Mi padre a finales de los años 50

Con Mr.Youman
Eran los pocos españoles que trabajaban en la Base
Buen ambiente entre españoles y americanos
(podéis pinchar en las fotos para verlas en grande)
Últimos años de la década de los 50. Mi padre, que lucía como un actor de cine, trabajó durante varios años como mecánico en la Base Naval de Rota/El Puerto de Santa María. En una de las fotos lo podéis ver con su mono de mecánico, herramienta en mano, sentado en una Ford Pick Up. Tanto en su mono como en la puerta de la camioneta podéis ver las iniciales U.S.N, la Marina de los Estados Unidos. De esos años, en plena Guerra de Vietnam, me ha contado numerosas anécdotas de lo que allí vivió, algunas muy divertidas y otras no tanto. Como lo mucho que disfrutaba de sus largas charlas con el señor Youman, un oficial de la NAVY y que sale abrazando a mi padre en una de las fotografías. O como la de veces que tuvo que ver partir a muchos militares rumbo al Viet Cong y que jamás regresaron. Me dice que aún recuerda la mirada perdida y el rostro horrorizado que a muchos se les quedaba cuando se enteraban que tenían que ir a luchar a esa absurda Guerra del Vietnam. Otros regresaban tristes a Estados Unidos porque se enamoraban de la calidad de vida del sur de España, de su gente, sobre todo de las españolas, y deseaban quedarse para siempre. Conoció a personas maravillosas y aprendió muchísimo de los norteamericanos, gracias a eso, con los años, acabó siendo un buen industrial, creando su propia empresa y teniendo un gran éxito. Gracias a él y a su esfuerzo hemos disfrutado siempre de una vida cómoda. Pero también los americanos se mostraron agradecidos con mi padre, me cuenta que le cogieron mucho cariño, se lo pasaban genial con él y con los poquísimos españoles que trabajan en la Base. Los militares yankees no estaban acostumbrados a un trato tan humilde y afable. Fueron años de buena convivencia, ademas, España, aun sumida en una dictadura, comenzaba abrirse al mundo, eran los años del aperturismo (1958-1975), lo que también se conoce como el segundo franquismo. España, si bien no experimentaba cambio político alguno, sí vivía una auténtica transformación social, cultural y sobre todo económica. Mi padre exprimió su estancia con los americanos, supo sacarle partido a todos esos años, a todos esos momentos. Aún hoy sigue diciéndome que fueron sus mejores años. Escuchándole y viendo todas las fotos que conserva de esos días, me lo creo totalmente. Ah, qué guapo era mi padre, por Dios, menudo rompecorazones fue.
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Esta entrada fue publicada el 18 diciembre, 2019 por Álvaro Rojas. Se archivó dentro de Personal y fue etiquetado con Papá.
Y siguen aqui…y tantas familias trabajando para ellos…precioso relato
18 diciembre, 2019 en 16:19
Hola Cel, muchas gracias por tu comentario y bienvenido a Anhelarium. Efectivamente, aquí siguen, la Base Naval desde hace muchos años es compartida con el Ejército español, pero aún así siguen viniendo muchas familias americanas que se hospeda o bien en Rota o aquí en El Puerto de Santa María.
¡FELIZ NAVIDAD!
21 diciembre, 2019 en 21:23
¡Pero que Señoron tu padre!, y que guapo también, rompecorazones ¡seguro!, y tu te pareces muchisimo a él, al menos en esas fotos en que se le aprecia en su juventud.
Eres privilegiado por tener un padre así, con tanta riqueza de historias para contarte, imagino que cuando empieza a hablar, te deja sumido en sus anecdotas!, es muy bonito que escribas una entrada dedicandola a él y a sus tiempos de juventud, en este espacio tan bonito q
18 diciembre, 2019 en 20:47
Se envío antes de tiempo jajaja, me emocione escribiendo y pinché sin querer el enter… pero bueno, no me rallo mucho, aunque no le conozca saludame muchisimo a tu padre y dile que en México una persona le admira por todo lo que cuentas, porque en cada alusión que haces de él, en mensajes o en tus poemas, hablas de un hombre impresionante y de un hijo que se siente agradecido por tenerlo como padre.
18 diciembre, 2019 en 20:51
¡Hola Alba! Gracias por tus palabras. Son muchas las anécdotas que nos cuenta mi padre, muchas me las se de memoria ya jajaja. ¡Te mando un abrazo gigante, FELIZ NAVIDAD!
21 diciembre, 2019 en 21:24
Feliz casi Navidad Álvaro! Que tú vida se llene siempre de bendiciones!!
22 diciembre, 2019 en 10:07
Qué interesante… La historia contada por los protagonistas es muy enriquecedora… 😃😃😃 ¡Y qué rico volver a leerte y pasarme por aquí! Sí, guapazo total tu padre… «Y de tal palo, tal astilla»… 😉😏😍🤗🙂😘
16 febrero, 2020 en 20:02
Tremenda charla que se debe tener con tu padre, con todas las historias que tiene por contar.
5 julio, 2020 en 1:39
Tiene una buenísima, el FBI fue a buscarlo a su casa, jajaja. He pensado alguna vez en escribir sobre ello. Ya veremos, jeje.
Un abrazo, Lis.
5 julio, 2020 en 8:49