Broken Sword: La Leyenda de los Templarios [1996] y Las Fuerzas del Mal [1997]. La aventura gráfica por excelencia, diversión y nostalgia asegurada

Definitivamente, a la vejez, viruela. Porque jamás le había dado tanto a los videojuegos como en estos último tres o cuatro años, y ya tengo 34 primaveras. Los videojuegos siempre me han acompañado a lo largo de mi vida, han sido parte de ella, como ya conté hace bastantes años en esta entrada de blog titulada Yo y los videojuegos. Qué cosas, a medida que he ido cumpliendo años, más tiempo han ocupado los videojuegos en mi vida. Les dedico más tiempo ahora que cuando era un veinteañero o un adolescente. Pienso que será porque antaño estaba ávido de otro tipo de experiencias, tenía otras prioridades, cierta prisa por comerme el mundo y exprimir esos años de juventud haciendo todo tipo de cosas. Ahora, más asentado y con la tranquilidad o satisfación de haber hecho todo lo que ansiaba, le dedico más tiempo a los videojuegos. Pero eso sí, siempre he sido más consolero que Pc gamer. Creo que se pueden contar con los dedos de ambas manos los videojuegos de ordenador a los que les he dado caña y seguro que algún dedo me sobra. Mi padre me compró mi primer ordenador, un Pentium II a 350Mhz de sobremesa, allá por el invierno de 1997. Bien entrados en el último lustro de los noventa, disfruté en esos años de juegos para Pc como Monkey Island, Time Crisis, Pc Fútbol, DOOM, Metal Slug X, y este del que os hablo en esta nueva entrada de Anhelarium. Poco antes de entrar en el nuevo milenio, ya en 1999, tenía abandonados por completo los juegos para odenador y me centré en mi queridísima Play Station 1 con la que ya llevaba un buen tiempos, pues me la regalaron cuando hice la primera comunión allá por 1994. Ya en 2003 me enganché al juego de moda para ordenador de aquellos días, el Counter Strike, que asu vez, al menos la edición que yo compré, venía en un pack junto al Half-Life 2 al que también le di caña aunque nunca me lo terminara. Adelanto que en 2003 salió la tercera parte de Broken Sword, El Sueño del Dragón, y con muchas ganas lo compré y lo instalé en mi Pentium II que ya comenzaba a renquear, pero a ese punto llegaré en un ratín.

Durante todos estos años (y mirad si han pasado años) el único juego de Pc que he echado de menos ha sido Broken Sword, el juego de Pc que mejores momentos me hizo pasar en aquellos años de mi preadolescencia. Como os comentaba, mi padre me compró mi primer y único sobremesa (el resto de ordenadores que he tenido han sido siempre portátiles) en 1997 y en ese año salió a la venta la segunda entrega de la saga, Broken Sword: Las Fuerzas del Mal (título original, The Smoking Mirror). Ambas entregas vienen de la mano del sello Revolution Software y más concretamente de Charles Cecil, conocido diseñador londinense de videojuegos. Los dos primeros juegos tuvieron muchísimo éxito, recuerdo cómo ciertos compañeros de clase hablaban maravillas sobre este juego. Una tarde, en casa de un amigote que tenía en esos días, nos pusimos a jugarlo y me sentí totalmente hechizado por Broken Sword, la sencillez en su jugabilidad, por esos atractivos gráficos en 2D y por la historia tan interesante que presentaba. Lo tenía claro, quería hacerme con ese juego. Recuerdo nítidamente cómo fui a la papelería que había cerca de mi casa (sí sí, papelería, era habitual en esos días que, en las papelerías, se vendieran algunos juegos para Pc) y para mi sorpresa, para mi gran sorpresa, no sólo tenían a la venta la segunda entrega sino que también la primera. Lo que no recuerdo es cuántas pesetas (ay, las pesetas…) costaban ambos juegos, pero como buen niño pijo mimado, me compré los dos videojueos al instante. Llegué a casa de lo más emocionado y comencé a instalar el primero, Broken Sword: La Leyenda de los Templarios, que salió a la venta un año antes, en 1996. Al poco tiempo de su publicación, el juego estaría disponible para plataformas como la primera Play Station. Corría el año 1997, existían juegos que tanto para Pc como para consolas, estaban técnicamente muy avanzados y presentaban unos gráficos espectaculares para la época, pero yo me sentía ensimismado con este juego en 2D. Me pasé ambos juegos, gozaba cada escena del mismo, cada interacción con los distintos personajes. El juego presentaba un encanto sin igual. Con el tiempo, al año o así, los volví a instalar y me los volví a pasar por segunda vez. Así, desde 1999 aproximadamente, y durante todos estos años, ambos juegos han sido solamente un bonito y entrañable recuerdo, hasta ahora. No pretendo contar mi vida a los lectores que llegen a esta entrada buscando información sobre Broken Sword, pero para contextuaizar brevemente, dejad que os cuente en un párrafo cómo, a mis 34 años y en mi despacho profesional, ando jugando a juegos para ordenador y más concretamente a esta saga después de más de veinte años. Si no os interesa, os saltáis al siguiente donde ya os hablo del primer juego de Broken Sword.

