Mi experiencia con Elden Ring

Fuente: Play Station Universe
Antes que nada, aquí no encontrarás un análisis detallado sobre este famoso videojuego. Ni, aunque quisiera, podría hacerlo, imposible abarcar todo Elden Ring en un solo artículo. Si has llegado hasta esta entrada de blog será porque conoces esta obra maestra de FromSoftware y sabrás lo basto que resulta este juego y todo lo que él entraña. Así que esto no es más que un humilde post donde comparto mi vivencia, sin más.
Mi experiencia con Elden Ring
Jamás había jugado a un juego soulslike. Sin tener mucha información sobre ellos, como amante de los videojuegos sabía que existían, de su enorme éxito y cómo no, de lo complicados que son. Pero durante todos estos años jamás me había adentrado en uno de ellos. Este pasado invierno, tras acabar las navidades, quise tirar un poco la casa por la ventana y adquirir un buen puñado de videojuegos a modo de merecido auto regalo. Me gasté más de lo que tenía previsto y acabé por comprarme una veintena de juegos, algunos para la Series X, otros para la Play Station 5 y, uno de esos videojuegos, fue Elden Ring, que lo adquirí para la consola de Microsoft. La curiosidad que jamás había sentido por un videojuego de este calibre y la necesidad de jugar a uno de ellos la acabé sintiendo tras visionar por redes sociales muchos de los videos que me aparecían constantemente de Elden Ring. Vídeos donde personajes pintorescos, ataviados con atuendos o llamativas armaduras y portando armas de lo más letales, hacían frente a jefes que te daban miedo con tan sólo verlos. Lo atrayente que me resultaba todo lo relacionado con el juego, el curioseo que poco a poco iba calando y creciendo en mí y, conociendo el gran éxito del mismo, hizo que me lo acabara comprando.
Estaba totalmente convencido de que quería hacerme con el juego, progresar, lograr disfrutarlo y por supuesto, pasármelo. El juego me resultaba adictivo y, con total sinceridad, me parecía de lo más hermoso.
Apagaba la consola frustrado
Poneos en mi piel. El contexto era el siguiente: soy un jugador que ya de por sí, a pesar de mis muchos años de experiencia con videoconsolas y videojuegos y mi pasión por ellos, lejos estoy de ser un pro player coreano, diría que sigo siendo un jugador algo torpe; jamás en mi vida había tenido delante de mis narices un juego soulslike ni nada que se le pareciera, es más, ni tan siquiera había jugado a ningún RPG, pues siempre he priorizado otros estilos a la hora de jugar a videojuegos; así que más virgen y novato no podía llegar a las Tierras Intermedias de Elden Ring. Cuando instalé el juego y comencé la partida, tenía que aprenderlo todo, empezar absolutamente desde cero y enterarme poco a poco de qué iba la movida. Todas aquellas personas que comenzaron a jugar a Elden Ring habiendo experimentado anteriormente juegos como los lanzados años atrás por la misma empresa, como Demons Soul’s o la trilogía de Dark Souls, con independencia de su destreza en este tipo de videojuegos, conocen cómo va la cosa y más o menos saben por dónde tirar. Yo no. Fue pasar mis primeros minutos en el Necrolimbo y reía por no llorar. Me llevaba las manos a la cabeza cada dos por tres. No sabía qué tenía que hacer ni para dónde tirar, sólo comprobaba una y otra vez que estaba en mitad de un mapa tremendamente hostil y aún por conocer y que, sin tener la más mínima idea de cómo progresar en el juego, venían malotes de todo tipo a acabar conmigo prácticamente en un par de golpes como mucho. ¿Qué había hecho? ¿Había tirado los cuarenta euros que me costó el juego a la basura? Cuando salía de la partida de Elden Ring apagaba mi X-Box Series X frustrado, con sensación de impotencia. Pero no sólo eso sentía, a pesar de su tremenda dificultad, Elden Ring me tenía hechizado, me agobiaba sentirme tan torpe y perdido, pero al mismo tiempo me encantaba lo que veía. ¿Era alguna suerte de masoquismo? Estaba totalmente convencido de que quería hacerme con el juego, progresar, lograr disfrutarlo y por supuesto, pasármelo. El juego me resultaba adictivo y, con total sinceridad, me parecía de lo más hermoso. Quería meter los hocicos en Elden Ring y ponerme a prueba. Era todo un reto.

