Literatura

El Hobbit, de J.R.R. Tolkien

Portada de John Howe para El Hobbit

Portada de John Howe para El Hobbit

Creo que no es necesario presentar esta grandísima obra, porque estoy seguro que todos aquellos que entren en Anhelarium la conocerán de sobra. Me pregunto si es necesario recomendar este libro o escribir un artículo sobre el. ¡Quién será el insensato que no la conozca! La mayoría de las obras aquí reseñadas las hago a modo de recomendación, para mostrar de alguna forma buenas obras literarias a los demás y así difundir algo que, al menos yo, considero que merece la pena. ¿Pero que hago yo ahora aquí recomendado El Hobbit? ¡Hasta me siento tonto haciéndolo! Es como si escribiera un artículo recomendando a los Led Zeppelin o a los Guns N`Roses, parecería ridículo. Pues bien, no os toméis este artículo como una recomendación más de Anhelarium, porque no lo hago con ese fin, este artículo no es para recomendar la lectura de esta trepidante novela, sino para homenajearla. Quiero desde Anhelarium, rendir homenaje a la que es probablemente la aventura más fantástica y original jamás escrita. Este verano volví a disfrutar con Bilbo Bolsón una vez más, ¡y es que ya son cuatro las veces que me he leído este excelente libro! Y dudo mucho, muchísimo, que haya sido la última vez que lo haga.

The Hobbit fue una obra escrita por John Ronald Reuel Tolkien, y en un principio esta historia sólo fue creada para divertir a los hijos de éste. Que por cierto, qué maravilloso ¿verdad? Escribir una novela como regalo para tus hijos, sin duda algo bello. Pero la obra no podía quedarse sólo en eso, una obra de tal envergadura no debía ni podía quedarse ahí. Este es el primer libro que explora la Tierra Media, es el primer libro que te adentra en la majestuosa mitología creada por Tolkien, la obra que te abre camino hacia la mayor historia fantástica que se ha escrito. Eso si no contamos La Sagrada Biblia como novela de ficción, aunque tengo mis dudas. Como dato curioso déjenme decirles, ya que viene al caso, que la saga de El Señor de Los Anillos son los libros más vendidos después de la Biblia precisamente, algo que te hace tener una mínima idea de la tremenda popularidad de estas épicas historias llenas de enanos, elfos, orcos, hobbits, dragones, magos, valientes doncellas e intrépidos caballeros y un sinfín de esperpentos.

En esta historia se narra las aventuras de un hobbit, Bilbo Bolsón, que junto con un numeroso grupo de enanos y con la compañía del mago Gandalf, ponen rumbo a la Montaña Misteriosa, donde un despiadado y gigantesco dragón rojo llamado Smaug, guarda un codiciado tesoro. El camino será largo, y el camino estará lleno de numerosos contratiempos y dificultades, de dilemas y enigmas –¡maldito Gollum y sus acertijos!- de disgustos y situaciones de vida o muerte.

Una visita inesperada. lustracion de John Howe
Una visita inesperada. lustracion de John Howe

¿Por qué confías en él para esta misión? Le preguntaron a Gandalf, a lo que él sin pensarlo contestó: porque tengo miedo.

Y es así como comienza esta intrépida aventura. Bilbo Bolsón, sentado tranquilamente en su agujero hobbit, recibe la extraña visita de un enano, no, ¡de dos!, ¡NO, NO!, de tres, cuatro, cinco seis… ¡Bilbo Bolsón recibe la visita de trece enanos nada más y nada menos! Balin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur, Dwalin, Ori, Dori, Nori, Óin, Kíli y Fíli y Thorin, Escudo de roble. ¡Ah! Sin contar a Gandalf El Gris, que también llegó por último a la inesperada visita, aunque éste tuvo que agacharse bien para entrar en la acogedora casa Bolsón. El pobre Bilbo se vio, sin comerlo ni beberlo, en medio de una reunión, rodeado por trece enanos y un mago que no paraban de aprovecharse de la generosa hospitalidad del hobbit y que, sin parar de beber, comer, cantar y reír y comer, beber, reír y cantar mientras el pobre de Bilbo los atendía histérico, conspiraban sobre cómo llegar a Smaug, matarlo y apoderarse de su grandioso tesoro y recuperar lo que por honra y herencia les pertenecen.