Para ejercer mi profesión decidí comparme un ordeandor y trabajar con Windows. Para mi uso personal sigo con mi Mac, con el que llevo ya unos cinco años y que sigue como el primer día, pero para el trabajo me sentía más seguro adquiriendo un buen ordenador y utilizando Windows 10. Desde 2004, año en que me compraron mi primer ordenador portátil, un Toshiba, no he querido ningún sobremesa, siempre he querido tener ordenadores portátiles y siempre los he tenido bastante buenos. Le siguió un Samsung y luego un Sony VAIO hasta llegar al Macbook Air. Pero para la ocasión, no quería gastarme el dinero en un portátil Acer o Lenovo, no me generan confianza esos portátiles que siempre te acaban dando problemas y al poco tienes que comprarte otro. Quería comprarme un buen ordenador portátil y así, bicheando por internet, llegué a los portátiles MSI y a su amplia gama, todos mayoritariamente conocidos por ser portátiles para gamers. Por un poco más de dinero, prefería comprarme a gusto un ordenador portatil que me generara confianza por su prestaciones y, el MSI GL63 8RD, es un auténtico pepinazo, y eso que no pertenece a la gama más alta de la marca. Estoy muy contento con él pero, y seguro que ya lo habréis pensado al leerme, es un ordenador muy potente para sólo andar trabajando con él moviendo archivos word y PDF de aquí para allá, enviar mails y trabajar con dos o tres programas más y, mientras, ya últimamente comenzaba a anhelar jugar a algún juego de Pc. Es por eso que hace cosa de un mes se me ocurrió volverme a abrir una cuenta en Steam después de tantísimo tiempo (como hiciera a principios del 2000 para jugar al Counter) y comprarme algún que otro juego. Así, mataba el gusanillo por jugar a algún juego de Pc que ya rondaba por mi mente desde hacía mucho y aprovechaba mucho mejor las prestaciones del MSI. Sin enrollarme más, y tras adquirir varios juegos en steam bastante buenos, cuál fue mi sropresa al comprobar que toda la saga de Broken Sword se encuentra disponible en dicha plataforma. No dudé y por el módico precio de 30€, adquirí los cinco juegos de Broken Sword que vienen juntos en un pack. Instalé los cinco juegos y aquí ando, amigos, emocionado, embriagado de nostalgia y divirtiéndome con las aventuras de George Stobbart como hacía cuando tenía once años.

Broken Sword: La leyenda de los templarios ‘Director’s Cut’. ¿Qué nos ofrece?