Fuente: Neowin
YouTube como salvación
Si no llega a ser por la innumerable cantidad de chavales que hay por YouTube enseñado qué y cómo hay que hacer las cosas, ni Dios se pasaba este videojuego. Pongo un ejemplo de miles que se podría poner cuando uno aborda Elden Ring: para avanzar en el videojuego, hay que hacerse con un medallón (el medallón de Dectus) que está partido en dos mitades. Una mitad está escondida en un cofre en lo más alto de una fortaleza (bueno, esto con muchas horas de exploración podría hacerse) y la otra mitad está en un rincón escondido del inmenso mapa, un rincón oscuro y, por si fuera poco, dentro de una vasija que ni por asomo sabes que tienes que partir para conseguir esa otra mitad. ¿Cómo iba yo a saber eso cuando el juego no te da la más mínima pista? No te da apenas indicaciones ni caminos a seguir. Simplemente estás ante un mundo abierto, un vasto mapa, complejo, hostil, lleno de rincones inhóspitos, mazmorras, catacumbas, subterráneos y cientos de seres, animales y cosas raras que te matan en un abrir y cerrar de ojos. El extenso mapa me resultaba abrumador y por su hostilidad y el rebuscamiento que uno tiene que hacer para lograr cualquier arma, objeto, medallón o hechizo, me producía bastante agobio. Me sentía superado por el juego a cada momento.
Es por eso que no me quedaba más remedio que acudir a YouTube y no sólo buscar a través de infinidad de vídeos todo aquello que necesitaba encontrar, sino directamente aprender a jugar a este juego. Recordar que jamás había jugado a algo parecido. Canales como el de Powerbazinga o Bigraginbull fueron mi salvación. No me puedo olvidar de otros canales que me ayudaron muchísimo, como el de Acre o El Ray, pero fueron los dos primeros los que más me auxiliaron y me hicieron progresar en el juego. Sin ellos hubiera sido todo absolutamente imposible. Ni en cien años hubiera logrado pasarme este videojuego.
Totalmente enamorado de Elden Ring
A medida que avanzaba en el juego, más me iba enamorando de él. Tras haberme comprado, como os decía, una veintena de videojuegos, todos los dejé aparcados, algunos ni los desprecinté, porque me centré en exclusiva en esta maravilla de FromSoftware. Durante seis meses, sola y exclusivamente, jugaba y juagaba a Elden Ring. Jugar a este videojuego es peor que sacarse una FP, a uno sólo le faltaba tomar apuntes en un cuaderno. Por las tardes me preparaba mi buen café, o un buen vaso de refresco (lo que me apeteciera) y me colocaba el iPad al lado para seguir los pasos de los anteriormente mencionados youtubers cuando me atascaba y no sabía por dónde tirar y, ahí me quedaba, durante horas, totalmente cautivado por Elden Ring. Desde mediados de diciembre hasta mediados de junio, las Tierras Intermedias fueron mi refugio, el lugar donde conseguía abstraerme de todo. Jamás un videojuego me había tenido tantas horas sentado frente al televisor. Se me pasaban las horas volando. Creo que nunca un videojuego me había enganchado tanto. Elden Ring me ha resultado adictivo. Fue tal mi fascinación por Elden Ring que al conocer que se publicaron dos libros Los Libros del Saber Vol.1 y Vol.2, los busqué como loco para poder comprarlos. El segundo volumen lo encontré sin mucha dificultad y lo adquirí nuevo, pues salió a la venta al año de lanzarse el videojuego. Pero el primer volumen es una locura encontrarlo y si lo ves en alguna página a la venta, siempre es la edición francesa o alemana, nunca la española. No fue hasta que busqué en el mercado de segunda mano, en Vinted más concretamente, a un chico que vendía este primer libro por dos cientos cincuenta euros y a otro que lo vendía por trescientos. Sí, carísimo, una locura comprarlo. Pero ambos libros son excelentes, son una guía completa del videojuego y yo quería tener los dos. El segundo lo adquirí por cincuenta euros, pero ante la dificultad de encontrar el primero (como decía, sólo encontré a dos personas que lo vendían de segunda mano), pagué esa burrada. Doscientos cincuenta euros por el volumen uno (en perfectas condiciones). Pero para este solterón sin hijos semejante capricho es posible y con mucho gusto pagué semejante cantidad por él. Ahora he acabo de comprar por Amazon el Vol.3 que salió a la venta el pasado mes de octubre y que es la guía del DLC, pero a esto llegaré más adelante.
Tras haber visto algunos gameplays antes de comprarlo, me cercioré que para los más inexpertos jugadores, se recomendaba elegir a un mago para asaltar las Tierras Intermedias y combatir los cientos de enemigos que entrañan. Y así hice. Elegí ser un astrólogo (o sea, un mago), le puse de nombre Nazagrith, con barba, tez blanquecina y una frondosa y larga melena roja y, poco a poco, lo fui mejorando. Tras más de cien horas de juego, conseguí hacerme con un astrólogo de nivel 170 y bien cargado de talismanes, hechizos, sellos y bastones. Conseguí lo mejor de lo mejor. Me hice, como se suele decir en la jerga, con una buena build. Además de tener varios bastones aumentados de nivel, siempre iba con el mismo, el bastón de Piedra Refulgente Cariano en la mano derecha y la katana Velo Lunar en la izquierda. Subí muchísimo los atributos de vigor, inteligencia y mente, y quizás me faltó subir más la resistencia y destreza. Pero con los que tenía, me fue suficiente para lograr derrotar a todos esos diabólicos jefes que se te van poniendo por delante y tan crudo te lo hacen pasar. Pasé de comenzar el juego siendo un simple astrólogo con una espada y escudos la mar de cutres (una espada que era igual que llevar una de cartón) a ser un potente mago capaz de hacerle frente al más poderoso enemigo.