El reino enano de Erebor, también conocido como la Montaña Solitaria, fue fundado en el año 1999 de la Tercera Edad del Sol, por el rey Thráin I, quien acababa de huir con parte de su pueblo de Khazad-dûm tras la aparición de un balrog. Siete siglos después, el dragón Smaug llegó a Erebor y, tras expulsar a los enanos, se apoderó del tesoro que éstos habían acumulado. Y como dragón que era, adoraba los tesoros, no les daba uso, pero los dragones son así, acumulan tesoros en sus profundas cuevas y pobre de aquél que quiera adentrarse en ellas y coger una moneda si quiera.

Gandalf El Gris, por John Howe
Gandalf El Gris, por John Howe

Historia de una ida y una vuelta

El desarrollo de esta obra va mucho más allá de una simple historia de aventuras. Este viaje, esta historia de una ida y una vuelta nos muestra más que eso, nos muestra una enseñanza, una lección, una experiencia con la que aprender a crecerse y obtener confianza en uno mismo, porque aunque parezca algo fácil, no lo es. Son muchas las personas, como este humilde que os escribe, que tiene, muy de vez en cuando, notables dilemas propiciados por la inseguridad y, creedme cuando os digo que esta vibrante historia, hace mucho más que entretenerte, te alecciona. Al menos así la he percibido yo, y os aseguro que no exagero cuando os cuento que el coraje de Bilbo Bolsón, un hobbit asustadizo y aprensivo, que se encuentra sin esperárselo con una gran responsabilidad cuyo peso siente constantemente encima de sus hombros y no para de perturbarle hasta llevarle incluso a los límites de la desesperación, lucha, aguanta valiente y sin dejar de pensar en sí mismo y pensando en los que le rodean, con brío y determinación y siempre prudente y reflexivo, sale adelante. Porque en El Hobbit, como buena historia de fantasía, ganan los buenos, los valientes, y los que le plantan cara la vida, con audacia y mucha osadía. Porque ya lo dijo aquél, es siempre mejor pedir perdón que pedir permiso.

Mi más humilde y sincera admiración hacia esta obra. Mi más modesto homenaje a esta historia de una ida y una vuelta, a este gran libro, El Hobbit.


Fantasmas, de Joe Hill

Hacia tiempo que anhelaba leer otra obra de terror, por fin llegaron las vacaciones y mis ansias por devorar todos los libros posibles no cesan. El último libro de terror que leí y que reseñé en Anhelarium fue La Casa, de Fran Peretti y Ted Dekker. Siempre intento ir variando en cuanto a la temática de los libros que escojo, para no estancarme en un solo género y hacer más amena la lectura de libros. Tras informarme por internet de qué libros de terror eran los más alabados por los internautas, uno de los autores que más aparecía era el hijo de Stephen King, Joe Hill, que al igual que su padre, se dedica desde hace varios años a publicar relatos de terror. Su obra más galardonada ha sido El Traje del Muerto, de la cual se está rodando actualmente una película. Posteriormente leí que Cuernos era también de sus obras más votadas y por último, Fantasmas, una colección de relatos de terror y ficción que al igual que sus otras narraciones, se ha llevado una buena crítica. Quise en un primer instante hacerme con el Traje del Muerto, era de sus libros, el que más me llamó mi atención. Pero por pura casualidad mientras paseaba vi en un escaparate de una librería una edición bastante rebajada de precio de Fantasmas. No lo dude y me hice con él.