No es difícil hacerse con La Leyenda de los Templarios en su versión original, pero entiendo que tendrás un ordenador moderno e instalar ese juego en un IOS o Windows 10 te costará lo suyo. Así, desde las distintas plataformas tipo Steam, encontrarás el primer juego pero la versión retocada que salió a la venta en 2010 para Android, Nintendo DS, Wii y PC. ¿Qué encontramos en este «Director’s Cut»? Pues resumidamente, es una versión extendida del original, donde la primera novedad es que comenzarás a jugar con la periodista Nico Collard, a la que se le da más protagonismo, jugando más con ella nuevas pantallas y conociendo su historia personal. Es decir, el juego es ahora más largo que el original. La siguiente novedad es que al interactuar con el resto de personajes, ya no sale el texto por encima de sus cabezas, sino que ahora salen dos imágenes en la parte superior de la pantalla con las caras de los mismos que en ese momento hablan y sus frases a modo de viñetas de cómic. La tercera novedad es que se añaden puzzles al juego, alguno bastante complicado, como el de esas malditas cerraduras del subsuelo parisino (si lo juegas ya lo entenderás). Como ultima novedad está que, al añadir nuevos diálogos (no tantos) y ciertos retoques que han hecho, cuentan con una nueva voz de doblaje para el protagonista, George Stobbart. De esta forma, siempre escucharás la voz clásica de Stobbart en español, es decir la de Tomas Rubio que, créedme, escuchar su voz es de lo que más nostalgia os va a provocar, pues es uno de los encantos de la versión en español de este juego, pero en algunos momentos escucharás la voz en español de otro actor de doblaje, algo que resulta de lo más raro pero que tampoco es para tanto, no es algo que llegue a incordiar. Según he leído, por conflictos profesionales, Tomás Rubio no ha podido participar en esta nueva edición. Por lo demás, el juego es el mismo que el que se puso a la venta en aquel 1996.