Fuente: wallpaper.mob.org
Leí poco antes de comenzar el juego que, Hidetaka Miyazaki, su creador, comentó que «el juego es lo difícil que el jugador quiera que sea». Cuando comencé a jugar a Elden Ring no me creía estas palabras. El juego me parecía endiablado, intrincado, imposible. Pero a medida que le echaba horas e iba mejorando (chetando, como se suele decir) mi personaje, esas palabras de Miyazaki cobraban sentido. Pasé de que me hiciera un daño letal hasta el más escuálido de los esbirros que hay repartidos por el mapa, a poder pelear casi en igualdad de condiciones con el más imponente enemigo.
Para mí era todo un gusto poder, tras elevar tanto el nivel de mi personaje, regresar a Necrolimbo y darle matarile con total sencillez a todos aquellos contrincantes que tan mal me lo hacían pasar al principio de mi aventura, como los murciélagos gigantes, los soldados de Godrick, perros guardianes, enemigos importantes como el Centinela agreste, Margit, los pájaros de la muerte de Caelid, y un largo etcétera. Era gratificante darles matarile tan rápido. Los jefes que peor me lo hicieron pasar: el Comandante O ‘Neil fue para mí el peor de todos, el que más me desesperó, sobre todo por los esbirros que llevaba a su lado, pues cuando los mataba, llegaba con poca vida y el comandante siempre me fulminaba. Un jefe muy duro y rápido. No sé cuántas veces me mató. Mohg, Señor de la sangre, otro malparido, de los peores del juego. Malenia y Maliketh, La hoja negra, también me las hicieron pasar canutas. Sin embargo, jefes muy difíciles como Radahn, Azote de las estrellas, si bien es cierto que me costó varios intentos, logré liquidarlo sin que me desesperara como los antes mencionados.
No se me puede olvidar decir que, si conseguí pasarme este juego, no sólo fue por la ayuda recibida por parte de los youtubers y por lo mucho que me cheté el personaje, también porque me hice con el mejor hechizo de todos, ese que te cambia la vida por completo y hace que tu estancia en las Tierras Intermedias no sea tan desesperante: el Cometa Azur. Utilizar con el bastón este hechizo es, para que os hagáis una idea, como hacer una onda vital («Kamehameha«) al más puro estilo Dragon Ball Z. Si bien es cierto que los guijarros de piedra refulgente o el lanzarrocas son los que más utilizaba, cuando se me ponía por delante algún enemigo demasiado perverso, era utilizar el Cometa Azur y asunto resuelto. También es verdad que semejante hechizo lo conseguí llegando a la parte final del juego y requiere de cierto nivel para poder utilizarlo. Imposible usarlo apenas lo comienzas.

Fuente: peakpx.com
Termino Elden Ring dos semanas antes de la salida de su expansión
Finalizo esta entrada de blog sincerándome muchísimo. La intención era compartir con todos mi experiencia y eso es lo que hago. Terminé de pasarme el juego aproximadamente unas dos semanas antes de que se publicara su expansión, Shadow Of The Erdtree. Pero en todo momento tuve muy claro que no lo jugaría. ¿Por qué, si tan enamorado estoy de Elden Ring? Y aquí os donde me sincero aún más con todos vosotros: porque me saturé. En la recta final del juego ya me sentía colapsado. Tras más de ciento cuarenta horas de juego, Elden Ring me recordaba a esa asignatura que te falta por aprobar para terminar de una maldita vez el curso. Ya no disfrutaba como al principio. Elden Ring ha sido mi primera experiencia, y durante la mayor parte del tiempo me ha tenido desbordado. Necesito oxigenarme, desconectar de este maravilloso juego y retomarlo más adelante. Además, os recuerdo que por culpa de la viciada que durante seis meses me pegué con Elden Ring, abandoné toda esa cantidad de juegos (muchos sin desprecintar) que compré tras las navidades. Por si fuera poco, a las pocas semanas de publicarse Shadow Of The Erdtree, todo el mundo en internet coincidía en que es mucho más difícil que el juego base. Que tanto los esbirros como los jefes son mucho más complicados. Y eso es justo lo que no necesito. Ahora siento la necesidad de alejarme de esta proeza de FromSoftware y disfrutar de esos juegos que compré, juegos más asequibles pero la mar de buenos como Resident Evil The Village, Farcray 6, Cyberpunk 2077, las dos remasterizaciones de The Last Of Us (ambos juegos ya me los pasé en su día en la PS3 y PS4), o ambas entregas de A Plague Tale. También tengo pendiente terminar Ghost Of Tsushima, Resident Evil Biohazard o God of War Ragnarök entre otros para la PS4, consola a la que aún le sigo dando caña.
