¡Gracias Power Rangers!

A veces soñaba con ser el ranger rojo, otras veces el verde, y por último, soñaba ser el blanco, el White Ranger. Todos queríamos ser él. Tan majestuoso, tan imbatible, el líder perfecto para este grupo de superhéroes. Qué largos y buenos eran esos momentos en los que en el jardín de mi casa jugábamos a ser unos Power Rangers y gritábamos eso de: ¡A metamorforsearse!  Tuve la suerte de pasar mi infancia en aquellos años de la década de los noventa. Los Power Rangers marcaron a millones de niños, y así han hecho generación tras generación, porque los rangers fueron evolucionando, nuevos actores, nuevos trajes, nuevos poderes, nuevos nombres, nuevos enemigos. Pero, con todos mis respetos, como los primeros nada de nada, esos eran los auténticos, los que más pasiones levantaron. Quien no haya vivido esos años y con esa edad, no puede comprender lo que para muchos niños significaron esos héroes.

Yo, gracias a los Power Rangers, no sólo he pasado muy buenos momentos de mi infancia. No sólo recuerdo esos maravillosos e irrepetibles años. No sólo es una clásica y mítica serie infantil que me trae a la mente una buena época. Los Power Rangers me brindaron más que buenos momentos e inolvidables recuerdos. Ellos significan algo más para mí, pues los Power Rangers me mostraron algo más que dar patadas voladoras y combatir a los malos. Gracias a ellos, disfruté enormemente de algo nuevo, algo que por aquél entonces no sabía qué era,  se me abrió una puerta más, una que me ayudaba a imaginar mejor, a sentir mejor mis sueños, a vivir con más placidez. Seguid leyendo si queréis, y sabréis por qué…

Supongo que los que me conocéis bien ya os habréis hecho una idea. Era tal mi fascinación por esta enorme canción que ansioso le pedí a mi madre que por favor me comprara la cinta de la banda sonora de la película. Era verano de 1995 y había ido al cine a verla con un amigo de la infancia y su hermano. Recuerdo perfectamente que, aún con las luces encendidas y la sala de cine aún por llenar, ya estábamos ansiosos por ver la película, queríamos que empezara ya. Estuve con los ojos como platos durante toda la película, emocionado, impresionado, pero fue al final de la misma cuando conseguí excitarme aún más. Justo en la escena final, mientras los Power Rangers disfrutaban de una fiesta con espectáculo pirotécnico incluido, fue en ese instante cuando sonó el tema de Van Halen, Dreams. Una canción que pertenece al álbum 5150, publicado curiosamente justo el año en que nací, 1986. Tras tanta escena cargada de acción y momentos épicos, llegó una escena final cargada de emoción, con cierto toque melancólico y sobre todo, una escena brillante de energía y fuerza. Quedé totalmente prendado…

Fue ahí cuando todo comenzó, aún yo sin saberlo, fue ahí cuando me convertí en un melómano. Porque cuando regresamos de comprar el cassette con las canciones que formaban la banda sonora de la película, sin pensarlo me fui a la cara b de la misma, y rebobinando con afán, buscaba escuchar de nuevo esa canción. A los pocos días de ver la película, no me separaba de mi radio cassette rojo chillón, uno con pequeño micrófono amarillo incorporado para hacer karaoke y unas teclas del mismo color. Iba a todos lados con ese loro, mi loro, escuchando una y otra vez, una y otra vez, ese tema de Van Halen, uno de los mejores temas AOR que puedas escuchar, un tema que recoge a la perfección la pura esencia del Rock melódico.

No creáis que sabía lo que estaba escuchando, no, yo por aquél entonces no sabía nada de música, no tenía ni tan siquiera interés por saber qué músicos o qué grupo estaba detrás de esa canción, sólo sabía que amaba esa canción, que me ayudaba a soñar, ayudaba a que mis días fueran más felices, puso música a mi vida. Muchas fueron las canciones que cantaba en mi infancia y que adoraba escuchar, pero ésta fue la primera que me marcó profundamente.