Con todos mis respetos y admiración hacia Monkeys Island, prefiero las dos primeras entregas de Broken Sword, pero es evidente que no estoy siendo aquí muy objetivo. Monkey Island alcanzó más popularidad y los diálogos que inunda el juego son más divertidos que los que encuentras en Broken Sword, de eso no cabe duda. Pero, a pesar de haberlo pasado muy bien con Guybrush Threepwood, fueron las dos primeras entregas de Broken Sword las que más me ensimismaron, estos dos juegos fueron con los que mejor lo pasé y los que mejores recuerdos me han dejado de aquellos momentos en los que jugaba con aquel ordenador de sobremesa. Se me dibuja una sonrisa enorme al recordar a ese niño que fui, jugar con el ordenador a estos juegos y disfrutar de las ingenisoas frases de George Sttobbart. Porque en Broken Sword también encuentrás buenos diálogos, incluso ahora que los he jugado después de muchos años y desde la perspectica de un hombre adulto, me ha sorprendido esuchar cómo, tanto los personajes principales como secundarios, sueltan alguna que otra frase sofisticada y con segundas, dirigida claro está, al público adulto que lo juegue y que los niños no entenderán. Para quien no haya jugado nunca a Broken Sword y con esta entrada de blog conozca por vez primera este maravilloso juego, os cuento que trata sobre un turista norteamericano llamado George Sttobbart que se encuentra de vacaciones en Paris. Pero una mañana, mientras disfruta de los encantos de la vida parisina, es testigo de una explosión en el interior de un café. Por suerte para él, nuestro protagonista se encontraba en la terraza y pudo salvarse de la detonación y vio cómo tras ella, del café huía un misterioso hombre disfrazado de payaso. Al entrar dentro comprueba que la explosión se ha cobrado al vida de un hombre mayor cuyo cadaver yace en el suelo y que la camarera, gracias a estar tras la barra, ha sobrevivido aunque se encuentra bastante aturdida. Por suerte no había nadie más en el interior del local. George hablará con la camarera, acto seguido, con los funcionarios de la policía francesa que al poco se presentan en el café y, por supuesto, con la bellísima periodista Nico Collard que acude al lugar de la explosión para cubrir la noticia. Es ahí donde comienza la aventura de La Leyenda de los Templarios. Una aventura llena de conspiración, sociedades secretas, ritualismo, asesinatos, todo, en torno a la leyenda de los caballeros templarios. Si te adentras en este juego hoy día, y eres un gamer avezado, su historia te recordará vagamente a la de Assassins Creed, porque en este juego verás como los ‘Hashashin‘ quieren darle lo suyo a los neo-templarios, vamos, dicho de otro modo, los templarios de la actualidad, que ansían gobernar el mundo bajo un nuevo orden mundial. Sobra decir que si además eres una persona a la que le gusta la historia, disfrutarás el doble de este juego. Esta aventura llevará a George Sttobbart no sólo a indagar por los rincones más insospechados de Paris, sino que también le hará viajar a Irlanda, Siria, España o Escocia. En todos esos lugares te toparás con personajes tan interesantes como hilarantes, como son la pareja de gánsters Flap y Guido, la condesa de Vasconcellos, Liam Mc Guire, el obrero Flobbage, los Henderson y muchos más.  Y toda esta aventura conspiranoica nos la presentan de la manera más cuidada: como ya dijera, con unos atractivos gráficos en 2D, unas escenas la mar de coloridas, unos diálogos ingeniosos entre unos protagonistas muy peculiares y carismáticos, donde encontramos unas voces de doblaje sensacionales. El juego cuenta con doblaje en varios idiomas y cada uno tiene su encanto, pero desde luego el doblaje en español es el que se lleva la palma. Y con todo, hay que añadirle un ingrediente más y muy importante, y es que además el juego cuenta con una banda sonora exquisita e idónea para cada momento, que viene de la mano del compositor australiando Barrington Pheloung.  Todo esto hizo que esta primera entrega de Broken Sword fuese un éxito comercial y se metiera en el bolsillo toda la crítica tanto de prensa como de público, porque nadie encontrarás que no te hable maravillas de este juego. Es por eso que esta primera parte de Broken Sword tiene la consideración de ser uno de los mejores juegos de aventura gráfica. Hay momentos en los que el juego te saca de quicio y necesitarás utilizar el sistema de pistas. Os recomiendo que para disfrutar aún más del juego, utilicéis estas pistas como último recurso, pero desde ya os informo, que hay escenas donde se hace imposible no usar las pistas. Su jugabilidad es fácil, pero en momentos puntuales, os encontraréis en escenarios hechos a propósito para que os estalle la cabeza.

El juego se encuadra dentro del género de aventura gráfica y dentro de este, en el subgénero conocido como ‘Point and Click‘. Este término hace referencia a los juegos donde manejas al personaje principal señalando con el ratón el camino que ha de seguir y, con el botón izquierdo o derecho, la manera en la que el mismo interactua con los objetos o el resto de los personajes. Y así, todo el tiempo. Esto del género Point and Click da para una entrada completa de blog, porque este género ha sido crucial para los juegos de Pc y concretamente en la década de los 80 y 90, época dorada de los Point and Click, empresas como Sierra, Adventure Soft, LucasArts o Pendulo Studios entre otras, presentaron todo un catálogo de videojuegos que no sólo marcaron a los gamers de la época si no que revolucionaron toda la industria, hablamos de juegos como Maniac Mansion (1987), The Secret of Monkey Island (1990), Laura Bow: Dagger of Amon-Ra (1991), Sam & Max (1993), Pantera Rosa: Misión Peligrosa” (1996) o las dos primeras entregas de Broken Sword (1996 y 1997). Sin olvidarnos de juegos 100% españoles como Hollywood Monsters (1997) o Runaway: A Road Adventure (2001). Y esto son sólo algunos ejemplos. El fenómeno Point and Click, aunque ya no está en su apogeo, sigue existiendo y en todos estos años se han lanzado juegos muy interesantes de esta índole. Pero no me enrollo más y sigo, ahora, con la segunda entrega de Broken Sword.