Para terminar. Muchos amigos y gente con la que he compartido opinión en redes sociales, me recomiendan que juegue a la saga Dark Souls o que me atreva con el Bloodborne o al Sekiro. Probé este último, pues me lo regaló mi buen amigo Manu por mi último cumpleaños y es tan excesivamente complicado dominar ese dichoso parry que no he seguido con él. Tengo entendido que es el más complicado de todos los que ha hecho FromSoftware. Respecto a los Dark Souls diré que, a pesar de ser juegos excelentes, tras haber visto varios gameplays de la trilogía, ninguno logra encandilarme como lo hizo Elden Ring, sobre todo los dos primeros, pues Dark Souls III sí es cierto que es muy parecido a Elden Ring pero sin poseer tanta calidad gráfica y sobre todo por tener un mapa de mundo abierto. De este juego sí he visto vídeos que me gustan y muy probablemente a medio o largo plazo me meta con él, quizás me enganche como ha conseguido engancharme Elden Ring. Eso será en todo caso más adelante, pero ahora no, ahora de veras que necesito tomarme un tiempo. Lo bueno es que, cuando retome Elden Ring, ya no me pillará de nuevas, no seré ese niño en pañales que pasaba sus primeras horas deambulando por el Necrolimbo sin saber qué hacer. La próxima vez que aborde este juego será distinto y estoy completamente convencido, que lo disfrutaré mucho más.
Si nunca habéis jugado a Elden Ring, os lo recomiendo encarecidamente. Es de lo mejor que se ha hecho en el mundo de los videojuegos. Prepararte para morir una y otra vez y ponerte de los nervios, pero te aseguro que si te gusta, vas a disfrutar muchísimo.
Broken Sword: La Leyenda de los Templarios [1996] y Las Fuerzas del Mal [1997]. La aventura gráfica por excelencia, diversión y nostalgia asegurada
Definitivamente, a la vejez, viruela. Porque jamás le había dado tanto a los videojuegos como en estos último tres o cuatro años, y ya tengo 34 primaveras. Los videojuegos siempre me han acompañado a lo largo de mi vida, han sido parte de ella, como ya conté hace bastantes años en esta entrada de blog titulada Yo y los videojuegos. Qué cosas, a medida que he ido cumpliendo años, más tiempo han ocupado los videojuegos en mi vida. Les dedico más tiempo ahora que cuando era un veinteañero o un adolescente. Pienso que será porque antaño estaba ávido de otro tipo de experiencias, tenía otras prioridades, cierta prisa por comerme el mundo y exprimir esos años de juventud haciendo todo tipo de cosas. Ahora, más asentado y con la tranquilidad o satisfación de haber hecho todo lo que ansiaba, le dedico más tiempo a los videojuegos. Pero eso sí, siempre he sido más consolero que Pc gamer. Creo que se pueden contar con los dedos de ambas manos los videojuegos de ordenador a los que les he dado caña y seguro que algún dedo me sobra. Mi padre me compró mi primer ordenador, un Pentium II a 350Mhz de sobremesa, allá por el invierno de 1997. Bien entrados en el último lustro de los noventa, disfruté en esos años de juegos para Pc como Monkey Island, Time Crisis, Pc Fútbol, DOOM, Metal Slug X, y este del que os hablo en esta nueva entrada de Anhelarium. Poco antes de entrar en el nuevo milenio, ya en 1999, tenía abandonados por completo los juegos para odenador y me centré en mi queridísima Play Station 1 con la que ya llevaba un buen tiempos, pues me la regalaron cuando hice la primera comunión allá por 1994. Ya en 2003 me enganché al juego de moda para ordenador de aquellos días, el Counter Strike, que asu vez, al menos la edición que yo compré, venía en un pack junto al Half-Life 2 al que también le di caña aunque nunca me lo terminara. Adelanto que en 2003 salió la tercera parte de Broken Sword, El Sueño del Dragón, y con muchas ganas lo compré y lo instalé en mi Pentium II que ya comenzaba a renquear, pero a ese punto llegaré en un ratín.

