agosto, 2017 en 10:54
Es lo único de la pelo que me gustó Manu, el Neomorfo. Tanto que ahora no sólo quiero una figura de Alien (el origial) sino otra del Neomorfo también, jajaja. Pero las figuritas que quiero son caras, qué te voy a contar que no sepas.
Gracias por pasar y comentar. Un placer siempre verte por aquí.
¡Un fuerte abrazo picha!
16 agosto, 2017 en 11:00
para mi fue una genial película
16 agosto, 2017 en 11:02
¡Gracias por comentar! 😉
16 agosto, 2017 en 11:09
En el tema de figuras de alien es cuestion de gustos, si prefieres una figura de mas realismo y totalmente articulable las de neca son tu opcion, si lo que prefieres es tenerla de adorno y no tener que preocuparte de que se caiga opta por mcfarlane
y luego estan las versiones funko, son las mas baratas y las de alien no tienen mal diseño
yo opte por neca, tanto las figuras de alien como las de los personajes tienen un nivel de detalle increible, eso si a 139€ las reinas, y unos 40€ tanto los personajes como otro tipo de aliens mas pequeños
16 agosto, 2017 en 11:12
Se muy bien que controlas del tema de figuras, de ahí mi comentario. Precisamente las figuras que quiero son las realistas, esas que sobrepasan los cien euros. Y claro, gastarme cien euros en una figurita, por mucho que me guste, me tira para atrás y más cuando tengo otros gastos y prioridades. Hace un par de noches estuve investigando dónde hacer un pedido de figuritas Funko y me voy a pillar en breve Superman, el White Ranger (más adelante me gustaría hacerme con todos los rangers originales) y por supuesto, un Alien. No me pillaré más, no es mi intención hacer una colección. Pero tener esos «Funkos» me hace ilusión, pues son personajes que me han marcado mucho en mi vida.
16 agosto, 2017 en 11:16
Yo tengo una reina alien de neca, en concreto la roja (red queen xenomorph), fue un regalo de cumpleaños y por wallapop les costo en torno a los 60 euros precintada, practicamente la mitad del precio que vi en el Fnac de Madrid el año pasado, y en cuanto pueda tengo intencion de pillar la Blue, con algo de suerte y paciencia te ahorrras un dinero
en cuanto a funkos tu gran ventaja es que en Madrid estan casi todas las tiendas buenas, en cadiz hay una que mas o menos tiene de todo
En cuanto a Rangers… a mi me tienen que llegar las versiones funko Teleporting ( son transparentes con el color de cada uno) un Alpha 5 y un par de Zords
yo los pille en https://figurasdeseries.es que tienen casi todos en stock
16 agosto, 2017 en 11:44
Menuda pasada de colección la tuya! Gracias por el enlace Manu, ahora le echo el ojo. Un abrazo 🤗
16 agosto, 2017 en 11:46
Me gusta toda la saga de Alien, pero sin duda me quedo con esta, es la que más me ha marcado de todas y la he visto mil veces, la mezcla de ciencia ficción y terror me pone muchismo.
Hace unos meses cuando estrenaron Alien Covenant estuve viendo el octavo pasajero con mis hijos para que vieran que se hacía cine buenísimo sin los grandes programas informáticos y efectos de ahora. ¿De verdad que eso no lo ha hecho un ordenador???? jajaja, difícil de explicar a una generación que todo lo entiende a base de informática y aplicaciones, pero sí, ingenio, maquetas y horas y horas de trabajo hacían estas películas que han servido de base para cientos de otras.
Mi escena preferida, la muerte de Brett, cuando entra buscando al gato en una sala gigante de la que cuelgan muchos objetos metálicos que no paran de tintinear, creando una atmosfera rancia e intranquila.Del techo cae agua, ¿¿??? o eso cree él!!!!, se refresca con ella la mete en su boca y uno ya está casi dando arcadas porque son las babas del Alien que ha pasado de la pubertad a la juventud de un estironazo. Lo rodea con los tentáculos y le da un abrazo y un beso mortal, teniendo como único testigo al gato, me encanta!!!!
16 agosto, 2017 en 16:43
¡Esa escena es buenísima, Encarni! Muy buena esa idea que tuviste con tus niños. Siguiendo con esa «lección», haz lo mismo con las primeras pelis de Star Wars si no las han visto ya. Ahí todo eran maquetas y disfraces, ¡y mira cómo quedó!
Voy a ooftopiquearme tela marinera para decirte que no entiendo cómo coño Roland Grapow ha contratado al cantante nuevo de Masterplan, de verdad, ¡pero si no tiene voz! ¿Cómo va a cantar ese hombre en directo? Las versiones están genial, pero técnicamente, vocalmente quedarían mucho mejor con otro tipo.
Esto te lo suelto porque mientras te contesto estoy escuchando el PumKings 😀
Un beso, Encarnita.
17 agosto, 2017 en 9:00
Sin duda esa película fué un hito en cuanto a la narración cinematográfica, que ha generado mucha escuela, no hay más que ver el nuevo remake de life, que es una mezcla entre Alien y Gravity…. saludos
16 agosto, 2017 en 20:21
Si es que todas maman de esa atmósfera, Vidal. Vi Life en el cine cuando se estrenó no hace mucho y me encantó. Recomendadísima.
¡Un abrazo amigo!
16 agosto, 2017 en 20:31
Excelente entrada, Álvaro. Gracias por recordar una de las obras maestras del cine, nada que ver con lo que tenemos ahora. Con tanto efecto digital ha desaparecido el encanto que tenían los efectos en el siglo XX y Alien es un peliculón, muy por encima de los films que que llegaron después. Un abrazo, bro.
18 agosto, 2017 en 10:23
Muchísimas gracias Fran. Como ya hiciera con Tiburón hace años, poco a poco me gusta ir escribiendo a modo de pequeño homenaje sobre distintos clásicos que tanta época marcaron.
Buen fin de semana, Fran ; )
18 agosto, 2017 en 21:35