Broken Sword II: Las fuerzas del mal. Remasterizado.

Como a estas alturas sabemos, el primer juego de Broken Sword fue lanzado en 1996 y su secuela, Broken Sword II: Las fuerzas del mal, justo al año siguiente, en 1997. También con texto y voces en español, donde encontramos a los mismos actores de doblaje como Tomas Rubio para George Sttobbart y lo mismo sucede con otros personajes que también encontramos en la primera entrega, como Nico Collard o André Lobineau. Como ocurrió con el primer juego, al poco tiempo esta secuela también tuvo su hueco en Play Station. Hacerse con ambas ediciones originales no es tarea difícil, lo difícil será instalarlas en un ordenador actual. Por eso, los de Revolution Software, que para la publicación de los juegos en los años 90 trabajaban con la distribuidora Virgin Interactive, decidieron que para dar su hueco a estos dos juegos en la actualidad, tendrían que hacerlo de la mano de las dos mayores distribuidoras de videojuegos en internet hoy día: Steam y GOG.com. Y no sólo eso, sino que, para lanzar ambos juegos en dichas plataformas, los remasterizarían. Ya os he explicado los cambios que presenta el primer juego, bastante notables, pero no ocurre lo mismo con su secuela, ya que no adolece de tantos cambios. Los unicos cambios en esta edición remasterizada son que, también aquí, encontramos los diálogos e imágenes en formato cómic, algunos dibujos nuevos de los personajes que han añadido en algunas pequeña escena de vídeo y, por último, encontramos un cómic oculto donde se presenta la histoira de Nico Collard y su padre. Nada más. No hay escenarios nuevos en los que jugar como en el Directo’s Cut de la Leyenda de los Templarios, el resto es como la versión original de 1997. Esta remasterización igualmente fue lanzada en 2010 para plataformas como Android, iOS y PC.

Tras el gran éxito la Leyenda de los Templarios, esta segunda entrega despertó mucha expectación y acabó teniendo muy buena acogida por parte de la prensa especializada y el público en general, aunque hay que decir que su puesta a la venta no alcanzó los mismos números que su antecesor. Su título original fue The Smoking Mirror, que siginfica ‘espejo humeante’, haciendo referencia a los espejos utilizados en rituales donde se reflejaban los espíritus. Esta nueva aventura comienza cuando Sttobbart viaja a París después de haber estado un largo tiempo en Estados Unidos cuidando de su padre enfermo, algo que a Nico no le sentó nada bien y es por eso que se muestra irritada con George sin apenas celebrar su regreso. Permitid que comparta una apreciación, y es que en este juego se refleja la extraña pareja que hacen y lo tóxica que es Nico Collard, porque si ya en el primer juego veíamos lo seca e irritante que era, cabrearse porque tu novio se ha ido a cuidar de su padre enfermo tiene tela. Aún con esto, me parece un gran personaje y le da mucha vidilla al asunto, se gana igualmente el cariño de la persona que se pone a los mandos de este juego. Tras un encuentro frío y distante, Nico, que se encuentra investigando a una oranización de narcotraficantes, le pide que le acompañe a la casa de un reputado arqueólogo, el Profesor Oubier, pues este amablemente la ha invitado para hablarle sobre un misterio maya. Al llegar, ambos son vícitmas de una emboscada, a George le golpean hasta perder el conocimiento y acto seguido lo atan a una silla y, Nico, tras recibir el disparo de un dardo tranquilizante, es secuestrada. Nuestro protagonista, tras recobrar el conocimiento, se verá atado a la silla y encerrado en una habitación en llamas. Es ahí cuando nostros debemos de inspeccionar toda la habitación y buscar la manera de desatar a George y hacerlo salir en busca de Nico. A partir de este momento, comienza una nueva y gran aventura para George y Nico que los hará viajar hasta a la ciudad ficticia de Quaramonte, que supuestamente se sitúa en México. Aquí, juntos, investigarán sobre una nueva conspiración, esta vez de corte precolombino. Al igual que también ocurría en el primer juego, aquí también somos testigos de una organización secreta pero que esta vez pretende invocar a un dios maya para hacerse con el control de la humanidad y someterla. Los malos y su incesante búsqueda del poder mundial…