Durante todos estos años (y mirad si han pasado años) el único juego de Pc que he echado de menos ha sido Broken Sword, el juego de Pc que mejores momentos me hizo pasar en aquellos años de mi preadolescencia. Como os comentaba, mi padre me compró mi primer y único sobremesa (el resto de ordenadores que he tenido han sido siempre portátiles) en 1997 y en ese año salió a la venta la segunda entrega de la saga, Broken Sword: Las Fuerzas del Mal (título original, The Smoking Mirror). Ambas entregas vienen de la mano del sello Revolution Software y más concretamente de Charles Cecil, conocido diseñador londinense de videojuegos. Los dos primeros juegos tuvieron muchísimo éxito, recuerdo cómo ciertos compañeros de clase hablaban maravillas sobre este juego. Una tarde, en casa de un amigote que tenía en esos días, nos pusimos a jugarlo y me sentí totalmente hechizado por Broken Sword, la sencillez en su jugabilidad, por esos atractivos gráficos en 2D y por la historia tan interesante que presentaba. Lo tenía claro, quería hacerme con ese juego. Recuerdo nítidamente cómo fui a la papelería que había cerca de mi casa (sí sí, papelería, era habitual en esos días que, en las papelerías, se vendieran algunos juegos para Pc) y para mi sorpresa, para mi gran sorpresa, no sólo tenían a la venta la segunda entrega sino que también la primera. Lo que no recuerdo es cuántas pesetas (ay, las pesetas…) costaban ambos juegos, pero como buen niño pijo mimado, me compré los dos videojueos al instante. Llegué a casa de lo más emocionado y comencé a instalar el primero, Broken Sword: La Leyenda de los Templarios, que salió a la venta un año antes, en 1996. Al poco tiempo de su publicación, el juego estaría disponible para plataformas como la primera Play Station. Corría el año 1997, existían juegos que tanto para Pc como para consolas, estaban técnicamente muy avanzados y presentaban unos gráficos espectaculares para la época, pero yo me sentía ensimismado con este juego en 2D. Me pasé ambos juegos, gozaba cada escena del mismo, cada interacción con los distintos personajes. El juego presentaba un encanto sin igual. Con el tiempo, al año o así, los volví a instalar y me los volví a pasar por segunda vez. Así, desde 1999 aproximadamente, y durante todos estos años, ambos juegos han sido solamente un bonito y entrañable recuerdo, hasta ahora. No pretendo contar mi vida a los lectores que llegen a esta entrada buscando información sobre Broken Sword, pero para contextuaizar brevemente, dejad que os cuente en un párrafo cómo, a mis 34 años y en mi despacho profesional, ando jugando a juegos para ordenador y más concretamente a esta saga después de más de veinte años. Si no os interesa, os saltáis al siguiente donde ya os hablo del primer juego de Broken Sword.
Para ejercer mi profesión decidí comparme un ordeandor y trabajar con Windows. Para mi uso personal sigo con mi Mac, con el que llevo ya unos cinco años y que sigue como el primer día, pero para el trabajo me sentía más seguro adquiriendo un buen ordenador y utilizando Windows 10. Desde 2004, año en que me compraron mi primer ordenador portátil, un Toshiba, no he querido ningún sobremesa, siempre he querido tener ordenadores portátiles y siempre los he tenido bastante buenos. Le siguió un Samsung y luego un Sony VAIO hasta llegar al Macbook Air. Pero para la ocasión, no quería gastarme el dinero en un portátil Acer o Lenovo, no me generan confianza esos portátiles que siempre te acaban dando problemas y al poco tienes que comprarte otro. Quería comprarme un buen ordenador portátil y así, bicheando por internet, llegué a los portátiles MSI y a su amplia gama, todos mayoritariamente conocidos por ser portátiles para gamers. Por un poco más de dinero, prefería comprarme a gusto un ordenador portatil que me generara confianza por su prestaciones y, el MSI GL63 8RD, es un auténtico pepinazo, y eso que no pertenece a la gama más alta de la marca. Estoy muy contento con él pero, y seguro que ya lo habréis pensado al leerme, es un ordenador muy potente para sólo andar trabajando con él moviendo archivos word y PDF de aquí para allá, enviar mails y trabajar con dos o tres programas más y, mientras, ya últimamente comenzaba a anhelar jugar a algún juego de Pc. Es por eso que hace cosa de un mes se me ocurrió volverme a abrir una cuenta en Steam después de tantísimo tiempo (como hiciera a principios del 2000 para jugar al Counter) y comprarme algún que otro juego. Así, mataba el gusanillo por jugar a algún juego de Pc que ya rondaba por mi mente desde hacía mucho y aprovechaba mucho mejor las prestaciones del MSI. Sin enrollarme más, y tras adquirir varios juegos en steam bastante buenos, cuál fue mi sropresa al comprobar que toda la saga de Broken Sword se encuentra disponible en dicha plataforma. No dudé y por el módico precio de 30€, adquirí los cinco juegos de Broken Sword que vienen juntos en un pack. Instalé los cinco juegos y aquí ando, amigos, emocionado, embriagado de nostalgia y divirtiéndome con las aventuras de George Stobbart como hacía cuando tenía once años.