Con el paso de los años dejé de escucharla aunque nunca salió de mi cabeza. Fue con quince años cuando comencé a sentir curiosidad por la música, en especial por el Heavy Metal y fue ahí cuando comenzó ese proceso, ahí fue cuando esa melomanía durmiente comenzaba a despertar. Como muchos adolescentes, comencé escuchando los acordes más duros del Rock, mucho Thrash, mucho Power y mucho Heavy Metal. Y con veintiún años, ya anhelaba escuchar otros estilos de Rock. Fue entonces cuando conocí los recodos más melódicos de este género musical, es ahí cuando rescaté aquella canción de Van Halen y comencé a indagar en estas melodías tan anímicas y alegres. Fue ahí cuando me enamoré del AOR y el Hard melódico.

Por supuesto, mención especial también para el tema oficial de la serie, la que abría y cerraba cada episodio y que todos los que fuimos niños en aquella época recordaremos con mucho cariño. ¡Puro Power Metal!

GO, GO,  POWER RANGERS!!

9 comentarios

  1. Salva

    Bueno. Esa canción. Ese TEMAZO.Conozco a muy poca gente que no le guste.Es más, no conozco a nadie de mi circulo a quién no le guste. A mi los powerrangers me pillaron talludito. Ese verano del 95 en que descubriste a Van Halen yp me casaba. Tu tenías 9 años y yo 28. Y miranos, aquí estamos hablando de música desde hace casi dos años.
    En mi infancia yo flipaba con Mazinger Z. También fui al cine a ver la película que se hizo con personajes reales y la recuerdo como una p.m.
    Muy guay tu entrada aunque la hiatoria era de sobras conocida por lo que te seguimos.
    Ah, y has escrito powermetal, oh, oh. Ya sabes lo que eso significa 😀
    Un fuerte abrazo Álvaro.

    19 agosto, 2013 en 19:09

  2. Yo era muy pequeño y no crecí con ellos, pero mi hermana sí, y alguna vez los he visto, pero poco más puedo decir 😛

    Lo que sí que puedo decir es que la canción tiene un riff parecido a:

    » http://www.youtube.com/watch?v=42tNzEhS3hU »

    Y también me ha hecho recordar esta, aunque el parecido es menor:

    » http://www.youtube.com/watch?v=xN7JwdATAjc »

    Sólo es una excusa para poner Power Metal 😀 😀 😀

    20 agosto, 2013 en 7:46

  3. Y tanto que es una excusa… 😀

    Otro temazo aorero de mi infancia:

    » http://www.youtube.com/watch?v=lqNXE07fKuw »

    27 agosto, 2013 en 21:44

  4. Alberto

    Hola amigos, mi nombre es Alberto, soy de Murcia y he llegado a este foro de casualidad, pero visto lo visto, no puedo dejarlo sin comentar, por la similitud de la historia.

    Año 1987, yo tenía 15 años, tengo un primo mayor que en esa época era muy melomano, dire straits, alan parson…., un día le prestan una de aquellas tdk’s grabadas que tanto recuerdo con cariño y la puso en un equipo de musica muy bueno que tenía, empezó a gustarme, hasta que llegó «Dreams-Van Halen», fui corriendo a preguntarle y no sabía ni contestarme. Sacamos la cinta y en una cara «Wild Fontier-Gary Moore», en la otra «5150-Van Halen». Aquello fue el comienzo de todo, mi comienzo, escuché aquella cinta más de mil veces, todos los días. Desde ese día hasta hoy, sólo escucho esta maravillosa música, es lo único que consigue animarme cuando estoy de bajón, necesito mi dosis a diario, en el coche, en casa……

    Ahora estoy comenzando con la guitarra, sí con 40 tacos, es que pienso que toda mi vida seré un hard rockero-aorero y quiero sentir el placer de poder tocar algunas de las canciones que me han acompañado, me acompañan y me acompañaran toda mi vida.

    Si habéis terminado de leer,gracias por aguantar el sartenazo, esto no lo puedo contar en cualquier sitio. Saludos.

    12 octubre, 2013 en 19:09

  5. ¡Alberto! ¡Bienvenido a este espacio! Antes que nada, muchísimas gracias por comentar, no es un cumplido ni una formalidad, al revés, es algo que agradezco de corazón a todos los que visitan y deciden participar, aportando, como tú en este caso, sus expreciencias en Anhelarium.

    Es curioso cómo una canción puede marcar tanto la vida de una persona. Lo mismo ocurre con películas, libros y demás, pero considero que la música es el arte que más toca el alma humana, es la música lo que más puede enardecer tus sentidos, tus sentimientos. Como tú, esta canción me acompaña desde hace años, junto con muchas más, son canciones que no puedo dejar de escuchar, son parte de mi vida. Las necesito como el aire que respiro, y siento si esto suena tremendamente cursi, pero es así.