En esta secuela también nos encontramos con escenas donde uno acaba encendido y teniendo que acudir al sistema de pistas. Sólo fijaos que yo, que me pasé estos juegos un par de veces a finales de los años 90 y que, al jugarlos nuevamente en estos últimos meses, me sorprendió comprobar que me sonaba o recordaba casi todo, me he topado en escenarios que ni por asomo recordaba, o si lo hacía, era vagamente y, desesperado, acababa por recurrir a las pistas. En Las Fuerzas del Mal no encontramos un elenco de personajes tan amplio como en el primer juego pero sí volvemos a toparnos con algunos que son bastante tronchantes, como Titipoco o el general, Raúl Grasiento. También en esta aventura disfrutamos de los Henderson, un matrimonio bastante hilarante. Pero siendo lo más objetivo, tengo que reconoceros que este juego no llega al excelente nivel que el anterior, tengo la certeza de que se esta segunda parte se hizo con cierta prisa por sacar una continuación de Broken Sword tras el gran éxito de Shadow of the Templars. Ahora que lo juego siendo adulto me doy cuenta que no está hecho con el mimo y el detalle que su predecesor. Y aún así, estamos ante una aventura grárfica magnífica, os aseguro que con las Fuerzas del Mal lo vais a pasar muy pero que muy bien. La banda sonora nuevamente corre a cargo de Barrington Pheloung y cómo no, en este juego volvemos a disfrutar de una enorme cantidad de cuidados escenarios repletos de acertijos y pistas como también muchas animaciones cuyos dibujos recuerdan vagamente a los clásicos más clásicos de Disney. Como dato curioso, deciros que al final de este juego, Nico debe resolver un último puzzle. Pues bien, no es que en Broken Sword haya muchos trucos, pero uno de ellos se encuentra en este momento. Si Nico se pone justo frente a una de las rocas de ese escenario durante unos segundos, ésta, estando de espaldas al espectador, se sube la camiseta, enseña las tetas y resuelve el puzle sin hacer absolutamente nada más. La puerta que ha de abrirse se abre de par en par dejando pasar a la protagonista y voilà!, pasamos a la siguiente pantalla. Esto, claro está, se hace cuando previamente lo has visto en algún sitio o te lo han dicho. Porque ninguna persona de primeras se imagina ni remotamente que enseñar las domingas de la protagonista se una opción que haga que avances en el juego. La verdad es que durante toda la saga, pintan a Nico Collard, al menos estéticamente, como una femme fatale de cuerpo exuberante e hipnotizador, resalntando sus atributos de manera, en ocasiones, algo descarada.

Amigos, estos dos juegos son una verdadera gozada. Por favor, si sois gamers, os gustan las aventuras gráficas, o al menos lo habéis pasado guay jugando a alguna a lo largo de vuestra vida, y esto de Broken Sword os ha llamado algo la atención, no dudéis, zambullíos en estas dos aventuras porque os va a encantar, lo vais a pasar genial.

