Y por fin, llegó el verano
Porque el verano es mucho más que sol y playa, es esa extraña sensación de libertad. Es la sensación que sólo sientes en esas largas noches de verano. Son esas charlas hasta las tantas. Es el disfrutar aún más de la gente que te rodea. Porque es verano, porque el verano está para disfrutar y es sinónimo de alegría. Es percibir ese olor a dama de noche cuando paseas de madrugada. Es quedarte dormido con las ventanas abiertas de par en par, notando la agradable brisa marinera y ese olor tan característico a césped recién cortado. Es tumbarte en la arena después de haberte bañado a media noche y ponerte a contar estrellas, o fingir que conoces todas las constelaciones y realmente no saber ni señalar una sola de ellas. Es reírte aún con más ganas. Porque el verano es ganas de hacer muchas cosas. El verano es vivir momentos para el recuerdo. De vivir algo inolvidable con los tuyos. Es tiempo de reforzar la amistad y la familia, de consolidar un amor o desear encontrarlo. Porque no hay nada más bonito que un amor de verano, aunque acabe cuando llegue septiembre. Y no hay nada como un beso con sabor a salitre. Ya se sabe, la sal de la vida.
El verano es para vivir intensamente. Ser consciente del momento presente, como si no hubiera un mañana. Es no mirar el reloj mientras paseas y jugar como niños, porque es el momento idóneo para volver a conectar con el niño que fuiste y que aún sigue en tu interior. Es tiempo de brindar por nosotros, y por los que no están. Y de volver a brindar, por nosotros otra vez y por no dejar de vivir momentos así. Es contemplar el amanecer o atardecer y dar las gracias al sol, si es que nunca antes se las habías dado, por iluminar tú vida todos los días. El verano es entusiasmo, ilusión, es pasión, es calor y mucho color, es empeño y emoción. Y por supuesto, fogosidad, mucha fogosidad, pues en verano, hasta lo apolíneo se vuelve más dionisíaco. Es momento de esparcimiento, felicidad y satisfacción.
¡Feliz verano a todos, amigos míos! ¡Salud y suerte!
Y por fin, llegó el verano http://t.co/ixY1RSn4f1
— Anhelarium (@Anhelarium) junio 24, 2014
Muy bonito Álvaro, la verdad. Perooooo ¿un amor de veranoooo? Quillo que ya tienes 27 años. o es que sigues buscando el verdadero amor como hace un par de años jajajaja.
«Jugar como niños» con las niñas claro.
«Y volver a brindar» vamos, que tu y el Rafita os cojeis unos pedos soberanos jajajaja.
Ahora en serio, muy chula tu entrada y sabiendo como se que te gusta tu playita, el surf y todo eso, que lo disfrutes amigo.
Feliz verano.
25 junio, 2014 en 15:09
¡jajajajajaja! 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀
¡Muchas gracias, Salva! De todo corazón, deseo profundamente que paséis un felíz verano. Que sea placentero, tranquilo y muy especial.
Ya nos vamos leyendo, ¿eh? Un beso enorme tío 😉
25 junio, 2014 en 19:38
Querido Álvaro:
He visto que has escrito esto para un verano del 2014. Yo te escribo desde el invierno del 2019, para ser más precisa, a las 19:18 horas del dos de enero, mientras me encuentro en el aeropuerto de la ciudad de México esperando con ansias un vuelo que me lleve al destino de mis vacaciones, un sitio que he seleccionado con toda la intención de olvidarme por un rato de los vientos fríos y del crudo clima de Chihuahua. Llevó más de 24 horas aquí y no sé cómo no se me ocurrió antes leer un artículo tuyo en vez de mirar todo el tiempo las pantallas de las aerolíneas que anuncian los próximos vuelos. Sin embargo, apenas he recordado Anhelarium, he escrito la palabra en el buscador y he abierto una nota al azar. Al igual que siempre lo que has escrito me deja una sensación de paz, de alegría y de ilusión enorme. Porque he leído en tú artículo todas las sensaciones que siempre espero encontrar en cualquier viaje que realizo, sea verano, invierno, otoño o primavera, siempre viajo con el corazón hinchado de emoción al imaginar los sitios que conoceré. Y es que hoy espero perderme por completo en los paisajes. He decidido mantenerme ausente de las redes sociales y del blog por al menos las dos semanas que duren mis vacaciones. Quiero abrazar el año 2019 y alimentar mi espíritu aventurero. Y entonces te leo y digo… ESO! ESO ES LO QUE YO QUIERO SENTIR ESTANDO FUERA!!, y es que ¿cómo no engolosinarte con todas esas sensaciones?, esas que te provocan lo que tú aquí llamas verano y lo que yo, en mi egoísta interpretación, llamo vacaciones. En fin… Te leeré a mí regreso mi querido amigo español! Que la magia de la vida este siempre atrayendo grandes experiencias a la tuya! Un abrazo enorme!!
Alba
3 enero, 2019 en 1:36
«Llevó más de 24 horas aquí y no sé cómo no se me ocurrió antes leer un artículo tuyo en vez de mirar todo el tiempo las pantallas de las aerolíneas que anuncian los próximos vuelos.»
¡Qué bonita eres!
«¿cómo no engolosinarte con todas esas sensaciones?»
Me encanta esta manera de resumirlo, jajaja.
Me haces sentir tan bien cuando te leo, cuando leo las cosas que me dices.
No voy a preguntarte por tu destino, quizás lo quieras mantener en secreto hasta que nos deleites en tu blog con su merecida reseña. Dos semanas que espero te den para todo lo que anhelas, Alba.
Feliz año nuevo, guapísima.
Somos personas muy sentidas, vivimos las cosas con mucha pasión. Por eso nos gusta tanto leernos, porque somos como dos gotas de agua.
Espero que este 2019 sea más maravilloso de lo que esperas, preciosa.
8 enero, 2019 en 21:06
Muchas gracias Álvaro!
Estás vacaciones me están dejando muchísima reflexión!! Y coincido contigo, somos como dos gotas de agua y es muy probable que sea esa la razón de que nos guste tanto leernos! Un abrazo, sigo acá, en este cachito de paraíso que forma parte de México y del que seguro escribire algo. No pude resistir dar una miradita al blog y todo eso. Releer lo que he escrito me recuerda como voy evolucionando en la vida, por curioso que se lea jaja
Un gran abrazo. Tu mensaje me ha alegrado mucho el día. Espero que el tuyo sea mejor todavía, porque estoy convencida de que te lo mereces.
Besos hasta España, mucha buena vibra y bendiciones!!
10 enero, 2019 en 5:29
Estoy deseando leer lo que puedas escribir del lugar donde estás ahora. Sigue disfrutando, viviendo y sintiendo, Alba. Muchos besos para México.
10 enero, 2019 en 17:45