The Last Of Us Part II – Jamás un videojuego me ha impresionado tanto
Esto era lo que pensaba de la primera parte del videojuego The Last Of Us cuando lo jugué en 2015, así que imaginaos lo que ha significado para mí esta esperada continuación. La espera ha merecido la pena, porque tenemos entre manos algo que, tanto por la parte tecnológica, como por la historia que nos muestra, es de lo mejor que se ha hecho en la industria de los videojuegos. Para mi The Last Of Us es el mejor juego de PS3, lo dije en su momento muy convencido y lo sigo manteniendo. Y aunque peque de fanático, me atrevo a afirmar con igual rotundidad, que The Last Of Us Part II es el mejor juego, hasta la fecha, de PS4. Soy consciente de que en el universo PS4 hay entregas de una calidad magnífica y que no sólo son difíciles de superar, sino que son difíciles de igualar. Hablo de entregas como Red Dead Redemption 2 de Rockstar Games o Death Stranding de Kojima. Sin olvidarme de God Of War, Batman Arkham Knight o Bloodborne. Pero estaréis conmigo en que sólo los dos primeros que mencioné antes, junto al futuro Cyberpunk 2077, que en un par de meses podremos disfrutarlo, podemos, junto a The Las Of Us Part II, meterlos en un saco aparte. Son indiscutiblemente videojuegos que están muy por encima del resto. Pues bien, en esta suerte de Olimpo de los videojuegos de PS4, en el que seguramente haya que incluir algunos más que me he dejado en el tintero, encontramos juegos con la misma calidad técnica que esta secuela que nos ofrecen los de Naughty Dog pero que carecen de algo que sí posee este videojuego al que le dedico esta nueva entrada de blog, y es la historia que se nos narra y lo mucho que conmociona a los jugadores.

Su hiperrealismo hace que sobrepase las expectativas
Pero antes de adentrarme en su narrativa (porque vaya narrativa…) y bombardearos a spoilers, quiero centrarme en su apartado técnico porque esta producción, tanto en 2013, cuando vio por primera vez la luz, como su secuela, lanzada al mercado este verano de 2020, resulta ser un videojuego adelantado a su época. La primera parte parecía más un juego de PS4 que de PS3 y esta secuela parece más una obra de la ansiada PS5 que de PS4. Imagino que esto es el resultado de que ambos juegos hayan salido al final del trayecto de sus respectivas consolas. Recordemos que The Last Of Us salió en junio de 2013 y, ya en noviembre de ese mismo año, salió al mercado la PS4. Ahora, esta segunda parte se pone a la venta este verano que ya está llegando a su fin, a poco de que irrumpa en el mercado la Play Station 5. Las expectativas que había respecto a esta secuela eran muy altas y no solo ha cumplido con cada una de ellas sino que las ha superado. The Last Of Us Part II es un videojuego hiperrealista y lo demuestra a cada momento, pero más concretamente en algunos detalles. Son muchos los programadores, algunos muy conocidos del mundillo, los que ha través de las redes sociales alucinaban con los detalles tan realistas del juego, sobre todo con el que más asombro y admiración despertó, y son las escenas en las que Ellie tiene que utilizar una cuerda (a veces un cable) para poder sortear un breve y sencillo puzzle para poder seguir hacia delante en su aventura. La manera en la que Ellie coge la cuerda, cómo la enrolla, cómo la arroja y cómo, tras hacerlo, al tirar de la misma, cuando ésta se tensa, Ellie recibe un ligero tirón que hace que hasta se le mueva el mechón de pelo que le cuelga. Justo aquí abajo os dejo con un vídeo que no revela nada de la historia, no contiene spoiler alguno. Es sólo para que veáis reflejado esto que os comento y sobre todo para que apreciéis la increíble calidad técnica que tiene este videojuego.
El juego es de lo más asombroso. A este detalle, quizás el que más haya resaltado, le siguen muchos detalles más que son, como decía, hiperrealistas. Como por ejemplo, la manera en la que los personajes utilizan otros objetos como las armas, la manera de disparar con ellas y sobre todo, la manera en la que recargan la munición. Los movimientos que hace el personaje al recargar su arma, los sonidos, todo tiene un nivel de detalle fascinante. No comparto los comentarios que dicen que tiene la misma jugabilidad que el juego de 2013, para nada. Puede que ciertos patrones sean similares, es normal, hablamos de una secuela, no de otro videojuego distinto. Pero en su jugabilidad ha habido un paso bastante grande, y como ejemplo, resaltaré otro detalle, y son las distintas posturas que el personaje adopta a la hora de adentrarse en determinados lugares o entornos. Como ocurre también con los gestos de la cara de los distintos personajes tanto en las escenas jugables como en las de vídeo. Daré otro ejemplo más que rompe con ese argumento de que esta segunda entrega tiene la misma jugabilidad que la primera. En el juego de 2013 la IA del mismo fallaba en algunos momentos, haciendo que Ellie a veces se paseara delante de un enemigo y éste no la viera. En esta segunda parte vemos como Ellie a veces va acompañada de algún personaje a inspeccionar algún territorio y aunque te escondas muy bien, los enemigos pueden ver a tu acompañante y delatar vuestra posición, haciendo que a veces resulte desesperante que tus enemigos te maten no por tu culpa, sino por la del personaje que te acompaña. Claro, la IA de este videojuego hace que tu acompañante se esconda bien si tú, con sigilo, también lo haces. Es brillante. En esta primera parte del artículo que pretende no spoilear (al menos creo que no lo he hecho) no quiero adentrarme más en detalles porque es una experiencia que tiene que vivir el jugador, experimentar toda la colección de detalles que muestra esta maravilla de juego. Creo que de forma general he comentado lo más remarcable respecto a los detalles técnicos de esta secuela de Naughty Dog. Así que a continuación me voy a centrar en su historia, spoileando a tope, porque además es de lo que más a dado que hablar durante todo el verano. Vamos allá.