Sobre las tres últimas entregas de la saga

Ya para terminar, quiero hablaros del resto de sus secuelas. En 2003 los de Revolution Software lanzaron al mercado la tercera pare de Broken Sword, titulada, El Sueño del Dragón. Pues bien, este juego en aquel año de 2003 lo compré no sólo por lo mucho que adoro sus dos primeras entregas sino porque reaccioné con mucha expectación (como todos los fans de esta saga, imagino) al hecho de saber que este tercer juego sería completamente en 3D. Si nos metemos en contexto, a mí el cambio me pareció lógico, eran los primeros años del nuevo milenio y nos encontrabamos en plena revolución tecnológica. Los juegos iban evolucionando, cada vez más dinámicos, realistas, con gráficos más potentes. Por lo que, como digo, entiendo que Charles Cecil capitaneara este nuevo rumbo, entiendo el salto que dieron, me parece comprensible que experimentaran con Broken Sword, pero no fue acertado. Creo que todos los fans pensamos lo mismo. Si este tercer juego vendió, fue por la expectación y curiosdiad de jugar de esta manera una nueva aventura de Broken Sword, porque, amigos, el juego es decepcionante. El Sueño del Dragón es un juego que quiere y no puede. Además de no tener encanto alguno y no parecerse en nada a sus dos antecesores, el juego es incómodo de jugar, se maneja enteramente con el teclado acabando con el encanto del Point and Click y haciendo que el jugador acabe mareado por tanto cambio de perspectiva. Pretendieron lucir tanto su 3D que creedme cuando digo que el juego además de ser incómodo en su jugabilidad, marea muchísimo por tanto giro y cambio de cámara. Para hacer más evidente este 3D, que sí, que reconozco que era por la revolución en la industria del momento, por su importancia, los desarrolladores del juego hacen que George y Nico tengan que ir saltando obstáuclos de aquí para allá en todo momento, algo que ya raya lo absurdo. Ya en 2006, con El Ángel de la Muerte, los creadores vuelven a insertar el tan característico Point and Click pero, aunque los gráficos mejoraron considerablemente, su jugabilidad seguía siendo algo incómoda y de nuevo volvemos a tener que bajar y subir constantemente obstáculos de la manera más cutre, pues encima la mobilidad de los personajes es ruda y atascada en muchos momentos. En definitiva, estas dos secuelas no sólo no tienen el encanto del Broken Sword original sino que, y esto es lo peor, no sientes que estés jugando a Broken Sword. Esto, obvio, provocó que ninguno de los dos juegos fueran un éxito a pesar de que la historia que ambos juegos encierra es bastante atractiva y siendo éstos de otro modo, la cosa hubiera sido muy distinta. Yo personalmente he intentado jugar a ambos pero me parece tan soporífero que que no puedo con ellos. La tercera entrega me parece infumable y a la cuarta le eché más tiempo y, aunque la acabé dejando, no descarto más adelante retomar el juego y pasármelo. Ahora bien, El Sueño del Dragón me puede, no lo aguanté cuando me lo compré y lo jugué en 2003, cuando tenía quince o dieciséis años, pues me sentí totalmente deepcionado y desencantado, sin singún interés en dedicarle más tiempo. Ahora que recientemente lo volví a intentar, el sopor es mayor, me parece un juego irrisorio, lo siento, y no es por ir de hater, pero para mí es inaguantable de lo malo que es y del cero encanto que tiene el puñetero juego.

Tal fue así que, en en 2013, los amigos de Revolution Software decidieron que la nueva entrega de Borken Sword, la quinta ya, sería siguiendo el camino marcado por los dos primeros títulos. La Maldición de la Serpiente es un juego totalmente en 2D aunque sus personajes estén hechos en 3D, es decir, estos personajes se mueven siempre en un plano de dos dimensiones. Recuperan el tremendo colorido y el encanto de antaño pero esta vez (obvio, pues hablamos ya del año 2013) con mejores gráficos. Disrutamos así de un juego hecho nuevamente para encandilar a los fieles amantes de Broken Sword en su concepción original, con esos dibujos animados y esa jugabilidad tan peculiar y sencilla de sus primeros juegos. Con La Maldición de la Serpiente no he hecho más que acabar de comenzar a jugar y no dudéis que cuando me lo pase, reseñaré el juego en Anhelarium.com.

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