Bien, la lectura de este libro os la recomiendo, pero o bien la gente es muy exagerada o realmente yo soy muy valiente, algo que de antemano os digo que no, porque esta colección de realtos de Joe Hill en ningún momento te hace sentir miedo, aunque si varios de ellos te inquietan y algunos llegan a ser delirantes y bastante angustiosos. Es difícil encontrar un libro que te haga pasar verdadero miedo, si ya es de por sí dificilísimo encontrar una película que lo haga, mucho más una obra literaria, aunque las hay. Fantasmas no es el caso, por mucho que algunos en sus reseñas así pretendan hacerlo ver. Pero Joe Hill sí que consigue crear un conglomerado de relatos dignos de leer y que no te aburrirán bajo ningún concepto. Además, si eres de los que te gusta escribir relatos en tu tiempo libre, este libro te aseguro que es muy didáctico porque de él aprendes como crear verdaderas atmósferas para sumergir así a tus lectores en tus narraciones. A mí personalmente me ha servido de mucho y de él he aprendido varias cosas, entre ellas, el sentimiento que reflejan sus cuentos, la intensidad con la que están hechos y la manera en la que te envuelven.

Todos los relatos que encontrarás en esta obra son bastante dispares, no teniendo absolutamente nada que ver los unos con los otros. Hill hace gala de una imaginación desbordante y por ello encuentras relatos tan magníficos como El teléfono negro, alguno demasiado surrealista pero muy alucinante como Oirás cantar a la langosta, u otro bastante enloquecedor como La máscara de mi padre, un cuento que me llego incluso a angustiar por lo majareta que resulta. La capa es otro de los relatos más sorprendentes que puedes encontrar, como también lo es El último aliento, un relato, quizás el más corto del libro, que personalmente me sorprendió bastante. Un fantasma del siglo XX es otro de los relatos que más destaco pero si tuviera que quedarme con uno sólo de ellos, por su genialidad y por la forma en la que te atrapa en su lectura, es sin duda Reclusión voluntaria, hasta la fecha, el mejor relato que he leído. Una lectura muy recomendada para estas vacaciones de verano.


El Elfo Oscuro. Exilio y Refugio

¡Casualidades de la vida! Tal día como hoy, hace justo un año, escribía el artículo sobre La Morada, la primera entrega de la -primera- trilogía de El Elfo Oscuro de R.A. Salvatore. Hace tiempo que terminé con estos libros pero, como he dicho, casualidades de la vida esta tarde me apetecía escribir brevemente una reseña sobre el desenlace de Drizzt Do’Urden. Al revisar un momento el post donde os hablaba sobre la primera entrega me he llevado la sorpresa al comprobar que lo escribí justo un 13 de agosto, así que no hay mejor manera de cerrar el círculo.

No pretendo enrollarme demasiado en esta reseña, no como en otras donde me dejo llevar por la emoción de la lectura y me salen verdaderos ladrillos. Eso si, nunca he destripado ningún libro y si así ha sido, siempre os he avisado. El caso es que a mi pesar, la lectura de la primera trilogía de El Elfo Oscuro ha ido decrescendo a medida que avanzaba la obra. El primer libro como ya bien reseñé, me pareció muy bueno, una novela entretenida, con un comienzo fabuloso y que prometía bastante. Y para mí, ahí termina lo bueno. En Exilio, vemos a un Drizzt amargado, huyendo de su sanguinolenta y vengativa familia, un Drizzt que personalmente deja a su raza, los drow, a la altura del betún. Y no precisamente porque éste no fuera o fuese igual de violento o despiadado que el resto de los oscuros miembros de su estirpe, sino porque jamás he sabido de un protagonista (porque vamos a obviar la palabra “héroe”)  más amedrentado y temeroso. En la segunda entrega de la saga, nuestro drow no para de lamentarse por las esquinas, recibiendo palos de todo el mundo, trayendo la desgracia por donde pasaba sin apenas solucionar nada. Exilio, como su propio nombre indica, no es más que el intento de Drizzt de escaquearse como buenamente pueda de su ciudad natal, Menzoberranzan, y de sus oscuros pasadizos. Drizzt quiere marcharse de la Antípoda Oscura bajo cualquier circunstancia. Mientras sus familiares, rotos de ira y sedientos de venganza por la traición de Drizzt hacia la Reina Araña, nuestro protagonista conoce al muy honorable capataz, Belwar Dissengulp, en otras palabras, lo más destacable de la obra hasta ahora. Un personaje secundario que es capaz de llamar mucho más la atención del lector que el propio protagonista. Además, Drizzt también mantendrá una ligera amistad con Clark, un pek al que no le podría haber venido pero juntarse con Drizzt, quizás el personaje de ficción más gafado que he conocido jamás.