    Te invito a que leas algunas entradas sobre AOR porque creo que te vas a sentir muy identificado. Has dicho que necisitas de esta música, como una dósis diaria, sobre todo en esos momentos de bajón por los que pasamos todos. Y es que al igual que tú, personifico mucho esta música, cada canción que me marca, cada tema que consigue enamorarme y encandilarme, la impregno de una gran carga emocional, de recuerdos, de vivencias. Es lo que suele pasarnos a los melómanos, hacemos que la música empape toda nuestra vida, contínuamente. Gracias a esas canciones que tanto nos gustan, retenemos todo lo que nos importa.

    Espero poder leerte más, Alberto, eres bienvenido siempre que quieras 😉

    Un saludo.

    Pd.- Durante años estuve yendo mucho a Murcia, mi ex pareja es de allí. He pasado tantos buenos momentos por esas tierras…

    13 octubre, 2013 en 17:29

  6. 100 por ciento de acuerdo con todo lo que dijiste. Mi primera vez al cine, fue en el 95, cuando tenía apenas 5 años, y créanme que recuerdo la emoción que viví en ese entonces, dentro de la sala del cine para ver la película. Hoy, aún recuerdo cada detalle. Inolvidables. Eran épocas sanas. Hoy en día los jóvenes lo menos que hacen es divertirse sanamente. Saludos a todos…

    5 febrero, 2015 en 21:06

  7. Es curioso como nuestra vida va conformándose de momentos extraordinarios que muchas veces pasan desapercibidos o en su caso, se perciben como algo completamente simple, y sin embargo son tan impactantes que nos marcan de por vida.

    Leerte mi querido amigo Álvaro es siempre una delicia, porque cuentas de una forma fenomenal lo cotidiano, lo vuelves extraordinario y me sacas una sonrisa al imaginar al niño que una vez fuiste, aquel que andaba para todos lados con su radio casette color rojo chillón, escuchando sin parar ese tema de Van Halen. ¡Y cómo a partir de ese momento tu gusto por cierto genero musical se desencadeno de tal forma que ahora lo agradeces y hasta le dedicas una entrada en el blog!

    ¡Eso me encanta de Anhelarium!, que se muestra tal cual en su lado más humano, y que cuenta la historia a trozos de un hombre que saborea la vida de la forma en que todos deberíamos hacerlo.

    Hoy no voy a decir mucho, porque mi palabrería resultaría sobrante para describir las emociones que contagias. Cada vez que termino de leerte siento el impulso inmediato de comenzar a escribir sobre alguna cosa de mi vida, admito que no soy de publicarlo mucho, o muy seguido, pero me inspira a analizarme.

    Si hubiéramos coincidido alguna vez en la niñez, con seguridad hubiésemos sido buenos amigos, porque yo también pase mis días en el patio de mi casa jugando a ser la Ranger Rosa (hasta que me canso el color y quise ser la Amarilla, y después de eso, hasta que en mi escasa edad adquirí ciertos tintes feministas y me di cuenta que podía ser la Ranger Roja si quería, o la Azul, o la Negra), pero en fin, jugaba a transformarme haciendo ese gesto con las manos extendidas como sosteniendo un escudo, y luchaba contra monstruos ficticios, demasiado horripilantes y desagradables en mi mente.

    Que tengas una gran semana Álvaro, un abrazo gigante desde mi México lindo y querido.

    19 febrero, 2019 en 16:25

    • Nunca sobra todo lo que puedas o quieras contar, Alba. Siempre que te leo lo hago con una sonrisa en los labios por lo lindo de tus palabras. Me quedo con esa afirmación que haces, yo también creo que hubiésemos sido grandes amigos. Pero a día de hoy, y a pesar de la distancia que nos separa, podemos serlo ¿verdad? Aquí me tienes y aquí te brindo mi amistad, Alba.

      Gracias por regar este espacio con tu alegría.

      Muchos besos, niña linda.

      24 febrero, 2019 en 16:27

    • Y yo atesoro esa amistad con mucho cariño y te ofrezco la mía, abrazos hasta tu tierra linda Álvaro, y muchos besos de regreso.

      25 febrero, 2019 en 17:13

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