El sigilo será tu mejor aliado, y más si aumentas el nivel de dificultad del videojuego, pues en ese caso la munición serán más escasa. Obviamente esto aumenta la sensación de realismo al sentirte muy cerca de la muerte. Por otro lado, tiene mucho de shooter, más que su antecesor, hay muchas escenas de disparos y mucha violencia. Esto último es un punto igualmente a destacar. Esta segunda entrega es muy violenta y sangrienta, es un juego bastante crudo tanto en lo visceral como en lo emocional. Hay momentos en que los personajes a manejar en este juego son auténticas máquinas de matar. Aniquilarás por doquier tanto a monstruos e infectados como a humanos. En este juego Ellie te recordará a una Lara Croft pero con muchísima más mala leche. El tiempo de juego es algo que desde Naughty Dog lo anunciara, sorprendió a mucha gente, entre 25 y 30 horas de juego que, si te lo pones en el máximo nivel de dificultad y eres de esas personas a las que les gusta explorar y dedicarle más tiempo a los pormenores del juego, perfectamente te puedes encajar en las 40 horas. Más si a eso le sumamos la cantidad de veces que te maten en el juego, claro. Considero que la minoría que vierte una mala crítica hacia el juego está siendo algo injusta, y no porque critiquen negativamente un juego al que adoro, para nada, a mi la objetividad no me la quita nada ni nadie, pero creo que todos los que están despotricando del juego, que repito, son una minoría, verán este juego con otros ojos. Creo que a diferencia de su antecesor, The Last Of Us Part II envejecerá muy bien y con el tiempo algunos podrán apreciarlo mejor.
**** ATENCIÓN EMPIEZA LA ZONA DE SPOILERS ****
Su historia te pone a prueba
Todas las críticas que ha recibido el juego han sido motivadas por su historia, esto ya, indirectamente, te demuestra lo excelente que es el juego en su aspecto técnico, ya que en este asunto el juego no ha tenido apenas criticas negativas, sino que las que ha cosechado, son todas excelentes. Como decía, ha sido su historia la que ha originado mucho revuelo, y lo ha hecho por dos razones, una muy estúpida y la otra con cierto peso que da lugar a debate. La primera razón por la que The Last Of Us Part II empezó a dar que hablar, bastante antes de que saliera al mercado y al gente pudiera jugarlo, es porque sus creadores publicaron que Ellie es lesbiana y su pareja, Dina, tendría bastante peso en la trama. Como también que uno de los personajes secundarios de esta secuela sería una persona trans. Hablamos aquí de Lev, que antes se llamaba Lily, y que forma parte de la secta de los Serafitas. No se ahonda demasiado en su historia, lo suficiente para mostrarnos que Lily decidió ser un chico y que tanto él como su hermana mayor, Yara, decidieron abandonar la secta y por ello son perseguidos por los seguidores de la misma para darles caza. Que la orientación sexual de Ellie y la condición de Lev despertara revuelo antes de que el juego fuera lanzado al mercado me resulta algo estúpido en pleno año 2020. Esto dice mucho del videojuego y poco, muy poco, de los que lo han visto con malos ojos. Tanto la homosexualidad, en este caso el lesbianismo, como las personas transgénero, no es nada nuevo, y más aún en estos años que todo este asunto, por suerte, se va normalizando. Por ello resulta algo irrisorio que haya quien se rasgue las vestiduras porque un juego o una película presenta personajes así. Entendería que hubiera revuelo si en la próxima película de Batman vemos como Bruce Wayne es un tipo negro transexual, porque sería romper radical y totalmente con un personaje de manera innecesaria, pero aquí hablamos de personajes nuevos que no trastocan toda la trayectoria de un determinado personaje. No le doy mas pábulo a esto y paso a comentar lo que sí que ha dado lugar, y con razón, a un intenso debate.
Vamos ahora a entrar a donde más duele…
¿Cómo nos hacéis jugar tanto tiempo con la asesina de Joel? Entiendo perfectamente la conmoción de muchos jugadores al verse manejando durante tanto tiempo al personaje que ha asesinado cruelmente al protagonista más querido en esta historia, Joel Miller. Justo al comenzar el juego, controlamos a Abby Anderson, una chica de aspecto rudo, musculada y malhumorada que poco sabemos de ella, no sabemos cuales son sus intenciones hasta que se cruza con Ellie y Joel. Ahí comienza la escena más dolorosa para los que amamos la historia de este videojuego y empatizamos con sus principales protagonistas, a los que inevitablemente, les hemos cogido cariño. A sangre fría y delante de Ellie, que se encuentra inmovilizada por amigos de Abby, ésta le revienta a Joel la cabeza a golpes. Es una escena desagradable y dolorosa, aún más, repito, para los que admiramos la historia de Ellie y Joel y la relación «paterno filial» que hay entre los dos. Os recuerdo que hay videojuegos que prácticamente te están mostrando una película, y como también nos ocurre en el séptimo arte, aquí acababamos por tomarle cariño a ciertos personajes. A partir de aquí, prácticamente la mitad del juego, te pasas el tiempo manejando a Abby y esto al jugador le choca bastante, deseando que en cualquier momento, y lo antes posible, ansíes volver a jugar con Ellie, pero no es así. Si la intención de los guionistas del juego era que los jugadores empatizaran con Abby y entender por qué le hizo lo que le hizo a Joel, creo que no lo han hecho de la mejor manera. Porque es imposible empatizar con Abby si a los pocos minutos de comenzar esta secuela, ésta asesina, y de qué manera, a Joel.