No crea que Refugio es muy distinto, la temática es la misma, salvo que ya nuestro protagonista está a las afueras de la Antípoda Oscura. Pero Drizzt Do’Urden sigue amedrentado, incapaz de blandir como es debido sus apagadas cimitarras (lo de apagadas lo entenderá quien haya leído la historia) y llevando la tragedia consigo y hacia los que le rodean. A medida que seguía leyendo, rezaba para que nadie se acercara a Drizzt y éste se quedara sólo toda su triste y duradera vida. En Refugio, el «sustituto» de Belwar será Montolio, otro personaje secundario que realmente merece mucho la pena saber de él. Desconzo si existe una historia paralela exclusivamente sobre el guardián Montolio, si es así, estaré encantado de leerla. Será cuestión de investigar y preguntar a los fans de Los Reinos Olvidados. Parece ser que Salvatore tiene especial interés en dotar de gran valor a los personajes secundarios y así ha sido con Montolio, un entrañable anciano cuya vida resulta mas interesante que toda la primera trilogía de El Elfo Oscuro.

Comprendo que la obra esté dirigida a adolescentes, amantes del roll y las historias de ficción más simples, por eso tampoco voy a meterme mucho con la forma en la que ésta está narrada, pero de veras os digo que a veces pensaba brevemente que leía un libro para menores de 10 años. Lamento si mis palabras hieren a algún aguerrido fan de las antípodas, no es mi intención ofender a ningún seguidor de esta saga, pero aclaro que en ningún momento me hice ideas preconcebidas, no puse el listón alto ni nada por el estilo, y de la forma más educada y objetiva os digo que la obra cae en picado. Tal y como os recomendé la lectura del primer libro, en esta ocasión os recomiendo no seguir leyendo esta historia. Hay que ser honestos y justos, existen libros mucho mejores que este y que merecen mucho más vuestra atención.

Se muy bien que la historia de Drizzt, sus aventuras, están recogidas en varias trilogías y, a pesar de que dudo mucho que vuelva a leer algo sobre nuestro afable drow, si se da el caso, seré el primero en elogiar tales obras que igualmente vienen de la mano de R.A. Salvatore. Pero mucho tiene que mejorar la cosa. Las otras entregas tienen muy buena pinta. Por lo que tengo entendido, después de todos esos libros sobre las hazañas de Drizzt, Salvatore decidió crear una precuela, un origen para dar a entender al lector los inicios del personaje y quizás e ahí la falta de acción y emoción. Confío en que los libros antes escritos por el autor -cronológicamente posteriores a esta trilogía- sean de mayor embergadura.

Por orden cronológico:

   1.- Trilogía: “El Elfo Oscuro” (La Morada, El Exilio, El Refugio)

   2.- Trilogía: “El Valle del viento Helado” (La Piedra de Cristal, Ríos de Plata, La Piedra del Halfing)

   3.-Colección: “El Legado del Drow” (El Legado, Noche Sin Estrella, Cerco de Oscuridad, Luz en las Tinieblas)

   4.- Colección: “Sendas de Tinieblas” (El Estigma de Errtu, La Columna del Mundo)

   5.- Trilogía: “Los Mercenarios” (El Siervo de La Piedra, La Promesa del Rey Brujo, El Camino del Patricarca)

   6.- Trilogía: “Las Espadas del Cazador” (Los Mil Orcos, Los Senderos de la Muerte, Las Dos Espadas)

   7.- Trilogía: “Transiciones” (El Rey Orco, El Rey Pirata, El Rey Fantasma)

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