Abby es la hija del cirujano Jerry Anderson, ambos miembros de los Luciérnagas, y que pretendía operar a Ellie para poder encontrar la cura que salvara a los supervivientes de la infección. Como todos sabréis, para proceder con la intervención quirúrgica y dar con la posible cura, era necesario que Ellie perdiera la vida, algo que Joel no iba a permitir. Es por eso que Joel, para sacar con vida a Ellie del complejo de los Luciérnagas, acabó con la vida de los que la retenían para proceder con la operación. Así, con el tiempo, Abby se encomendó la misión de dar caza a Joel y hacerle pagar por lo que hizo. Antes, la relación entre Ellie y Joel se veía en crisis ya que ésta sí quería que su vida sirviera para algo, en este caso para salvar a la humanidad, aun teniendo que morir ella, algo que Joel no dejo que pasara. A Ellie esta radical decisión de Joel no le gustó, le costaba entenderlo, era algo que no podía perdonarle. Esta crisis entre los dos es algo que nos muestra este secuela desde bien temprano. Así que, si de verdad la intención de los creadores del juego era hacer que empatizáramos con la situación de Abby y comprendiéramos, un poco aunque fuera, su sed de venganza, esa misma sed que comparte Ellie al querer vengar la muerte de Joel, ha sido un error. El error, considero yo, ha sido hacernos jugar con Abby tan pronto o al menos, justo después de matar a Joel. Bien distinta sería la cosa si, tras jugar con ambos personajes largo rato, haciendo que puedas sentir simpatía por Abby, ésta posteriormente asesinara a Joel. El impacto hubiera sido mayor para el espectador, pero el rechazo hacia Abby sería menor. Considero esto una leve cojera en el guión. De todas formas, no es óbice recordar que a estas alturas, veo imposible que los jugadores le tomen más cariño a Abby que a Ellie, dicho se de paso.

Por último tenemos el final. Y vaya final. Se nos muestra a Ellie viviendo con Dina y criando juntas el hijo que ésta ha tenido fruto de su relación anterior. Los tres viven en una linda casa en mitad del campo, el ambiente es bucólico, el ideal para tener una vida feliz con quien más amas. Pero se nos muestra a una Ellie al mismo tiempo apagada y tras recibir la visita del hermano menor de Joel, Tommy, diciéndole que ha dado con el más que posible paradero de Abby, nuestra protagonista se sentirá embriagada por la sed de venganza que querrá consumar. A pesar de los intentos de Dina por detenerla, Ellie al día siguiente de que Tommy partiera en busca de Abby, decide poner el mismo rumbo y dar caza a su antagonista. Así, tras jugar también con Ellie, llegamos al final, donde, habiendo pasado un tiempo, ambas se encuentran frente a frente. Ellie se topa con una Abby desmejorada, consumida como una vela, ya no queda rastro de esa chica forzuda y tan poco femenina. Ahora es una chica que, tras haber estado en cautiverio y haber sido torturada junto a Lev, personaje que durante gran parte del juego le acompaña, luce muy distinta a la que fue. De este modo los guionistas en el final del juego nos quieren mostrar a dos chicas que ahora están al mismo nivel, tanto físico como mental. Abby ya nos esa chica musculada y se encunetra incluso más delgada que Ellie y, ambas, no pueden estar más hartas, cansadas y atormentadas. Tras una intensa pelea entre las dos, Ellie decide perdonarle la vida, permitiendo que Abby y Lev abandonen el lugar montados en una pequeña embarcación. Si de verdad querían presentarnos a los jugadores un dilema, ¿no sería mejor hacernos elegir, jugando con Ellie, si queremos consumar la venganza o no? Eso hubiera hecho que el final hubiese sido más impactante, poniendo a prueba la moral del jugador. He aquí otro error en mi opinión. Aunque siendo autocrítico, no sé si debería decir que esto es un error, es simplemente el final que han querido darle los creadores y ya está, te puede gustar más o menos. Pero quizás no debiera utilizar la palabra error puesto que igualmente, la historia me ha parecido apasionante, inquietante y muy conmovedora. Estos dos puntos que a mi parecer podrían haber sido algo mejorables, no restan calidad alguna a un juego que la desborda a cada momento.

































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